Capítulo XXVI: La Orquídea Azul

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Muchas cosas en la mansión cambiaron desde que el asesino o asesina vestida de reina apareció, todas las pruebas apuntaban que La Reina era uno de los amigos del alma, pero eso aún no se sabía.

Marcos recibió una nota que decía: "Te veo en el jardín, donde siempre. Gilary"

Por supuesto Marcos había reflexionado los últimos días sobre que iba a pasas con el y la señorita Gilary, ya tenía una respuesta clara que darle.

Cuando el sol estaba más fuerte en el pueblo de San Sebastián, como a las 15:32 pm; Marcos entra al jardín, Gilary estaba como siempre contemplando las hermosas orquídeas azules, Marcos la sorprende diciendo: -Aquí estoy señorita de las orquídeas azules.

-Tu siempre con tus bromas, haciéndome reír Marcos.

-¡Ya tome una decisión Gilary!.

Gilary asustada porque no sabía cual era esa decisión que había tomado Marcos, si corresponderle a su amor o dejar a un lado su amor y aferrarse a una persona que ya estaba muerta, Estefanía.

-Prométeme que sea lo que sea lo vas a tomar d buena manera. le preguntó Marcos a Gilary.

-¡Así sera! le respondió 

-¿Quieres ser mi novia?.

Gilary no aguanto tanta emoción y enseguida le salto a Marcos encima diciendo: -¿Marcos me estas hablando en serio?, con eso que me acabas de decir me has hecho la chica más feliz del mundo.

Una lagrima corrió por la mejilla de Marcos y en su pensamiento dijo: -Perdóname Estefanía.

Gilary le pregunta: -¿Pero que pasa? ¿y esa lagrima?.

-Es de emoción. le contestó Marcos  -Pero Gilary, ¡prométeme otra cosa!.

Ella le dijo: -Por supuesto que si novio, ahora tu y yo vamos a ser muy felices ahora dime, ¿que tengo que prometerte?

-No puedes contarle nada a nadie, ni mucho menos a los amigos del alma, no quiero que te hagan daño para desquitarse de mi o algo por el estilo.

-¿hacerme daño?, ¿de que hablas?.

-Es algo que te iré contando poco a poco novia, así que necesito de tu mayor discreción.

-¡cuenta con eso!.

Marcos se dirige a la mansión su rostro estaba cambiando, su cara tenía una sonrisa, Doña Esmeralda su madre estaba arreglando una flores que adornaban la sala, Marcos aprovecho y le dijo: -Mama, quiero que cambies todas esas flores por orquídeas azules, quiero que cuando venga alguien se deslumbre por el lugar.

Doña Esmeralda sonriendo dijo: -Yo sabía que esa sonrisa tenía nombre Marcos, y por las orquídeas azules ¿es Gilary la hija de Ricarda?

-Shh. susurró Marcos. -Mamá si es ella, pero no le digas nada a nadie, ¡por favor!.

-Me alegra que estés olvidando a Estefanía hijo, y ojala puedas perdonarte a ti mismo también y olvidar tu venganza.

-Mamá, tu sabes que eso no es tan fácil, lo que toda esa gente me hizo no tiene perdón, pero si mamá creo que estoy dejando atrás mi venganza.

-¡Es la mejor noticia mijo!, me haces feliz.

-Ya mamá, ahora has lo que te pido, coloca las orquídeas y no le digas nada a nadie.

Doña Esmeralda le hizo caso a su hijo, coloco por toda la mansión las orquídeas azules, todos se preguntaban: ¿Pero que pasó aquí?. Anastasia como siempre dando sus tips de moda o combinaciones decía: -Tanto azul, no va con las cortinas. No le gustaba para nada el contraste que hacía el azul de las orquídeas.

Por la noche Marcos esta acostado en su cama, cuando una nota pasa por debajo de su puerta que decía: "Me encantaron las orquídeas Marcos, ya quiero hacerte compañía en tu habitación"  

Por supuesto eso solo lo habría podido escribir la señorita Gilary, así que Marcos decide ir hasta su habitación para darle un beso de buenas noches; toca tres veces la puerta de la habitación de Gilary hasta que esta abre y le dice: -¿Marcos que haces por aquí tan tarde?

-Vine a preguntarte ¿porque no entraste a mi habitación si querías estar conmigo. Dijo Marcos 

-¿Estar contigo Marcos?, ¿de donde sacas eso?.

-Bueno Gilary ¿no fue eso lo que me escribiste en la carta?.

-¿De que carta me estas hablando Marcos?

Marcos furioso, porque no sabía si Gilary estaba jugando con el o en realidad no era ella quien había enviado la carta, saca la carta de su bolsillo y le dice a Gilary: -Dime que no le dijiste a nadie.

Ella respondió: -A nadie Marcos te lo juro, ¿y tu, no le dijiste a nadie?

Marcos rápidamente contestó que no, pero recordó que le había comentado a Doña Esmeralda y le dice: -Un momento Gilary, ahora que recuerdo le dije a mi madre, por eso ella puso las orquídeas azules por todos lados, ¿y si le contó a alguien?.

-Marcos y tu no has pensado ¿que tu mama también puede ser La Reina?.

-De que hablas Gilary mi mamá seria incapaz, pero si, ella era la única que sabía, tu sospecha tiene coherencia.

-Ahora estas viendo Marcos, en esta casa todos me dan miedo.

-Yo no voy a dejar que nadie te haga daño Gilary, aquí estaré para protegerte pero ni una palabra de esto a nadie.

Marcos se retiro y se fue a su habitación.

Al día siguiente... el fiscal que iba a decidir quien iba a ser el próximo presidente de las cervecerías había vuelto, pero antes de leer lo que había decidido Laura lo invita a tomar un café y le ofrece acostarse con el para que el la deje de encargada mientras Cesar busca con quién casarse, por supuesto el fiscal no estuvo de acuerdo lo que causó que Laura se enfureciera y lo amenazará. 


El Fantasma de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora