Capítulo XIII: La obra de Amanda

70 11 1
                                    

Amanda ya no sabía qué hacer, La Reina la tenía muy asustada; la única manera de alejarse de todo el dolor que le dejó esa terrible noticia era irse del pueblo, así lo decidió.

Cuando todos estaban dormidos Amanda hizo las maletas para alejarse del pueblo para siempre solo así estaría a salvo de La Reina, cuando bajaba por las escaleras alguien le toca la espalda, al voltear observa a la extraña criatura vestida de Reina, con un vestido de color blanco lleno de cristales pero manchado de sangre, ella intentó gritar pero La Reina enseguida la empujó por las escaleras, cayendo poco a poco hasta golpearse la cabeza.

El asesino o asesina disfrazado baja a ver si seguía viva, pero se lleva la sorpresa de que la joven aún resultaba con vida, así que decide arrastrarla hasta el sótano, prepara una soga la cual guinda del techo y amarra a la joven Amanda de ella, de un maletín saca varias prendas y comienza a colocárselas, las prendas pertenecían a los amigos del alma, La Reina le colocó: la chaqueta de Marcos, los collares de Isabel, el reloj de Ricarda, los guantes de Estelita, Los anillos de Laura, le colocó los perfumes de Robinson y por ultimo le puso como a todas sus víctimas una corona similar a la de la señorita Estefanía.

Amanda aún seguía inconsciente así que La Reina aprovecho para inyectarle una sustancia amarillenta, un mortal veneno; finalmente el asesino le dejó una nota en el bolsillo de la chaqueta la cual decía: "Ahora ya estarás en calma" y se retiró.

En la habitación de Gilary, la hija de Ricarda, estaban ocurriendo cosas raras, la luces se encendían y se apagaban, ella estaba totalmente asustada pensaba que le podría aparecer de nuevo el fantasma de la señorita Estefanía, así que se levantó para irse a la habitación de su madre, en eso se le aparece el fantasma de la señorita Estefanía llorando, Gilary gritó pero nadie la escucho, así que se armó de valentía y le dijo: -¿Qué quieres Estefanía?, déjame en paz.

Pero el fantasma aún seguía allí, quería darle como una señal, así que le dijo: -¡Sígueme!

Gilary aún muerta de miedo decide seguirla, el fantasma de Estefanía se dirigía al sótano, y le hace seña a Gilary que entré.

Gilary abre poco a poco la puerta del sótano y en eso se lleva la sorpresa de ver la horrible obra que habían hecho con Amanda; Ella no se contuvo y comenzó a llorar y le pregunta a Estefanía: -¿Pero Quién hizo esto?, pero al voltear ya el fantasma de Estefanía había desaparecido.

Ella grita fuertemente por toda mansión, todos bajan enseguida; al bajar encuentran a Gilary en estado de shock al lado del cuerpo de Amanda.

Ricarda de inmediato se dirigió a ella y le pregunta: -¿Qué pasó aquí Gilary?; pero esta no contestaba. De inmediato llamaron a la policía para contarle lo que había sucedido.

Luego del velorio de la señorita Amanda, todos le dijeron a Cesar que echara a Marcos de la mansión, puesto que ellos sospechaban que fue él quién asesinó a su propia sobrina; pero Cesar les respondió: -Ya les dije, que yo no echaré a Marcos de la mansión, yo estoy completamente seguro que él no es quien se disfraza de mi prima Estefanía para asesinar, él es inocente de todo y quien vuelva decir algo en su contra se tendrá que marchar de la casa.

Todos furiosos se retiraron.

Pasaron los días y llega un par de policías a la mansión; una hermosa morena que se llamaba Aimara y un rudo, tosco aunque atlético hombre llamado Carlos; se le presentan a Cesar como los encargados de llevar el caso de los asesinatos que han ocurrido y se verán en la obligación de descubrir quien se esconde bajo el disfraz de La Reina.

La policía citó a todos en el estudio y les dijo que el asesino, el cual se enfrentaran es una persona muy ágil, fuerte y además una persona con una mente macabra y siniestra lo describieron como un maestro de asesinatos que está jugando con todos. Así que después de todas las investigaciones que hicieron,  recogieron muchas pistas de los asesinatos y crearon la lista de los sospechosos que podrían ser la Reina.

La policía Aimara le dijo: -Señores, esta es la lista de los posibles asesinos, ustedes son los principales sospechosos, uno de ustedes es La Reina

Todos estaban muy asustados y nerviosos porque no querían levantar sospechas, ni mucho menos que su nombre estuviera en una lista de posibles asesinos.

Así que Aimara comenzó a decir: -En primer lugar esta Marcos, usted es el principal sospechoso, según unos estudios que realizamos usted juró venganza para cuando saliera de la cárcel.

Marcos ofendido dijo: -Yo no soy ningún asesino, y si es verdad yo jure venganza pero esta no era a la venganza que me refería.

La policía le pidió que hiciera silencio y continúo diciendo: -La segunda sospechosa es la señorita Ricarda, usted con esa cara engaña a cualquiera.

Ricarda le repicó: -Pues, usted está muy equivocada porque yo no soy ninguna asesina.

Aimara la ignoro y continuó diciendo: -Laura e Isabel no pueden faltar, y mucho menos la señorita Estelita y Robinson.

Y casi al final del discurso añadió: - ¡Ah!, y usted no se escapa, usted también es sospechoso señor Cesar, porque usted no le ha terminado de contar a estas persona que usted desde que el señor Marcos salió de la cárcel, siempre tuvo acceso a la Mansión.

Todos sorprendidos por la declaración que le hizo la policía a Cesar, Isabel le dijo: -¡Vaya!, ¡vaya!, Cesar quien lo diría, entonces posiblemente fuiste tú quien te robaste el vestido, mataste a Altamira y luego apareciste para que nadie te culpara.

La policía mandó a callar a Isabel y le dijo que los únicos que tienen derecho de hacer acusaciones eran ellos. Finalmente Aimara les dijo: - Es hora de retirarme señores, así que mientras ustedes sean sospechosos y no se capture el asesino, no pueden salir del país ni mucho menos esconderse porque ustedes 7 son los principales sospechosos de ser La Reina.          

El Fantasma de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora