-¿De verdad nadie mas sabe de este lugar? -Preguntó a la vez que miraba con asombro aquel lugar. Era un árbol, del cual, sus ramas cubiertas de hojas caían hasta el suelo y cubrían a su alrededor como si fuese una cortina, dando así la apariencia de una especie de cueva. Era simplemente hermoso.
-No. Solo tu y yo. -Dijo tomando su mano.
-Es hermoso. ¿Como lo encontraste?
-Fue un día que Slash y yo fuimos hasta el otro pueblo por unos dulces, lo vi a lo lejos y decidí venir a ver. Este es como mi lugar personal, y ahora lo comparto contigo. -Pronunció mirándola a los ojos, ambos sonreían.
-Deben ser unos dulces muy buenos para conducir hasta el otro pueblo. -Comentó Marie después de unos segundos de silencio.
Soltó una risita. -Lo son. Mañana iremos por unos, tu y yo.
-¿Tienes auto?
-No, pero siempre podemos contar con la camioneta de Slash. -Dijo sonriente, a lo que Marie rió.- ¿Sabes? Me encanta tu risa, es hermosa.
-Gra-gracias. -Pronunció sonrojada a la par que agachaba la mirada, pudo ver la hora en su reloj, era muy tarde. Tenía la opción de irse o quedarse en ese mágico momento con Bruce, claro que eligió la segunda opción.- ¿Puedo preguntar algo?
-Lo que quieras.
-¿Quien era la chica rubia?
-Es nuestra vecina, se llama Winona. Va al mismo colegio que todos en el pueblo.
-Entonces, ¿la ves a diario?
-Prácticamente si. -Respondió.- Por cierto, ¿entraras al colegio, verdad?
-Claro, mañana será mi primer día. Estoy algo nerviosa para ser sincera.
-No te preocupes, estaremos contigo. -Sonrió.- Es mi turno de preguntar. -Dijo después de un par de segundos.
-De acuerdo. -Rió un poco.
-¿De que hablaban tu y Slash? -Cuestionó.
-Oh, cosas sin sentido. -Respondió rápidamente.
-¿Ah si? ¿Como cuales?
-Pues, hablamos de por que el cielo es azul, por que los animales no hablan, y cosas tontas que se nos ocurrieron. Después se ofreció a llevarme al colegio por la mañana.
-Genial, entonces iremos todos juntos. -Sonrió mirando su reloj.- Creo que ya es algo tarde, lo mejor será irnos. -Pronunció no muy convencido.
-Si, claro. -Comentó Marie comenzando a caminar lentamente.
-Mañana, después del colegio y después de ir al otro pueblo por dulces, vendremos aquí tu y yo. -Pronunció caminando a su lado.
-Suena como un plan perfecto para mañana. -Sonrió. Le había sorprendido como no olvidaba nada de lo que decía, o de lo que hablaba.
Caminaron hasta el lugar en donde se suponía que estarían Slash y el resto, pero no había nadie. Por lo que tuvieron que atravesar a pie, de nuevo, el bosque. Esta vez era mas tenebroso para Marie, tenia cierto temor a la oscuridad, y no le agradaba caminar de noche por un bosque oscuro. Fue un alivio cuando al fin caminaban por las calles del pueblo. Una fresca brisa recorrió a Marie haciéndola temblar de frío, algo que Bruce notó, e inmediatamente le colocó una chaqueta que había dejado en la camioneta de Slash el día anterior a la llegada de Marie y que este había sacado cuando el moreno había ensuciado su camiseta.
-Gracias. -Respondió al gesto.
-No es nada. -Sonrió a la par que tomaba su mano.
Un cosquilleo apareció en la palma de su mano, y este fue subiendo por todo su brazo hasta llegar a su estomago. Ahora Marie sabía como se sentían las supuestas "mariposas en el estómago", pero mas bien, ella sentía un zoológico entero. No tardaron mucho en llegar a la puerta de su casa, estos se pusieron frente a frente, mirándose a los ojos entre sí. Parecía que ninguno quisiera arruinar ese momento con palabras, tan solo sus miradas bastaban. Bruce se acercó a su rostro, provocando que ella entrará en pánico, la iba a besar. Marie jamas había besado a alguien, ¿que tal si no besaba bien? ¿Que tal si a Bruce no le agradaba el beso? Después de esas preguntas en su cabeza, sintió deseos de rechazarlo, pero cuando se decidió ya era demasiado tarde para hacerlo, los labios de ambos se movían al ritmo de un compás perfecto, como si encajaran tan bien como dos piezas de rompecabezas. Ese había sido el primer beso de Marie. Pero como cada cosa buena tiene un final, ambos se separaron por falta de aire. Juntaron sus frentes mientras regulaban su respiración, Bruce sostenía entre sus manos el rostro de Marie y los brazos de esta rodeaban su cuello. Era un momento simplemente perfecto.
-Espero que Slash y los demás no estén por ahí espiando. -Soltó Bruce junto a una pequeña risita, Marie no tardo en unirse.
-No lo creo. -Posó su mano en su mejilla y lo miró a los ojos, estos brillaban a la luz de la luna cual piedras preciosas, para ella eran incluso mas hermosos que un diamante o una esmeralda.
Fue sorprendida una vez más por los labios de Bruce haciendo contacto con los suyos. No quería separarse nunca de él, quería estar a su lado, justo así, quería que ese momento durará para siempre. Bruce fue acelerando el beso a la par que avanzaban hacia el Volkswagen de la abuela de Marie. Esta pronto quedó contra el auto mientras Bruce hacia aquel beso mas intenso y apasionado. Comenzó a besarle el cuello, permitiendo que Marie elevara su vista hacia la ventana de lo que dedujo, era la habitación de su abuela. Ya que ella estaba observándolos desde ahí. Una sensación de pánico invadió nuevamente a Marie, y con dificultad, logró separarse de Bruce.
-Debo entrar. -Pronunció agitada. Sonrió de medio lado mientras mordía su labio inferior.
-Nos veremos mañana. -Susurró en su oído haciéndola temblar.
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Psicópata //Terminada//
Fanfiction¿Has amado a un hombre, con tal intensidad, al grado de matar por él? ¿Has sentido esa necesidad de alejar a todas las mujeres que se le acercan? ¿Has tenido esa sensación de que él debe estar solo contigo? ---- Solo una pregunta divagaba por s...