Psicópata //Terminada//

Capítulo 4

-Genial, mi blusa favorita. -Pronunció Marie mirando las manchas de lodo en su blusa de Black Sabbath.
-Gracias por arruinar mi camisa, Slash. -Comentó Axl quitándose su camisa.
-Lo siento, no vi que ya estaban aquí. -Dijo bajando de la camioneta.
-Da igual. -Aventó la camisa por ahí. Marie pudo apreciar una vez más su torso desnudo, era perfecto, todo él era perfecto. Pero el encanto se acabó cuando aquella chica rubia que vio salir de la casa de Axl hacía un par de horas, bajó de la camioneta y se acerco a él.
-Hola, Bruce. -Dijo riendo mientras lo abrazaba, él correspondió al abrazo.
-Hola, Winona. -Pronunció riendo igual.- Ya te he dicho que odio que me llames Bruce.
-Y yo odio que me llames Winona. -Dijo la chica, parecía ser que había algo mas entre ellos. Marie se sintió incomoda con la situación y se alejo de ahí para llegar a la orilla del lago. Arremangó su pantalón e introdujo sus pies en la cristalina agua.
-No te preocupes, es solo una pretendiente. No son nada. -Comentó un chico de cabello negro a la par que se sentaba a su lado.
-Da igual, no me interesa. -Dijo agitando sus pies en el agua.
-Eso no es verdad, y lo sabes. Puedo ver claramente en esos bellos ojos cafés que él te gusta. -Sonrió, ella hizo lo mismo.- ¿Como te llamas?
-Marie Jones, un gusto. -Extendió su mano.
-Jeffrey Dean Isbell. -Tomó su mano y la besó.- Pero puedes llamarme Izzy.
-De acuerdo, Izzy. -Soltó una risita.
-¿Sabes que nos esta mirando?
-¿Quien? -Preguntó incrédula.
-Voltea disimuladamente. -Susurró Izzy. Marie se giró para tomar una piedra que yacía atrás de ellos. Axl los miraba y no les quitaba la vista de encima, pero cuando notó que Marie se había dado cuenta, volteó hacia otro lado. Ella volvió a su postura anterior y arrojó la piedra al lago para disimular.- Le gustas.
-No es verdad. -Hizo una mueca.- Tiene a una chica perfecta a su lado, ¿por qué se fijaría en mi?
-Creeme, yo sé lo que te digo.
-¿Como estas tan seguro?
-Él me lo dijo. -Dijo encendiendo un cigarrillo.
-¿Enserio? Pero entonces, ¿por qué esta con ella?
-Trata de darte celos, lo conozco muy bien.
-¿Celos? ¿Por qué? -Cuestionó confundida.
-Le gustas a Slash, y cree que tu sientes lo mismo por él. Por eso es que hace eso. -Volteó hacia atrás.- Hablando del ruloso, ahí viene tu pretendiente. -Le regaló un guiño.
-Espera, Izzy, no me dejes sola. -Lo detuvo sosteniéndolo del brazo.
-No te dejare sola, estarás con la mejor compañía. -Dijo por ultimo y se alejo de ahí.
-¡Hola, Marie! -Pronunció Saul acercándose a ella con un cigarrillo en la mano.
-Hola, Slash. -Sonrió.
-¿Por qué te alejaste del grupo? -Preguntó sentándose junto a ella.
-La chica rubia no me agrada.
-Ah, ya entiendo. Estas celosa. -Sonrió a la par que se acercaba mas.
Suspiró.- Pues si, un poco. -Se cruzó de brazos.
-Te propongo algo, ¿que te parece si hacemos lo mismo? Hay que darle celos a Rose. -Paso su mano por los hombros de Marie.
-Suena divertido. -Volteó a verlo.- De acuerdo. -Le sonrió.
-Genial. -Exclamó emocionado.- Ven acercate mas a mi. -Marie obedeció y los dos se juntaron tanto que no había ni un milímetro de distancia entre ellos. Ella se preguntaba si estaba funcionando.

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Todo su plan se había ido a la mierda, le había dejado en claro a Slash que no trajera a Winona, quería dedicarle toda la tarde a Marie. Ese maldito chico hizo su jugada, pero no se iba a quedar viendo como se aprovechaba de la situación. Michael no había ido con ellos al lago, y pasó por su cabeza inventar algo para que Winona se fuera.
-Oye, Liz. -La llamé.
-¿Si, Axl? -Volteó a verlo. Estaban demasiado cerca, retrocedió un par de pasos, lo que le permitió ver detrás de ella a Marie y Saul, sentados, conversando muy cómodamente y, ¿compartiendo un cigarrillo? Eso había sido el colmo.
-Steven no vino esta noche porque se quedo preparando una cena muy especial, solo para ti. Tienes que ir ahora, no vas a hacerlo esperar, ¿verdad? -Dijo guiándola hasta el camino que debía seguir para volver al pueblo.
-Pero Axl, es que yo...
-Genial, que te diviertas. Saludas a Steven de mi parte. -Se cercioró de que se fuera. Una vez que ya no alcanzaba a verla, dio media vuelta y caminó hacia donde Marie.- Oye Slash, ¿nos permites?
-Si, claro amigo. -Le susurró algo a Marie, a lo que esta respondió con una sonrisa, algo que no le gustó en absoluto.- Nos vemos luego, Marie.
-Hasta luego, Slash. -Sonrió.- Hola Bruce. Perdón, quise decir Axl.
-Esta bien, no te disculpes. Solo tu me puedes decir Bruce. -Sonrió.
-¿Enserio?
-Claro, seras la única persona que me llame así. Y también serás la única persona que conozca este lugar. Dame tu mano.

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Tomó su mano con mucha seguridad y confianza. No sabia exactamente lo que era, pero ese chico, Bruce, tenia algo que hacia que confiara ciegamente en él. Le parecía demasiado rápido por el hecho de que lo había conocido apenas esa mañana, pero no le importaba, e inevitablemente se había enamorado. Pero, ¿como no hacerlo? Ese chico era perfecto... peligrosamente perfecto.