Capítulo 12

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-¡Bubblegum! -Exclamó Steven.
-Hola, Popcorn. -Sonrió Marie.
-No te vi llegar a clase de gimnasia.
-No quise entrar, me quede en el salón. -Se sentó al lado de Steven.
-Hola, chicos. -Saludó Slash, quien venia acompañado de una chica.
-Hola, Slash. Hola, Tracy. -Pronunció Steven.
-Marie, ella es Tracy. -Comentó Slash.
-¡Hola, Marie! -Dijo la chica sonriente.
-¿Que tal? -Respondió.
-¡Slash, Steven! -Gritó Izzy, quien venia corriendo hacia la mesa.- ¿Adivinen quien regresó al pueblo?
-¿La Sra. Harris? -Cuestionó Slash.
-Oye, que buena estaba para su edad. -Le sonrió Steven a Slash.
-¡Callense, par de tarados! No es la Sra. Harris. -Le dio un zape a cada uno.
-¿Entonces quien? -Cuestionó Saul sobando su cabeza.
-Espera, ¿Duff? -Izzy asintió.- ¡Duff, volvió! -Dijo Steven emocionado.
-Amigo, esas si son buenas noticias. -Pronunció Slash muy sonriente.
-¿Quien es Duff? -Se atrevió a preguntar Marie.
-Es un amigo nuestro. Se fue de viaje por unos meses pero ahora esta de vuelta. Te caerá muy bien, es un buen chico. -Comentó Izzy.
-Genial, ya quiero conocerlo. -Sonrió Marie, pero esa sonrisa se borró cuando vio a Bruce acercarse en compañía de una chica, la conocía, era Charlotte, de su clase de literatura.
-Hola, chicos. -Saludó la chica.- Marie, hola, no sabía que eras amiga de este grupo de tontos. -Revolvió el cabello de Steven y este río.
-Hola, Charlotte. -Fingió una sonrisa, sintió el aliento de Bruce en su cuello.
-Salgamos de aquí. -Susurró en su oído.
-Bueno, chicos, nosotros nos vamos. -Sonrió Marie.- Nos vemos luego.
-Te ves hermosa hoy. -Sonrió Bruce.
-¿Que hacías con Charlotte? -Preguntó ignorando por completo el comentario de Bruce.
-Oye, no te pongas celosa. Me encontré con ella en el pasillo y fuimos juntos al comedor. -Respondió.
-Lo siento. -Rió un poco y agachó la mirada.
-¡Marie! -Se escuchó detrás de ellos, estos se giraron, se trataba de Tracy.
-¿Si, Tracy? -Pronunció Marie.
-Quería saber si quisieras ir conmigo, Charlotte y otras chicas a comer después de clases, ¿que dices? -Propuso. Marie no le vio nada de malo a la idea de tener amigas, así que aceptó. Un grandísimo error.
-Claro, nos vemos luego. -Sonrió.

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-¿Donde esta Chatlotte? -Cuestionó Marie al ver que no estaba con Tracy.
-Dijo que nos alcanzaría aquí. -Respondió.
-¿Y donde están las otras chicas? -Volvió a cuestionar.
-Ahí vienen. -Sonrió Tracy. Una ligera sensación de pánico invadió a Marie al ver a Winona acercándose a ellas en compañía de sus mastodontes femeninas.
-¿A donde crees que vas? -Dijo Tracy tomándola por el cabello al ver que quería escapar.
-¡Sueltame! -Exclamó Marie.
-Llevenla a mi casa, chicas. Yo iré con Axl. -Sonrió y se alejó caminando.
Una de las mastodontes la cargó en su espalda y la llevó hasta la casa de Winona. No dejaba de pensar en el lío en que se había metido, tenía que huir de ahí, y algo se le iba a ocurrir. Entraron por la parte trasera de la casa y la dejaron en lo que parecía ser la cochera, había muchas herramientas, las cuales podrían servirle para defenderse si es que algo llegase a pasar.
-Aquí te vas a quedar, niña. -Dijo atando sus manos y sus pies con una cuerda.
-¡Son unas malditas locas! ¡Hijas de perra! -Comenzó a gritar, pero estas le hicieron caso omiso y salieron del lugar.
Se levantó como pudo del piso y avanzó a pequeños saltos hasta una repisa con varias herramientas. Tenía que apresurarse si no quería que Winona la encontrara indefensa. Tomó una navaja y comenzó a cortar la soga que la retenía, pronto, al fin quedó libre, pero no podía salir de la casa de Winona, y no le quedó mas remedio que esperar a que esta volviera.
-Gracias por traerme, Axl. -Escuchó desde afuera.
-No es nada, Liz. Cuando quieras.
-Oye, te quiero mucho.
-Y yo a ti, Liz. -Respondió.
-Es una perra. -Susurró Marie apretando el cuchillo que tenia entre sus manos cubiertas con las largas mangas de su blusa.
-¡Llegué, perra! -Exclamó al entrar a la par que encendía la luz.
-Si, ya me di cuenta. -Sonrió.
-No se si escuchaste a Axl decir que me quiere. -Soltó una risita.- Él es mio, Marie. Solo esta jugando contigo, y cuando termine de divertirse, niña tonta, los dos estaremos juntos. Y tu no podrás hacer nada para evitarlo porque no eres nada. Solo eres un pedazo de mierda que cree que alguien puede enamorarse de...
-¡Callate! -Sacó el cuchillo y lo puso en el cuello de Winona.- El único pedazo de mierda aquí, eres tu. -Comenzó a hablar mientras la otra temblaba de miedo.- Y es hora de que entiendas algo, Bruce es mio y de nadie mas. Y cumpliré lo que dije esta mañana, voy a alejar de su lado a las putas como tú. -Y ese fue el ultimo argumento para que Marie deslizara el cuchillo por la garganta de Winona.
Marie miraba horrorizada lo que había hecho, no tardo mucho para que el piso se convirtiera en un charco de sangre. Tenía que huir de ahí, pero no sin antes borrar sus huellas de la escena. Una cosa estaba cubierta, no había tomado el cuchillo con las manos, así que no podía contener huellas digitales, solo había una cosa que hacer, tenia que parecer que Winona había cometido suicidio. Así que sin perder tiempo se quitó la blusa manchada de sangre y la uso para tomar sus manos, acto seguido, cortó sus muñecas para que así pareciera que se había cortado las venas. Solo una pregunta divagaba por su cabeza en ese instante, ¿hasta esto fue capaz de llegar por amor? ¿A esto se le llama amor? "No es amor, ¡estas obsesionada!", escuchaba una voz en su mente. "¡Eres una asesina!", escuchó.
-¡Callate! No es verdad, eso no es verdad. -Dejó caer el cuchillo cerca del cuerpo sin vida de su vecina.- No soy una asesina, no lo soy. -Decía con un escalofrío recorriendo su cuerpo haciéndola temblar.- Todo lo hice por amor... todo lo hice por él.

Psicópata  //Terminada//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora