Capítulo XXIV: La Tercera Llave

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8 días después del interrogatorio, Gilary estaba trotando por los campos de cebada de las Cervecerías de la Rosa, cuando derrepente bajo un gran árbol, observa a Marcos que la esta viendo, ella se detiene y se acerca hacía el preguntándole: -¿Y que lo lleva por aquí tan solo? 

El le respondió sin mirarla a la cara: -Estoy esperando a Anastasia, para algo que tenemos que hacer.

-Chévere entonces me voy.

-¡Espera Gilary!, no te vallas, quiero pedirte disculpas por lo que ocurrió, aquella vez en el jardín.

-Tranquilo, ya comprendí que entre nosotros dos no puede haber nada.

-Si puede haber Gilary, solo dame tiempo y te juro que te haré la mujer más feliz del mundo.

-¿Hablas en serio? o ¿estas jugando conmigo?.

-Te estoy hablando en serio Gilary, solo que aún no me adapto a todo esto, ¿sabes que es estar preso injustamente por 20 años?, ¿que todos tus amigos y familia te abandonen en esa cárcel? y aún peor que nadie te crea cuando dices la verdad.

-¿Entonces tu no mataste a Estefanía?.

-¡Por supuesto que no!.

-Entonces si no fuiste tu, ¿Quién lo hizo?.

-Gilary tu crees que no me he preguntado eso, pase 20 años de mi vida haciéndome esa pregunta, quién sería capaz de matar a Estefanía, ella era incapaz de hacerle daño a alguien.

-¿Tu crees que halla sido mi mamá?.

-¡No lo se!, pero tiene que haber sido alguno de ellos, porque todos ellos tenían una razón.

-¿Y cual fue esa razón según tu Marcos?

-Es mejor no hablar del pasado, es mejor dejar todo así, yo ya pague por ese crimen y ya nadie podrá retroceder el tiempo y devolverme todo los años de mi vida que perdí.

-No me lo ocultes por favor Marcos, yo quiero ayudarte.

-¡Tu no puedes hacer nada Gilary!.

En ese momento se acerca Anastasia con unos de sus vestidos famosos, parecía toda una top model, esta vez con un vestido color morado y dice: -Disculpen la molestia, pero Marcos creo que ya es hora de irnos.

Gilary se da cuenta que Anastasia tiene presionado el puño de la mano así que no aguanto y dijo: -¿Para donde van Anastasia?, acaso ¿van hacer algo feo?  ¿y por qué tienes el puño apretado tan fuerte?.

-Y de donde viene tanta preguntadera Gilary. Contesto Anastasia

-¡Dime Anastasia!, ¡¿me ocultan algo?!.

-Por supuesto que no pequeña.

-¿Entonces que llevas en la mano?.

Anastasia se puso muy nerviosa y no encontraba nada que decir, así que de un momento a otro le dijo: -Bueno Gilary, aquí tengo, ehh, umm, ¡ah una mariposa que atrape!, es que me encantan las mariposas y la atrape para soltarla en otro lugar.

Gilary no quedo muy bien convencida así que le dijo: -¿Tu me crees tonta Anastasia?, si es una mariposa entonces abre la mano y déjala libre, ¡déjala libre!.

Marcos ya cansado del cuestionario de Gilary le dice a Anastasia: -Esta bien Anastasia, ¡abre la mano!

Anastasia poco a poco fue abriendo la mano y al terminar de abrirla, se observa que en su delicada mano había una moneda de San Sebastián, igual a las que usaba La Reina y a la misma que tenían todos los amigos del alma.

-Yo sabía. Dijo Gilary con una lagrima que corría por su mejilla. -Yo sabía que me estaban mintiendo, ahora díganme la verdad, ¿Ustedes dos se disfrazan de La Reina para matar?.

-¡Por supuesto que no Gilary!. Respondió Marcos

-¿Entonces porque Anastasia tenía esa moneda?, tu sabes que eso La Reina lo utiliza como una sentencia, junto con la corona.

-Si por supuesto que lo se, Gilary esa moneda es mía, tu sabes que yo soy uno de los amigos del alma y tengo una de esas, yo solo la había dejado y le dije a Anastasia que me la trajera es todo.

-Marcos tiene razón pequeña, Esa moneda es de el, ya vete a la casa que Marcos y yo te queremos mucho. dijo Anastasia

-Esta bien Anastasia, vallan con Dios, hasta luego.

Marcos y Anastasia se retiraron muy pronto, mientras que Gilary se fue en dirección contraria, pero en dirección a la mansión.

Laura buscaba por todas partes, el cofre que abría la llave que le dejo el viejo Octavio, pero no lo encontraba por ninguna parte, mientas buscaba y buscaba sin encontrar ni una sola pista Laura decía: -¡Maldito viejo asqueroso!, tu lo que querías era que yo sufriera buscando es llave, que de seguro no abre nada; como me arrepiento de haber sido tu amante. De pronto Laura recordó que en las barracas (lugar subterráneo donde guardan los barriles de cerveza) había una habitación donde ella se acostaba a escondidas con el viejo Octavio. Así que se dirigió hasta allá, cuando llega a esa habitación se da cuenta que estaba cerrada con un candado gigante y que no había sido abierta como por más de 15 años. -Maldita sea dijo Laura en voz alta. trato de probar la llave con el gigantesco candado, pero cuando introduce la llave al candado se da cuenta que esta le corresponde y comienza a girar la llave, cuando entra a la habitación lo primero que dice es: -¡Dios mio!, soy rica y me iré de este asqueroso pueblo de una vez por todas.

Laura comienza a quitar todas las telarañas que cubría el cuarto, para comenzar a buscar su dichoso cofre, busca, busca, busca pero no encuentra nada por ningún lado, Laura decide buscar en un viejo gabetero lleno de polvo que estaba en una esquina de la habitación y al abrirlo saca una carta, en seguida la abre, la carta decía lo siguiente: "Para mi querida amante Laura; en este lugar pase los mejores momentos de mi vida a tu lado, burlándonos de Esmeralda mi esposa y de Berenice tu mamá, déjame pedirte perdón por lo que te diré en estas ultimas letras, porque se que desde pequeña te entregaste a mi, Laura lamento decirte que para ti no te dejare nada de mi fortuna, pues tu te encargaste de hacerle la vida cuadritos a Esmeralda y de juzgar a todos sin saber la verdad, cometiste muchas injusticias Laura, así que lamento decirte que para ti no hay nada. atentamente: Octavio Maldonado de la Rosa".

 Laura de la impotencia y la rabia rompió la carta en pedacitos diciendo: -¡Maldito viejo asqueroso!, yo fui tu amante solo para que me dejaras la herencia más nada, y ahora me sales con esto, debes estar quemándote en las pailas del infiero, ¡viejo desgraciado!.

Luego caminó hacía la puerta de la habitación diciéndose así misma: -¿Creías que te ibas a burlar de mi como los otros viejo infeliz?, ahora todos me van conocer, van a conocer quién es Laura Marín, ahora si me seguiré encargando de destruir a esa familia asquerosa de locos, ¡todos van a conocer la furia del diablo, porque el diablo soy yo! 


El Fantasma de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora