Capítulo XLI: El Embarazo

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Después de la ruda confesión de Doña Esmeralda, Aimara no tuvo más remedio que llevársela presa; por la edad de Esmeralda no podía estar en una celda común y corriente así que se llego al acuerdo que le darían casa por cárcel.

Al llegar esposada en la mansión Anastasia comenzó a insultarla diciéndole: -¡Vieja desgraciada!, ¡mataste a mi hermana!, ¡no tienes perdón de Dios!.

-¡Hija perdóname, se como te sientes!. le respondió ella

-Tu no sabes como me siento vieja inmunda, ¡Asesina!, pero ya veras que tarde o temprano te va a doler mucho más que a mi la muerte de mi hermana.

Marcos venía entrando a la mansión y ve a Anastasia discutiendo con su madre, al parecer no le gusto y la tomo con fuerza por el brazo diciéndole con voz de amenaza: -Mira Anastasia, ¡mírame bien!, la próxima vez que te vea ofendiendo a mi madre, no vas a sobrevivir para contarlo, porque yo mismo te voy a matar.

Anastasia con fuerza se sacude a Marcos de encima y le dice: -Marcos, yo no te tengo miedo, así que cuida a tu madre y cuídate tu, porque ahora mi venganza no es solo para Estelita.

Anastasia se retiro, y Marcos se dirigió a Doña Esmeralda abrazándola y le dijo: -¡Mamá no debiste hacerlo, mira ahora lo que pasa, la imagen de la señora tierna y amable se ha cambiado por la de una asesina.

-Hijo esta es la paga de mis pecados, ahora que todos saben que tu eres inocente, te van a pedir perdón.

-Yo no quiero perdonar a nadie, porque igual todos me abandonaron, se olvidaron de mi, osea se olvidaron de mi cuando yo fui el único que se sacrifico por todos. Dijo Marcos con su mirada maléfica y su sonrisa fingida.

Gilary estaba tomando un poco de sol, acostada en la orilla de la piscina sobre una toalla, en ese momento se acerca Cesar con un vaso de jugo de naranja y le dice: -Buenas tardes señorita hermosa, que orgulloso se debe sentir el solo porque tiene la dicha de tocar todo tu cuerpo.

Gilary se puso nerviosa y se levanto demasiado rápido, tanto así que no se dio cuenta del jugo que traía Cesar en sus manos, lo tropezó y todo su cuerpo se lleno de jugo; Cesar muy apenado tomó la toalla del piso y comenzó a limpiarla, pasaba la toalla lentamente por el abdomen de ella, Gilary solo lo veía mientras el le limpiaba lo que le había echado, Cesar subió la toalla sin darse cuenta que le estaba limpiando sus senos, al darse cuenta dice: -¡Dios mio!, que pena señorita Gilary, ¡perdóname!

Gilary le responde: -Tranquilo tu solo querías ayudarme Cesar, así que no hay problema.

Cesar se quedo mirando a los ojos a Gilary pero no causaba intimidarla, ella también le respondía con su mirada pero el tampoco lograba intimidarse, de un segundo a otro Cesar arrojo la toalla con que estaba limpiando a Gilary al suelo, la tomó por la cintura y le dijo: -Al diablo lo que piensen los demás Gilary, yo te amo y te deseo mucho, así que perdóname por lo que voy a hacer, pero necesito besarte, porque sino siento que me voy a quemar vivo por dentro.

Gilary no hizo nada para esquivarlo, ella sentía una pequeña atracción por Cesar, así que solo se quedo paralizada, Cesar se acerco a sus labios y comenzó a besarla, el beso no duro mucho solo como 15 segundos, porque Estelita los vio y les dijo: -¡Aja muérganos!, ¿con que besándose a escondidas?, y tu Gilary eres una pasada estas jugando con Marcos y con Cesar, ¿dime quien besa mejor?.

-Estelita por favor respeta. -le dice Cesar- Fui yo quien la beso a la fuerza, Gilary es una buena chica y no tiene nada que ver con esto.

-Amigo el ratón del queso. -Dijo Estelita chocando su puño contra el pecho de Cesar- Pero tranquilos, que de aquí no va a salir nada, ¡si alguien sabe guardar secretos esa soy yo!.

Gilary estaba muy apenada y se retiro, Cesar iba detrás de ella, pero Estelita lo detuvo y le dijo: -Tranquilo Cesar, yo te guardo el secreto, además te voy ayudar para que Marcos les deje el camino libre a ustedes dos.

-Ni se te ocurra hacer algo en contra de mi hermano Estelita del Toro, porque te juro que te saco de la mansión y de las empresas para siempre. Dijo Cesar muy angustiado por lo que acababa de ocurrir.

Cesar por fin fue tras Gilary y dejo la señorita Estelita hablando sola y esta dice: -¡Ay Marcos!, no sabes la gran traición que te espera, y aún peor porque es de menos quien tu esperas, yo misma seré la que te de la buena nueva. - Estelita tomó una parte de su cabello y se la paso por sus hombros sonriendo malvadamente hasta retirarse.

Últimamente a Laura le seguían llegando cartas acusándola por la muerte de Isabel, esta cada vez más se preocupaba por que las cartas estaban firmadas por LR ella se suponía que esas iniciales eran nada más y nada menos que de La Reina, y no iba a descansar hasta acabar con la persona que la estaba amenazando.

Pasan los días y Estelita estaba muy extraña, sufría de mareos, nauseas y algunos desmayos, ella decide ir a visitar al doctor con su esposo Julio, ese día se lleva por sorpresa que esta esperando un hijo, pero decide mantenerlo en secreto con Julio para que su vida ni la de ese pequeño que venía en camino no sufriera de peligro alguno.

Un día por la mañana, luego de desayunar, Estelita sale corriendo por que le cayo mal una torta de arándanos que se acababa de comer, Ricarda sale detrás de ella y le dice que esas nauseas y vómitos pueden ser signos de que podría estar esperando un hijo, Estelita se negó por completo, pero al final termino contándole a Ricarda que estaba embarazada, pero por favor no le contara a nadie porque la vida de su bebe corría peligro.

El Fantasma de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora