El Fantasma de la Reina

Capítulo X: La Amenaza

La joven Amanda preocupada por lo que la reina le había dejado dice: -¡Pero porque a mí!, si yo no le he hecho nada a nadie.

Isabel le dice: -Pues, quizás sí, y no te has dado cuenta, ahora a cuidarte pequeña.

Marcos grito y dijo: -¡Cállate Isabel!, no le digas esas cosas a mi sobrina ella no le ha hecho nada a nadie.

Isabel contestó: -No te hagas la victima Marcos, todos sabemos que tú fuiste quien le puso esa amenaza.

Cesar dijo: -¡Silencio todos!, y lárguense de mi casa, ah y Robinson según lo que leí en el testamento mañana mismo me tendrás que dar da la presidencia de las bodegas.

Marcos sonriendo dijo: -¡Así es!,mañana se acaba tu juego de ser presidente Robinson.

Robinson furioso les dice: -Yo a ustedes no les voy a entregar nada porque aún faltan meses para que se anule el contrato, hasta entonces yo mando en las bodegas.

Cesar le responde: -Entonces ¡disfrútalo mientras puedas!, porque cuando se termine ese contrato todo será mío, y tendrás que marcharte de mi cervecería y de mi casa.

Robinson enojado respondió: -Eso es lo que usted cree, caballero. Pero no sera tan fácil como imagina. 

Al anochecer, todos se retiran de la mansión, la pobre Amanda muerta de miedo, decide bajar a la cocina a beber agua. En la cocina todo se encuentra en completo silencio, pero de repente Amanda escucha un ruido como el de muchas monedas cayéndose.

Ella muerta de miedo pregunta: -¿Hay alguien ahí?

Pero nada le responde.

Amanda decide no prestarle atención y se retira, pero al salir de la cocina se encuentra con la horrible Reina.

Ella muy nerviosa le dice: -¡Dios mío! ¿Quién eres tú?.

Pero la Reina como siempre no contestó.

Amanda seguía insistiendo preguntándole: -¿Quién era? y ¿porque utilizaba ese disfraz para matar?

La Reina alterada le saca una nota que decía: "¡Entrégame la llave de tu mama!"

Pero al Amanda leer eso, se negó a dársela y como pudo la empujó y salió corriendo.

La Reina quedo tirada en el piso y no pudo hacer nada para atraparla.

Amanda comienza a llamar a todos en la mansión nadie la escuchaba.

A los pocos segundos, bajo Cesar y le pregunta: -¿Qué paso mi niña?

Ella muerta de miedo le respondió: - Acabo de enfrentarme a La Reina, pero como pude la empuje y logre escapar, ¡por favor tío!, no dejes que me maten, yo quiero vivir.

Cesar conmovido por las palabras de la joven, decide enviar a los peones a buscar a La Reina por todas partes, pero estos no la encontraron.

Cesar busca en la cocina, pero se lleva la sorpresa que al entrar en la cocina está Isabel.

Este le dice: -¡Caramba!, pero que sorpresa Isabel, dime la verdad ¿tú eres quien está asustando a mi sobrina?

Isabel ofendida le dice: - Un momento Cesar, el hecho de que seas el dueño de todo no te da el derecho de culpar a los demás, y en vez de hacer acusaciones falsas, porque no vas a interrogar a tu hermanito Marcos, quizás el sí pueda responderte.

Cesar dijo: - Yo estoy seguro que todos ustedes, son los que se disfrazan de Estefanía, para acusar a Marcos.

Ella le contestó: - Aja, Cesar cree lo que quieras. Y se marchó.

Cesar angustiado y confuso por las palabras que le dijo Isabel decide ir a visitar a su hermano Marcos para hablar con él, Marcos lo recibe cordialmente y comienzan a dialogar.

Cesar: - Marcos, yo sé que nosotros no, nos la llevamos muy bien, después del todo pero quería preguntarte y quiero que me respondas sinceramente, ¿tú eres quien está matando?

Marcos ofendido le dice: -Si solo vienes a preguntar eso, márchate de mi casa, porque no voy a contestar ni una sola pregunta.

Cesar trata de calmarlo diciéndole: - Marcos hermano, por favor yo necesito confiar en ti, a menos sabes ¿quién es el asesino?

Marcos cansado de las preguntas de Cesar le dice furioso: -Bien Cesar, si no tienes nada más que hacer aquí, puedes marcharte, porque ya te dije que no te diré ni una sola palabra.

Cesar responde: -Esta bien Marcos tu ganas, pero quería decirte que tarde o temprano todo se va a descubrir, y más vale que no estés involucrado en nada, porque volverás a ir a la cárcel.

Marcos le contestó: -Ya deja de decir eso Cesar, yo soy inocente de todo. Luego cerró la puerta de su casa y Cesar se marchó.