Capítulo XXX: La Boda

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Llega el gran día, la vida de Estelita quizá se transformaría en una vida más hermosa al lado del hombre el cual la conquisto, Estelita del toro sería la primera de los amigos del alma en casarse, el sol estaba más radiante que nunca, todo estaba listo e incluso hasta la novia, la decoración estaba totalmente elegante, pues se trataba de la familia Maldonado de la Rosa, la familia más importante del país, todo estaba cubierto con rosas blancas, el altar lo habían colocado en el patio de la mansión, los invitados comenzaban a llegar; el novio Julio llega con su hermano Cesar, este le confeso haberse sentido tan nervioso y tan feliz a la vez; su hermano Cesar lo abrazó y le deseo la mejor suerte del mundo.

Marcos tocó la puerta de Gilary para ver si esta estaba lista, para su sorpresa le abrió la puerta Anastasia, esta tenía puesto un vestido extremadamente estrambotico color dorado, tan largo que solo se podía observar la punta de sus tacones altos, la parte de la espalda estaba totalmente descotado, y poseía un collar de perlas que le cubría todo el cuello: -¡Pasa Marcos!, Gilary esta lista.

Marcos entró a la habitación y Gilary se levanta de la peinadora, Marcos sabía que de nuevo todo era obra de Anastasia, pues ese maquillaje Suizo que tenía el rostro de Gilary solo lo había podido hacer alguien que pudiera haber vivido allá, Gilary también tenía un vestido color dorado pero este le llegaba dos dedos más arriba de la rodilla, y eran tan apretado que las curvas de su cuerpo casi perfecto se podían notar entonces Gilary dijo: -Estoy lista para bajar, tomada del brazo del hombre del cual estoy enamorada -Sonrió y siguió diciendo- Gracias Anastasia por tus consejos, Marcos quedo tan impresionado que ni siquiera pudo decirme una palabra.

Marcos solo dijo: -Es que estas tan preciosa que estaba buscando la palabra que te describiera, pero de tanto buscar en el vacío de mi mente no pude encontrar tal palabra que describiera tu belleza.

-¿Entonces te gustó?. pregunto Gilary

-Por supuesto -respondió Marcos- Pero es mejor que bajemos que ya la boda debe estar por empezar.

Entonces Marcos, Anastasia y Gilary bajaron las escaleras para ir al patio trasero donde se iba a celebrar la boda.

Isabel salió de su habitación muy apurada, colocándose unos largos aretes en sus orejas, con un vestido muy elegante, azul eléctrico que le llegaba a las rodillas, en eso sale Laura de la habitación y le dice: -Espera Isabel, tu y yo tenemos que arreglar un asunto que tenemos pendiente.

-¿Ah si? -respondió Isabel con voz sarcástica- Pues, que yo recuerde no tengo nada que hablar contigo o mejor hablamos cuando termine la boda porque ya va a empezar.

Isabel caminó hasta el comienzo de las escaleras y Laura gritó: ¡No!, espera.

-Pero bueno Laura ¿que es lo que tu quieres que te diga?. le dijo Isabel muy alterada

-Anoche te vi, como te metías en la habitación de Cesar, ¡perra!. dijo Laura muy furiosa

-Ah, con que me viste, pero bueno vete acostumbrando Laura, porque cuando me case con el eso es lo que vas a ver todos los días de tu desgraciada vida. contesto Isabel con voz pedante

-yo no voy a permitir que te quedes con Cesar, yo voy a ser la que me case con el y no tu, ahora dime algo ¿qué fue lo que hiciste con el anoche en su habitación?, ¿tuviste sexo con el zorra?

-¡Oye Laura aquí la única zorra eres tú! y te doy un consejo no hagas historias donde no las hay.

Isabel bajo uno de los escalones pero voltio porque Laura le dijo: -No te vas a salir con la tuya Isabel, yo seré la que me case con Cesar no tu.

Isabel subió el escalón de nuevo y dijo: -¿Quieres que te diga algo que te va a doler Laura?.

-Pues digas lo que diga no te voy a creer. contestó Laura furiosa

-Anoche cuando me viste entrando en la habitación de Cesar hicimos el amor toda la noche y sabes después que paso, ¡me pidió que fuera su esposa!.

Laura comenzó a enfurecerse más, sus lagrimas de rabia corrían por sus mejillas, lo que ocasiono que su furia la hiciera tomar por los hombros a Isabel, la sacudió tres veces por los hombros y le dijo: -¡Maldita perra!, tu no te vas a salir con la tuya. Del mismo modo Laura sin pensarlo lanzó a Isabel por las escaleras, esta mientras caía pegaba la cabeza y todo su cuerpo por los escalones, al terminar de caer Isabel estaba completamente desmallada se podía observar sin signos vitales o eso parecía.

Laura horrorizada y espantada por lo que había hecho por un momento de rabia baja los escalones y comienza a llamar a Isabel: -¡Isabel!, por favor Isabel deja de jugar. Isabel no le respondía

Laura comenzó a preocuparse cada vez más y le decía: -Por favor amiga, tu sabes que yo no lo quería hacer, ¿perdóname si?; ¡por favor Isabel despiértate!, después de todo tu fuiste la que provocaste todo esto, si no me hubieras dicho esas cosas yo no fuera reaccionado así. Pero Isabel seguía sin responder

Laura se dio cuenta que Isabel no estaba bien, ¡Estaba muerta!, así que rápidamente tenía que desaparecer el cuerpo: -¡Dios mio!, la mate, esto no puede estar pasándome a mi. -Laura se rió-Maldita perra, de todos modos tenía que sacarte del camino.

Laura arrastró el cuerpo de Isabel hasta el estudio de la mansión y limpio toda la sangre que había dejado por las escaleras, luego escondió el cuerpo atrás de un viejo sillón marrón que estaba en el estudió, para quien lo encontrara primero le echaran la culpa, Laura se cambió de ropa, y bajó al patio trasero de la mansión en donde estaba por comenzar la boda, muy nerviosa se lleva uno de los jarrones que adornaban la boda, Robinson le pregunta: -¿Laura que tienes, pareces muy nerviosa?

Ella no respondió, así que Ricarda se acercó y dice: -¿Pero que es todo este alboroto aquí?, ¿Laura y esa cara pareces que hubieras matado a alguien?. Pero Laura sabía fingir muy bien, pero esta oportunidad quizá no fue así, así que respondió: -Yo no he matado a nadie y si estoy así es por los nervios de la boda, ¿Y la novia no ha llegado?.

-No, no ha llegado y también me parece sospechoso que Isabel no halla llegado, ¿a ustedes no?. Preguntó Ricarda

Laura muy asustada no dijo una palabra, solo se retiro y se sentó en una silla para esperar que comenzara la boda.

Ricarda notaba a Laura estaba muy tensa, y le dice a Robinson: -Aquí esta pasando algo muy grave Robinson, para mí que estas dos se volvieron a pelear por Cesar, ¿a ti no te parece raro?.

-Por supuesto que si Ricarda, pero ya nos enteraremos, así que mejor no hagamos historias donde no las hay.

-Tienes Razón mi Robin, mejor sentémonos a esperar a nuestra amiga Estelita, Ojala y hoy no se le meta el espíritu de Estefanía y valla a agarrar a mi hija por el cabello porque piense que le esta quitando a Marcos.

-Jajaja -Expresó Robinson- Ricarda tu y tus ocurrencias, deja a Marcos ser Feliz con tu hija y Estelita se va a casar hoy, así se le meta el espíritu del fantasma de Canterville.

El Fantasma de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora