Capítulo XL: ¿Quién mato a Estefanía?

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5 días pasaron para que Doña Esmeralda lograra estabilizarse, era una mujer muy fuerte para su edad, a pesar de la fuerte vida que le había tocado vivir se mantenía muy activa y llena de mucha salud.

Los médicos decidieron enviarla a la mansión, para que su recuperación fuera mas rápida estando al lado de sus seres queridos, Gilary se había comprometido a cuidarla y así fue, mientras doña Esmeralda estaba bajo sus cuidados nada le falto.

Ese mismo día entra a la habitación donde ella se encontraba Robinson, pidiéndole a Gilary que lo dejara a solas con Esmeralda, esta acepto sin ningún inconveniente y salió.

-¡Hasta que por fin a solas vieja desgraciada!. exclamó Robinson refiriéndose a Doña Esmeralda

-¡Sal de mi habitación! ¿o prefieres que llame a Marcos?. le respondió ella.

-¡Llama a quien quieras vieja decrepita!, solo vengo a hacerte una advertencia, ¡por allí están diciendo que conoces a La Reina, dime ¿eso es cierto?.

Ella respondió: -¡No tengo porque darte explicaciones a ti! y ya déjame en paz, si no quieres que le diga a ella que acabe contigo.

Robinson no pudo contener las risas y le dijo: -Tu sabes que eso es imposible vieja del demonio, tu debiste haberte muerto junto con tu marido, los dos deberían de estar quemándose en el maldito infierno.

-Si no tienes más nada que decir retírate de mi habitación. -Dijo doña Esmeralda con su voz temblorosa. -¡Ah! y se me olvidaba decirte algo, prepárate porque Cesar se va a casar con la mujer que tu menos piensas y todo lo que tienes va a pasar a ser de el.

Robinson se molesto y se le lanzo arriba a doña Esmeralda asfixiandola con la almohada, esta de lo débil que estaba no podía quitárselo de encima, Ricarda que iba pasando por la habitación escucho los gritos y decidió entrar.

-¡Dios mio!. exclamó cuando vio a Robinson tratando de matar a Esmeralda, como pudo se lo quito, le dio una cachetada y le dijo: -Ahora si metiste la pata Robinson pero ¿que diablos estabas haciendo? ¿acaso quieres que Doña Esmeralda hable y todos nos vallamos al mismísimo infierno? y lo peor sin nada de dinero. Robinson salió muy apurado de la habitación tropezándose con Laura por delante pero esta no le presto el mínimo de atención.

Después de lo ocurrido, Doña Esmeralda invito a todos a una cena en la mansión, nadie sabía el motivo pero hasta Aimara y Carlos los policías encargados del caso de La Reina, habían sido invitados. Algo se traía entre manos, lo que parecía era que iba a revelar un gran secreto.

Todos bajan de sus habitaciones muy elegantes, Anastasia con sus vestidos estramboticos, esta vez usaba un corcel escoces, con un velo marroquí que le cubría la mitad del rostro, bajo de la mano de su primo Cesar, que vestía muy elegante para la ocación; Ricarda, Laura y Robinson llegaron casi de últimos pero los 3 combinaban en secuencia usando aquella camisa color champagne que usaron el día de la procesión de San Sebastián; Estelita y Julio, también asistieron muy elegantes, Estelita siempre queriendo imitar a Estefanía se coloco una de sus joyas, Marcos ya se encontraba en la mesa junto con Doña Esmeralda y los policías, ellos no eran mucho de su agrado pero el hacía lo que fuera por ver feliz a su madre.

Gilary era la única que faltaba por bajar, así que Anastasia decide ir a ver que ocurría con ella, cuando va a su habitación encuentra a Gilary llorando viendo fijamente la ventana.

Anastasia comprendió que era que le había aparecido Estefanía, al comienzo tuvo miedo pero después se armo de valentía y dijo dirigiéndose al fantasma de su hermana el cual solo Gilary podía ver dijo: -¡Ya basta Estefanía!, descansa en paz de una buena vez.

En ese momento Gilary le dice a Anastasia: -Ella te escucho, pero ha negado con la cabeza, yo he tratado porque su alma porfin descanse en paz pero no logro como hacerlo.

Entonces Anastasia alzo un poco la voz y hablando con el supuesto espíritu de su hermana decía: -Bueno Estefanía si tu lo que necesitas para descansar en paz es decir quien es La Reina, ¡pues dilo! pero ya déjanos en paz de una buena vez y también dinos quien te mato, pero por favor Estefanía ya quiero que acabemos con esta pesadilla de una buena vez por todas.

Estefanía afirmo con su cabeza moviendola de arriba hacía abajo y Gilary le toma la mano a Anastasia y dice: -Ana, Estefanía dijo que si, ¡hoy mismo vamos a saber quien fue que la mato!.

Ana y Gilary bajan a la cena como si nada hubiera pasado, ya la mayoría habían comenzado a cenar y cuando se logran sentar Doña Esmeralda dice: -Porfin estamos todos, hay algo que he querido contarles, es sobre la muerte de Estefanía.

A Ricarda de le cayo la copa de vino y dijo: -¿A caso se ha vuelto loca Esmeralda?, no revuelva el pasado.

-Creo que ya es hora Ricarda, ya es hora de que todos sepan la verdad. Respondió ella

Marcos estaba comiendo y en seguida se puso de pies y dijo: -¿Mamá pero que vas a decir estas loca?, ya aquí todos saben que yo fui el asesino, además yo ya pague por ese crimen, ¿porque insisten en seguir buscando cosas en el pasado?

-¡Silencio!. -dijo Aimara dirigiéndose a Marcos-  Tu madre tiene algo muy importante que decir, que podría ser muy útil para la investigación de La Reina.

-¡Mamá!, por favor piensa muy bien lo que vas a decir. dijo Marcos

-¡Pero ya cállense todos!. Exclamó Cesar. -Dejen hablar a doña Esmeralda

Doña Esmeralda muy asustada comenzó a decir: -Yo se muy bien lo que paso la noche del 31 de marzo después que coronaran a mi sobrina como la reina de San Sebastián, yo estuve presente en el acto que le quito la vida y por eso se que mi hijo es inocente.

Todos quedaron muy asombrados, jamás pensaron que Doña Esmeralda guardara algo tan grave como eso, Aimara la obligo a que siguiera confesando para así descubrir quien fue el verdadero asesino de Estefanía.

-Bueno continuo. dijo Esmeralda. -yo estaba buscando en el escritorio de Octavio una carta que le había enviado Laura que tenía una dirección donde ellos se iban a ver a escondidas, recuerdo que ese día todo estaba oscuro porque había fallas eléctricas, derrepente escuche los pasos de unas personas que se acercaban al despacho, yo tuve mucho miedo así que me escondí debajo del escritorio, cuando esas personas entraron al despacho por sus voces pude reconocer que era Marcos y Estefanía, estaban hablando de fugarse muy lejos, donde nadie los pudiera encontrar y muy lejos de Octavio, por supuesto yo estaba ciega por Octavio lo amaba tanto que era capas de hacer lo que fuera por su amor y a el lo hacia feliz que sus hijos hicieran lo que el quería, el no iba a soportar que Marcos y Estefanía se casaran, en ese momento Marcos salió del despacho, y yo tenía que hacer algo antes de que el llegara y se fuera con Estefanía entonces le dije a Estefanía que lo había escuchado todo y no iba a permitir que ellos desafiaran a Octavio, que sobre mi cadáver ella se iba a casar con Marcos, Estefanía trato de hacerme entrar en razón pero yo me aferraba a Octavio y del solo hecho de pensar que el me iba a dejar por Laura me ponía mal, así que tome el alambre con el cual estaba tratando de abrir la gaveta del escritorio y la comencé a ahorcar por detrás, todavía en mi mente puedo escuchar sus gritos pidiéndome que suelte, pero yo seguía ahorcándola sin compasión hasta que termino desmayada en el piso, yo me tenía que asegurar que ella estuviera muerta por eso le corte las venas para  que se desangrara, pero en ese momento entro Marcos y me dijo que saliera de allí, que el lo iba a resolver todo, pero después Ricarda entro y lo complico todo y mi pobre hijo pago por ese crimen que el no cometió.

Todos quedaron impactados por la declaración de Doña Esmeralda, nadie se había imaginado que una señora tan correcta fuera capaz de ser una asesina, pero Aimara con esa fuerte declaración se la llevo a la comisaria para las investigaciones, los amigos del alma pensaban que Doña Esmeralda podía revelar lo de pedro el hombre que violo y juntos en defensa propia lo mataron, pero Esmeralda sabía menos de lo que ellos imaginaban, así que ese secreto se podía guardar por un tiempo más. 

El Fantasma de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora