Capítulo 13

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     Rápidamente se deshizo de sus Converse para no dejar huellas cuando saliera del lugar. Enredó los zapatos en la blusa y se alejó del cuerpo sin dejar rastro. Echó un ultimo vistazo a la escena, un charco de sangre la rodeaba, tenia una cortada en su cuello y sus muñecas, y el cuchillo yacía tirado cerca de ella, todo parecía bien para un acto de suicidio. Un estruendoso sonido la hizo saltar, había comenzado a llover, y no era una simple llovizna, parecía mas una tormenta. Salió de ahí rápidamente, corrió hacia su casa y entró por la puerta trasera. Todo estaba bien ahora, ya se encontraba en casa, solo quedaba deshacerse de su ropa y esperar que encontrasen el cuerpo. Seguro comenzarían a investigar e interrogaran a sus familiares, amigos y vecinos. De pronto recordó a las otras chicas, tenía que deshacerse de ellas o podrían atestiguar en su contra. Agradeció que hubiera clases al día siguiente, así podría hacer algo para remediar la situación. Se quitó los pantalones y los puso en una cesta junto con los Converse, subió rápidamente las escaleras hasta su habitación y se vistió. Bajó de nuevo a la planta baja, tomó una bolsa negra para basura y metió en ella las prendas. Tomó las llaves del Volkswagen de su abuela que había dejado ahí para cualquier emergencia que se presentara. Sin duda esa era una emergencia. Subió al asiento de copiloto y puso la bolsa en el asiento de al lado. Arrancó y se dirigió hasta el otro pueblo, tenia un plan, iría a la misma tienda a la que había ido con Bruce a comprar caramelos, compraría cualquier cosa y después conduciría al bosque, quemaría la ropa, guardaría los restos en la bolsa y por ultimo, lo enterraría.

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     Todo estaba tranquilo, se encontraba en su habitación con sus auriculares escuchando un poco de Iron Maiden. Se había quitado un gran peso de encima al deshacerse de aquellas prendas, ahora se encontraban bajo tierra, y muy pronto, Winona también lo estaría, solo era cosa de esperar.
-"Eres una asesina, Marie". -Escuchó decir, era la voz de Winona.
-¿Que? ¿Quien dijo eso? -Cuestionó Marie.
-"Me mataste, solo para quedarte con Axl". -Volvió a escuchar.
     Se levantó de inmediato y rápidamente bajó las escaleras, estaba demasiado alterada y el timbre de la puerta hizo una aparición indeseada haciéndola saltar del susto, lo que menos quería en ese momento era una visita, pero de todos modos abrió.
-¿Que haces tu aquí? Creí que llegarías pasado mañana. -Dijo al ver a su tío del otro lado de la puerta.
-Es un gusto verte también, sobrina. -Pronunció sarcástico y entró a la casa.- Espero que estés preparada para lo que viene, pequeña.
-¿A que te refieres? -Preguntó temerosa.
-Yo estoy a cargo de ti ahora. -Acarició su mejilla y sonrió, una sonrisa llena de lujuria que Marie detectó al instante.- Ve a tu habitación, ¡ahora!
-Pero iba de salida, tengo que ir a ayudarle a un vecino a regar su jardín. -Se excusó e intento salir, pero este se lo impidió.
-¡No vas a ir a ninguna parte! Esta lloviendo, no me creas estúpido. Irás a tu habitación y me esperaras ahí. -Demandó. Marie sabia lo que pasaría, así que por instinto salió corriendo de ahí.
-¡Regresa aquí! -Ordenó su tío.
-¡Bruce, abre! ¡Por favor, Bruce! -Gritaba mientras golpeaba la puerta de su casa, pero él no estaba.
-¡Ven aquí, niña! -La tomó del brazo y la arrastró de nuevo hacia casa.
-¡Oye! ¡Sueltala! -Se acercó un chico alto y rubio, y sin previo aviso dejó caer un fuerte golpe en el rostro de su tío.- ¿Estas bien?
-Si, muchas gracias. -Sonrió a duras penas.
-Ven, es mejor irnos o podría despertar. -Se quitó su chaqueta y se la dio a Marie.
-Eres muy amable, ¿como te llamas? -Cuestionó.
-Soy Michael Andrew Mckagan, pero todos me conocen como Duff. Puedes llamarme así si quieres. -Sonrió
-¿Duff? Entonces tu eres el amigo de Izzy, Slash, Steven y Axl. -Comentó.
-¿Los conoces? -Preguntó.
-Claro, son mis únicos amigos.
-Bueno, ya tienes a uno mas.
-Gracias. -Sonrió.- Por cierto, ¿sabes donde esta Axl? Lo busqué en su casa pero no esta.
-Esta con los demás en la casa de Izzy, ¿quieres ir allá?
-Por favor. -Asintió.
     Fue un largo camino bajo una llovizna delicada, la cual los dejo ligeramente húmedos. Pero al llegar a la casa de Izzy, la lluvia se intensificó, parecía una fuerte tormenta. Duff llamó a la puerta y el pelinegro no tardo en abrir.
-Duff, veo que ya conociste a Marie. -Dijo sonriente.- Pasen.
-Gracias, Izzy. -Pronunció Marie.
-¡Marie! -Exclamó Axl al verla.
-Hola Bruce. -Respondió con una ligera sonrisa en su rostro.
-Estas temblando. -Comentó a la par que la abrazaba.- ¿Que hacías afuera en la lluvia? ¿Por qué no estas en casa? -La miró a los ojos, esta agachó la mirada.- Ven, vamos a sentarnos. -Tomaron asiento en un sofá de la sala que estaba separado de los demás.
-Bruce...
-¿Si?
-No quiero regresar a casa. -Pronunció mirándolo a los ojos.
-Tranquila, no tienes que hacerlo. -Dijo uniendo sus frentes.- Te quedarás conmigo. -Sonrió.- ¿Sabes por qué?
-¿Por qué? -Preguntó sonriente.
-Porque eres mía, y te amo. -Respondió, el semblante de Marie se torno serio, nunca se esperó escuchar esas palabras viniendo de Bruce, pero había pasado, y se sentía la persona mas feliz del mundo, no dijo nada, solo lo besó.

Psicópata  //Terminada//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora