A cada paso que daban, Marie se enamoraba mas del pueblo. Árboles por doquier, la gente convivía, un césped hermoso y verde llenaba los jardines de las viviendas y podía respirarse un aire exquisito, como si ese pueblo estuviera libre de pecado o de cualquier maldad. Ponía atención a cada descripción que Axl daba acerca de una persona. Quería conocer cada detalle de ese maravilloso lugar.
-Ahí esta. -Comentó.- El mercado del pueblo. Vamos. -Tomó la mano de Marie y cruzaron la calle casi corriendo. Nadie que no fuera su abuela o su padre había tomado su mano antes. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Ya habían entrado al mercado y Axl aun tomaba su mano.
-¿Que ondon, Rose? -Saludó un chico de pelo enmarañado que estaba detrás del mostrador, Marie podía jurar que no se veían sus ojos.
-¿Que tal, Slash? -Hicieron un saludo raro con las manos.
-¿Quien es la chica?
-Ella es Marie Jones. -Sonrió.
-Hola Marie, mucho gusto. Soy Saul Hudson, pero puedes llamarme Slash. -Extendió su mano hacia ella.
-Mucho gusto, Slash. -Sonrió ampliamente mientras aceptaba el cordial saludo del chico.
-Vamos, Marie, acompañame.
-Claro.
-Oye Axl, no olvides que esta noche iremos al río. -Sonrió el chico.
-No te preocupes, Slash. Ahí estaré. -Dedicó una sonrisa y se dispuso a sacar la lista de los víveres que debía comprar.- ¿Alguna vez has ido a un río?
-La verdad, no. -Respondió tranquila.
-¿Por que no vienes con nosotros?
-No lo se, tendría que pedirle permiso a mi padre.
-Ah, ya entiendo, ¿la niña de papá, no? -Soltó una risita mientras colocaba unos productos en la pequeña canasta que Marie llevaba en el brazo.
-Claro que no. -Frunció el ceño, tratando de ocultar una sonrisa.
-¿Entonces por que le pides permiso?
-Porque tiene derecho a saber donde estoy, ¿que tal si me pasa algo?
-Uy si, ¿que tal si somos unos asesinos seriales? -Dijo con tono de burla.
-¿Que tal si yo soy una asesina serial? -Comentó siguiendo el juego.
-Entonces eres una asesina muy hermosa. -Pronunció sonriendo, Marie soltó una risita a la par que sus mejillas se tornaban ligeramente rojas.- ¿Vendrás?
-Claro, pero con una condición.
-¿De que se trata?
-No me empujes al río. -Rió un poco, Axl no tardo en unirse a ella.
-Hecho. -Sonrió mientras caminaban al mostrador.
-¿El Sr. McCarthy? -Cuestionó Slash mientras cobraba los productos.
-Así es. No entiendo porque no te agrada. -Dijo sacando su billetera.
-Es un viejo loco, se le olvida hasta donde vive, eso no es normal. -Se excusó el chico.
-No esta loco, esta enfermo que es otra cosa. -Dijo intercambiando el dinero por los víveres.- Y tu eres el que no es normal. -Rió mientras tomaba la mano de Marie y caminaban hacia la salida.
-¿Ah si? Pues tu cabello tampoco es normal. -Exclamó Slash desde la puerta del mercado haciendo que Axl y Marie rieran.
-¡Quitate del camino, Marie! -Gritó su padre haciendo sonar el claxon, aunque ni siquiera les estorbaban, esa era su forma de avisar su llegada. Un gran camión paso al lado del Corvette en dirección a la casa.
-¿Todo listo para la mudanza, he?
-Todo listo, cariño. -Sonrió.- Veo que tienes un nuevo amigo.
-Claro. -Sonrió ampliamente.- Papá, él es Axl Rose, nuestro vecino. Axl, Edward Jones, mi padre.
-Mucho gusto, Sr. Jones. -Extendió su mano educadamente hacia Edward, quien solo la miro de manera indiferente.
-¿Quien te dio permiso de salir con mi hija? -Escupió el hombre.
-¡Papá! -Reprimió Marie avergonzada.
-Descuida, Marie. -Le dedicó una sonrisa.- Le pido disculpas, Sr. Jones, no volverá a pasar.
-Claro que no, por que estas castigada jovencita. -Abrió la puerta del asiento trasero del auto.- Entra.
-¿Por que? ¿Que hice?
-Saliste sin mi consentimiento. Entra al auto. -Ordenó.
-Ahora sabes porque debo pedirle permiso. -Murmuré cerca de Axl.
-Siento haberte causado problemas.
-Descuida. -Respondió con una mueca en su rostro mientras abordaba el auto.- Nos vemos luego vecino.
-Hasta luego, vecina. -Se despidió dándole la mano, le pareció algo extraño pero cuando sintió un pequeño papel en sus manos comprendió por que lo había hecho. Su padre arrancó y con esto, el sermón de siempre.
-¿Que es lo que te he dicho siempre? Debes pedirme permiso...
-Cada que quiera que salir. -Imitó a su padre.- Lo sé, me lo has dicho mil veces.
-¿Entonces por que estabas con ese chico "horrible" como tu le dijiste? -Dijo concentrado en el camino.
-Puede que sea horrible, pero es muy amable. Me ayudó con tus maletas, abuela. -Comentó.
-Suena a que es un buen muchacho, Eddie. -Pronunció su abuela.
-No me interesa, lo único que quiero es que me pidas permiso la próxima vez. ¿Entendido?
-¿Y que si tu no estas?
-Estará tu abuela. -Comentó.
-Esta bien. -Se recargó en el asiento.- ¿Puedo salir esta noche?
-¿A donde? -Cuestionó.
-Al rió.
-¿Con quien?
-Axl y otro amigo. -Respondió con rapidez.
-No.
-¿Por que no? Dijiste que si te pedía permiso podría ir. -Protestó.
-Si, pero estas castigada. -Le sonrió por el retrovisor.
-Deja que valla con sus amigos. -Pronunció su abuela.
-Dije que no. -Insistió.- Y no, es no.
-Un momento, tu no estarás en la noche, irás a trabajar. La abuela se quedará conmigo y ella me dejará ir, ¿cierto, abuela?
-Claro, hija. Tienes mi permiso. -Pronunció alegre.
-¡Si! Gracias, abuela. -La abrazó como pudo ya que su abuela iba en el asiento del copiloto.-
-Eres muy astuta, niña. Saliste a tu padre. -Dijo en tono de superación.
-Tu nunca fuiste astuto, Edward. -Comentó su abuela dando un leve golpe en el hombro de su hijo.
-Tu si sabes abuela. -Pronunció Marie riendo.
-Silencio Marie, o haré largo tu castigo.
-Esta bien, me callo. Pero iré al río con Axl.
-De acuerdo, irás al río con ese chico, pero solo porque no estaré y tienes el permiso de tu abuela.
Marie hizo un gesto de victoria, estaba emocionada por salir con Axl. Definitivamente, ese chico tenia algo que a ella le encantaba.
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Psicópata //Terminada//
Fanfiction¿Has amado a un hombre, con tal intensidad, al grado de matar por él? ¿Has sentido esa necesidad de alejar a todas las mujeres que se le acercan? ¿Has tenido esa sensación de que él debe estar solo contigo? ---- Solo una pregunta divagaba por s...