El Fantasma de la Reina

Capítulo I: Amigos del Alma

En un pueblo marcado por la tragedia, un pueblo al Sur del país llamado San Sebastián, un pueblo obsesionado por la belleza de la mujer, donde cada año elegían a una que sería la mujer más hermosa, esa noche era la más celebrada y alegre.

En este pueblo, se encontraba la familia más poderosa: Los Maldonado de la Rosa, una familia grande, dueña de la empresa cervecera más adinerada e importante del país; «Cerveceras de la Rosa». Poseían los más grandes campos de siembra de cebada.

El líder de la familia era el viejo Octavio Maldonado de la Rosa y su esposa Doña Esmeralda de Maldonado de la Rosa; tenían dos hijos Altamira una chica de baja estatura, su cabello castaño llegaba al regazo de su cuello, era una chica muy sofisticada siempre con las mejores prendas y los últimos atuendos a la moda y Marcos Antonio Maldonado de la Rosa un chico apuesto, cercano a 1.80cm de altura, su cabello negro y su piel blanca lo hacía muy elegante. Eran una familia con muchos amigos cercanos, los cuales se apodaban «Amigos del Alma». Estefanía Briceño Maldonado era la sobrina del viejo Octavio, una joven muy hermosa, su cabello liso y largo que se deslizaba por toda su espalda, unos ojos muy hermosos color café, su mirada era tan tierna y adorable, capaz de alzarse con la corona y ser la reina de San Sebastián. Ella y Marcos eran unos jóvenes muy traviesos y se la pasaban corriendo por los campos de cebada, pero lo que nadie sabía era que ellos mantenían un amor en secreto, se amaban, serían capaces de huir y protegerse uno al otro.

Todos los días, al llegar el almuerzo llegaban los niños preferidos de la nana Berenice, una mujer que se encargó de la crianza de los niños mientras los patrones, Don Octavio y Doña Esmeralda estaban de viaje. Siempre en la familia como era de costumbre, los sábados por la noche se reunían el viejo Maldonado y su Doña, sus hijos, la señorita Estefanía, Ricarda Montenegro una chica alta, con unos ojos muy azules y una cabellera rojiza ondulada que solía llegarle a la cintura, muy amiga de los jóvenes; Laura Marín, esta era la más inteligente de todos, medía aproximadamente 1.75 de estatura su piel era muy blanca y su cabello liso tan negro como el azabache que le llegaba por los hombros; Isabel Contreras, muy autentica, una morena hermosa, su cuerpo casi perfecto causaba la envidia de todas en el pueblo; Estelita del Toro, no era muy inteligente que se diga, pero tenía el carisma y la belleza que toda mujer deseara, unos ojos color esmeralda pero lo que no la hacía muy intelectual es que era muy despistada, Robinson Andrade un chico apuesto, alto muy elegante y por ultimo Pedro Caraballo un chico rubio muy egocéntrico siempre pensaba era en su físico. (Amigos del Alma).

Pasa el tiempo y llega la noche más hermosa del pueblo donde Estefanía compite por la corona con tan solo 17 años. Todos los años se escogía un lugar diferente donde celebrar el concurso, este año se habían elegido los campos de la Cervecerías de la Rosa. Esa noche la noche del 31 de marzo, se reúnen los jóvenes Ricarda, Marcos, Altamira, Estelita, Isabel, Robinson, Laura, Estefanía y Pedro para conversar acerca de los planes que tenía la hermosa Estefanía si ganaba el concurso.

Laura y Pedro se retiran muy silenciosamente a las barracas (lugar subterráneo donde se encuentran los barriles de cerveza). Ricarda y Estelita al ver que no regresaban, deciden ir a ver qué sucede. Cuando llegan, se encuentran a Pedro abusando de Laura y las chicas trataron de apartarlo de ella, pero él las golpeó, quedando Ricarda desmayada.

Isabel, Altamira y Estefanía fueron al escuchar gritos, se encontraron al desgraciado de Pedro golpeando a Laura, las chicas gritaron pidiendo ayuda, Enseguida Robinson y Marcos fueron a ver que sucedía, Pedro golpeó a Robinson dejándolo inconsciente en el piso. Marcos junto con las chicas, como pudieron, empezaron a pegarle a Pedro para que soltara a Laura, ya que esta estaba en shock mientras que él la tenía agarrada por el cuello. Altamira se acerca por detrás, golpeando a Pedro con una botella de cerveza, con un gran impacto cayó al piso mientras todos lo golpeaban, hasta que terminaron matándolo, todos bañados de sangre.

Noooooo -grita Estefanía-. "¡¿Qué hemos hecho?! ¡Vamos a ir a la cárcel, ya no podré concursar! ¡Se destruyó mi vida!"

Isabel la cachetea y le dice: -¡Cállate! ¡Eso no va a pasar! Vamos a deshacernos del cuerpo.-

Robinson, Altamira, Ricarda e Isabel buscan palas para abrir un hueco y enterrar el cadáver, mientras Estefanía limpiaba todo junto con Marcos, finalmente lo enterraron.

Laura exhausta y llorando dice - Menos mal que está muerto ese desgraciado, no merecía vivir. Pero ahora todos somos asesinos. -

¿Asesinos, Laura? -le responde Marcos-. ¿Asesinos después de lo que te hizo? ¿Asesinos cuando ese hombre nos quería matar?.

Estefanía entra en pánico de nuevo, y empieza a gritar: ¡No puede ser! ¡Ahora estoy manchada de sangre! ¡Soy una asesina!.

Isabel no tiene más remedio que cachetearla de nuevo; ¡Cálmate! Ya me sacas de quicio.

Todos acordaron no decir una palabra de lo sucedido y se repartieron unas moneditas de plata de San Sebastián, patrono del pueblo, jurando que ese día sería borrado de sus vidas.