Capítulo LXIV: La Muerte De La Complice

63 8 0
                                    

Aimara rápidamente comenzó a enviar todos sus policías a la mansión y a todos sus alrededores a buscar a La Reina y a su cómplice viva, pues si se encontraba viva ella podía dar el testimonio que Aimara tanto esperaba desde que comenzó la investigación, Aimara en su oficina comenzó a crear una posible suposición de porque mataba La Reina con un agente mayor de la policía llamado Carlos: -Carlos, tenemos 3 mujeres, 3 mujeres que están desaparecidas, yo estoy segura que una de ellas es la cómplice de La Reina y si es así ya la estoy dando por muerta, lo cual sería muy malo para nosotros.

Carlos respondió: -¿Pero como estas tan segura de que la cómplice esta entre ellas 3? ¿y si La Reina y su cómplice están jugando con nosotros?, no es la primera vez que lo hacen.

-¡La Reina no avisa sin antes haber planificado Carlos! -Dijo Aimara muy segura de si misma- Por eso se que el ya tiene en su poder a una de esas mujeres, mira te voy a decir porque una de ellas puede ser la cómplice 1)Laura: Una mujer resentida, fue amante del viejo Octavio, como el no le dejo nada de herencia después de ella sacrificarse y darle su juventud el no la tomó en cuenta para su testamento, por eso es su odio contra todos y decidió unirse a La Reina para quitarles a todo lo que ella supuestamente le pertenecía; 2) Anastasia: Una mujer que fue excluida de su familia desde muy joven, su tío la envió a un internado en Suiza porque había salido embarazada, pero antes de irse su mejor amiga la traiciono acostándose con su novio y dándole un dándole un jugo con un abortivo para que perdiera a su hijo, esto coincide mucho con lo que le paso a Estelita, por eso esta mujer es una de las principales sospechosas; 3)por ultimo te tengo a Ricarda: una mujer que se las sabe toda ocultándose bajo el rostro de una mujer débil y tonta, pero eso no es así, esa mujer es muy peligrosa y solo quiere despistarnos, todo lo hace para resguardar a su hija, la cual se la regalo su amiga Isabel, esta siempre desaparece cuando La Reina asesina a sus victimas, y por eso ella para mi es la cómplice, desde el principio se me ha hecho la mas sospechosa de todos.

-Muy buenas sus suposiciones agente Aimara, pero solo son eso, suposiciones, y hasta que yo no le vea el rostro a la cómplice no podre asegurarme de que es una de esas 3 mujeres, así que por los momentos aseguremosno por encontrarla viva. Dijo el agente Carlos

-Usted tiene mucha razón comandante, pero no las descarto, yo ya llevo mucho tiempo empapada en este caso y se lo juro que cuando la atrape no me llevare tanta sorpresa, porque la complice es una de ellas se lo aseguró.

-Esta bien -Dijo Carlos- ¡entonces soprendame agente!, yo creo en usted.

El sol de San Sebastián se había ocultado, las tinieblas de la noche comenzaron a posarse sobre el suelo del pueblo, era una noche muy aterradora, las nubes comenzaron a lanzar sus fuertes rayos y centellas al pueblo, parecía que Dios estaba lanzando toda su ira contra ellos, un minuto después, una fuerte centella cayó sobre el cableado de electricidad que le permitía tener luz a San Sebastian, entonces la oscuridad se poso en cada una de las casas del pueblo.

En la mansión la oscuridad cayó por sorpresa, pero aún así, los policías no dejaban de buscar los rastros de La Reina, cada vez más la preocupación de Gilary se hacía más dolorosa, su mamá no aparecía y eso podía significar algo malo, Cesar que la estaba acompañando, porque más nadie se encontraba en la mansión desde muy tempano, parecía que todos se habían desaparecido; el ambiente en la mansión se había vuelto pesado, a Gilary le entro un extraño frió que le soplaba por su estomago, su corazón comenzó a latir rápidamente como si tuviera taquicardia entonces Cesar la abrazo muy fuerte,  sus pechos nunca antes estaban tan unidos como lo estaban en ese momento, Gilary comienza a ver una extraña luz que venía desde las escaleras. -¿Dios mio que es eso?. preguntó.

Cesar no veía nada, solo ella tenía el don de ver cosas sobrenaturales, esa luz se hacía cada vez más resplandeciente entonces se acerco hasta ella diciendo: -¿Ahora que pasa?, ¿qué significa esto?.

De la extraña luz salió la imagen de Estefanía, esta vez el fantasma de Estefanía estaba vestido como cuando ganó el concurso, el vestido blanco y la corona, lucía tan resplandeciente que parecía una santa, su rostro era perfecto y su larga cabellera negra le llegaba al regazo de su cintura haciéndose mas brillante que su rostro, Gilary al verla le recordó a las fotos que estaban en la mansión, pero aún así no dejaba de tener miedo y le dijo: -Estefanía, ¿por qué me haces esto a mi?, ¡lárgate!, yo te dije que no quiero verte jamás, tu solo anuncias desgracias y yo se porque viniste.

Cesar trato de calmar a Gilary que estaba un poco alterada, el no entendía lo que pasaba porque solo ella veía el fantasma.

Gilary siguió preguntándole a Estefanía: -¿Ya La Reina mató a la cómplice?, ¡Dime!.

Pero Estefanía negó con su cabeza, entonces Gilary sintió un gran alivio en su corazón pero con mucha incertidumbre pregunto llorando: -¿Es mi mama verdad?, ¿mi mama es la cómplice y va a morir?. Estefanía la miro fijamente y de sus ojos comenzaron a salir lagrimas, entonces Gilary comenzó a llorar, Cesar trato de calmarla pero era imposible.

La cómplice de La Reina que continuaba encerrada en el oscuro sótano de las barracas comenzó a escuchar unos pasos que se acercaban, entonces comenzó a hacer ruido golpeando con su cuerpo la vieja puerta de hierro, entonces la puerta se abrió, la cómplice comenzó a arrastrase poco a poco, pero no veía a nadie, su rostro aun tenía la mascara que la ocultaba así que cuando se la iba a tratar de quitar fue sorprendida por La Reina por la espalda, La Reina la tomó con un alambre que enrolló por su cuello y comenzó a ahorcarla, la cómplice no podía hacer nada, pues estaba amarrada, así que solo lo que hacía era patalear, La Reina no tenía intenciones de matarla aún, así que la soltó, la cómplice estaba desvanecida pero a La Reina le quedaban muchas ganas, aún estaba comenzando con la muerte de su cómplice, luego de eso comenzó a arrastrarla por el suelo, La Reina escucha unos pasos que se acercan entonces rápidamente arrastra a su victima detrás de unos barriles de cerveza, para tratar de esconderse, eran dos policías que habían sido ordenados por Aimara para revisar en las barracas, uno de los policías escucha un extraño ruido detrás de el barril, entonces decide ir con su compañero a ver de que se trataba, cuando se acercan ven un pedazo de tela blanca que sobresale del barril, cuando están apunto de disparar, La Reina se levanta rápidamente y con mucha fuerza empujo los inestables barriles, era una torre como de 20 barriles montados unos encima de los otros, los barriles comenzaron a rodar y cayeron arriba de los policías matándolos de inmediato, La Reina después de eso se puso alerta y sabía que no podía matar a su cómplice allí, porque cualquiera la podría atrapar en el acto, así que la arrastro hasta el cementerio del pueblo, donde la neblina casi no dejaba ver nada, la lluvia continuaba sin parar, pero eso no era impedimento para La Reina, La Reina tenía calculado todo lo que iba hacer, mientras buscaba lo que necesitaba para su obra de arte, lanzó a su cómplice a un nicho de esos en donde entierran a los muertos, solo así podía asegurarse de que no se escapara, pero como estaba lloviendo muy fuerte el nicho comenzaba a llenarse de agua cada vez más, la cómplice no podía moverse ni nada porque estaba amarrada ella pensaba que iba a morir ahogada, La Reina busco unos fuertes troncos con los cuales hizo una cruz enorme, de una bolsa que traía saco unos clavos gigantes, similares a los que le clavaron a Jesucristo; el nicho donde estaba lanzada la cómplice ya se había llenado y se estaba ahogando, La Reina disfrutaba viéndola, pero cuando estaba casi muerta decidió sacarla, la cómplice estaba muy débil, ni siquiera podía controlar sus extremidades, La Reina la desato y la amarro de la cruz tal cual como amarraron a Jesucristo antes de clavarle los clavos, La Reina sacó un látigo y comenzó a pegarle, pero la cómplice trataba de hacerse la fuerte y no gritaba, cosa que enfurecía a La Reina, entonces al ver esta reacción, decidió sacar los clavos y la crucificó, clavando cada uno de esos clavos sin compasión en las manos y tobillos de su complice. La Reina decidió dejarle puesto el disfraz de Reina a su cómplice e incluso con la mascara, de las manos y los tobillos de la cómplice comenzaron a salir chorros de sangre, La Reina nunca antes había disfrutado tanto de una de sus obras, así que decidió levantar la cruz, era la cruz más alta que había en el cementerio, cuando la cómplice estaba casi muerta, La Reina clavo una placa sobre su cabeza que decía "TRAIDORA", y por ultimo sacó una corona la cual le puso en su cabeza. Minutos más tarde La Reina se retiro.       

El Fantasma de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora