Capítulo XXXVI: ¿Muerta o Viva?

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Gilary y Cesar estaban muy intrigados con la supuesta hija desaparecida de Isabel, querían saber la verdad, si estaba viva o muerta, Gilary solo pensaba que la respuesta la tenía uno de los amigos del alma o quizás todos pero no sabía como preguntarles sin ser indiscreta, como a las 14:00 horas cuando el sol estaba mas ardiente en San Sebastián, Ricarda se estaba bañando en la piscina de la mansión, Gilary se acerca y se sienta sobre una silla de estención que estaba bajo la sombra de unas palmeras.

-¡Mamá por favor sal del agua!, quiero hablar contigo. Dijo Gilary muy tranquila

-¡Ay no Gilary!, que abusadora eres, no ves que estoy tomando un poco de bronceado, mira que estos últimos días he estado muy paliducha y así no se pueden conquistar los hombres.- Respondió Ricarda- Pero esta bien, haré un excepción contigo solo porque eres mi hija.

Ricarda tomo su pareo gris con flores estampadas estilo hawaianas y se lo cruzo por la cintura diciendo: -A ver mi amor, dime todo lo que me quieras decir -Tomó el bronceador- pero antes tienes que aplicarme esta crema para que mi piel este mucho mas bella.

-Esta bien mamá, haré todo lo que quieras, pero solo quiero preguntarte algo que tienes que responderme con la mayor sinceridad del mundo. Dijo Gilary mientras le aplicaba el bronceador.

-¡Esta bien soy toda oídos hija!  

-¿Mamá donde esta la hija de Isabel?. 

Ricarda se puso muy nerviosa no sabía que contestarle solo fingió demencia y le respondió: -¿Hija?, ¿cual hija?, hasta donde yo se Isabel no tuvo hija, ni tampoco un marido para tenerla, porque se vestía muy feo y además no tenía la clase y el glamour que tenemos las mujeres de esta casa, ¡bueno en especial yo!

Gilary sabía que su madre estaba evadiendo el tema pues estaba acostumbrada a escucharla cuando no quería responder algo: -Mamá yo se que tu sabes algo, ¡así que por favor dime!

-¡Gilary Montenegro! -Dijo Ricarda en voz alta- No quiero hablar del tema y punto, ¿porque te aferras en el pasado?, si como bien entiendes es pasado, ¡o sea ya paso!

Gilary molesta le quita los lentes oscuros rosados que tenía Ricarda y le dice: -¡Mamá!, confía en mí, ¿porque todos en esta casa son tan misteriosos?, mamá comienzo a sospechar que tu eres La Reina.

Ricarda no respondió.

-Mamá de paso te quedas callada, ¡habla por favor! -saco del bolsillo de su pantalón la foto de Isabel con aquella bebe que había encontrado en el cuarto secreto y se la lanzo a Ricarda- ¡Ve esa foto!, porque ahora no me vas a decir que eso es fotoshop.

Ricarda miró por varios segundo la foto, luego levanto la mirada y miro a los ojos a Gilary diciéndole: -¡Esta bien Gilary! te lo voy a contar todo, antes de que alguien más te lo cuente, esa niña que ves en esa foto, esta muerta el mismísimo viejo Octavio la asesino, porque Isabel no la quería y ella misma fue quien se lo pidió. 

-Pero que horrible es eso mamá. -Dijo Gilary conmovida- Ese viejo Octavio era un completo asesino, debe estar quemándose en el infierno.

Ricarda se levanta de la silla de estención sin decir una palabra y entrelazo a Gilary con sus brazos, ella podía sentir las lagrimas de su hija cayendo sobre su hombro, Gilary era muy sentimental, su personalidad era muy parecida a la de la difunta Estefanía.

Gilary no quedo muy convencida de la confesión de su madre, así que se dirigió a una persona que si lo podía saber todo, Doña Esmeralda.

Doña esmeralda estaba sentada en la silla mecedora de su habitación bordando flores en algunos pañuelos de algodón, Gilary entro a la habitación y le dijo: Doña Esmeralda, que bueno que la encuentro.

¡Hija!, respondió ella muy emocionada. -luego de lo que paso en la procesión de San Sebastián en el pueblo, Doña Esmeralda se cohibió de salir para no ser señalada.

-¿Qué te trae por aquí Gilary?. Le preguntó

-Doña Esmeralda, vengo porque tengo una duda y yo se que usted me va a responder, por eso quiero que lo haga con mucha sinceridad. le dijo Gilary

Esmeralda, asintió con la cabeza y siguió bordando; Gilary saco la foto de su bolsillo y se la mostró diciéndole recuerda esta niña Doña Esmeralda?

-¡Por supuesto mija, como olvidarte, estabas tan pequeña aquí, esos hermosos ojos son tan fáciles de reconocer. dijo Esmeralda refiriéndose a la fotografía.

Gilary no pudo seguir diciendo nada, la única forma de ella ser la de la foto es que Isabel fuera su madre, pero solo pensó que Doña Esmeralda estaba un poco loca y se retiro de la habitación.

Gilary entra al despacho, allí se encontraba Cesar platicando con Anastasia pero al Gilary entrar Cesar le pidió a Anastasia que los dejara solo un momento, Anastasia acepto sin duda alguna, pero al cerrar la puerta se quedo para escuchar lo que hablarían esos dos.

Gilary le dijo a Cesar: -Cesar hable con mi mama y me dijo que esa niña estaba muerta, pero todo se complico cuando hable con Doña Esmeralda y me dijo algo que me dio mucho miedo, me dijo ¡que esa niña era yo!

-Pero es no puede ser Gilary, porque tu eres hija de Ricarda y si tu eres la de la foto eso quiere decir que eres hija de Isabel, cosa que no puede ser cierto. Dijo Cesar sabiendo la verdad

Anastasia estaba escuchando todo del otro lado de la puerta y al escuchar esta noticia quedo tan sorprendida que fue a preguntarle a Laura, pero Laura le dijo que tenía razón, Gilary era la hija de Isabel, pero se la regalo a Ricarda porque le había parido a un bastardo que no la merecía, un hombre sin dinero, Isabel siempre fue muy ambiciosa.

Anastasia como siempre de entrometida fue a preguntarle a Marcos, pero Marcos coincidía con lo de Laura.

Por la noche llega Estelita y Julio de su luna de miel, solo Cesar, Robinson y Doña Esmeralda lo recibieron con una muy buena actitud los demás murmuraban los unos a los otros que esa felicidad iba a durar muy poco.

Cuando todos estaban en sus habitaciones, todo estaba en silencio, solo se escuchaba el ruido de la ducha de Gilary que estaba tomando un baño, ella escucha un fuerte ruido en su habitación, toma la toalla se cubre y sale rápidamente del baño, pero no vio absolutamente nada: -Son cosas mías, se dijo Gilary así misma.

Ella se sentó en su peinadora para peinarse y al subir su cara y mirar el espejo observa que en el hay escrito una frase con una pintura de labio que decía: "Isabel es tu verdadera madre, Ricarda es tu madrastra, La Reina te lo dice, antes de que a alguien se le salga"

Gilary llorando dice: -¡Esto no puede ser verdad!.

Tomó su bata de dormir y salió directo a la habitación de Ricarda, ella estaba durmiendo pero Gilary la despertó diciendo: -Así que me tuviste engañada siempre Ricarda, ya se que no eres mi madre, mi madre es Isabel y tu nunca me lo dijiste.

Ricarda no tenía palabras para decirle a Gilary solo le dijo: -¡Por favor hija!, ¿de donde sacas esas cosas? yo soy tu madre chica, tu mama de todos los días.

-¡Ya no sigas mintiendo Ricarda!, tu eres una mentirosa, yo se que Isabel era mi mama, ven a mi cuarto y ve lo que me escribió La Reina.

Juntas fueron a la habitación y Ricarda leyó una y otra vez el poema que le había dejado La Reina en el espejo, Ricarda se tiró en el piso llorando y abrazando los pies de Gilary le dijo: -¡Mi amor perdóname!, yo soy tu mamá, yo fui quien estuve contigo todos los días de tu vida, no me dejes por favor, ¡perdóname!

Gilary estaba devastada y llorando solo le dijo: -Sal de mi habitación, quiero estar sola.

Pero Ricarda insistía en que la perdonara y le dijo: ¡Por favor perdóname Gilary, yo no he hecho nada malo, solo amarte, porque Isabel no te quería, porque eras el fruto de un hombre que no tenía dinero, Isabel era muy ambiciosa, hasta estuvo a punto de matarte con el viejo Octavio pero yo me opuse y le pedí que no lo hicieran, que yo me encargaba de cuidarte y así fue mi amor, hasta ahora te he cuidado y te amo, porque eres mi hija.

Gilary no podía seguir escuchando esas rudas palabras y por segunda vez le pidió a Ricarda que saliera de su habitación, Ricarda le hizo caso, pero antes de salir con lagrimas en sus ojos le dijo: -Piénsalo bien Gilary, mañana vendré a que me perdones porque yo soy tu mamá y te amo.

El Fantasma de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora