Psicópata //Terminada//

Capítulo 18

-¿Estas loco? ¿Como planeas que consigamos pruebas? -Cuestionó Duff.
-Algo se me ocurrirá. -Respondió Izzy.
-Ustedes si que están locos. -Steven negó con la cabeza mientras se levantaba del sofá con dirección a la cocina.
-Me da igual lo que digas, por lo pronto tenemos que...
-¡Izzy! -Interrumpió Marie tocando a la puerta.
-¡Mierda! Espero no haya escuchado nada. -Susurró.- ¡Ya voy, Marie! -Se acercó a la puerta y la abrió.
-Hola Izzy, mm, ¿esta Slash por aquí? -Cuestionó sonriente, fingiendo no haber escuchado una sola palabra.
-¡Si, aquí estoy! -Exclamó con la boca llena.- ¿Para qué soy bueno?
-¿Podríamos hablar un momento afuera?
-Claro, nena. -Respondió rápidamente. Acto seguido, ambos salieron por la puerta.
-¿De que querrá hablarle? -Se cuestionó Izzy.
-Izzy, eso no es de tu incumbencia. -Protestó Duff, pero este fue ignorado por Izzy, quien estaba asomado por la ventana observando a Marie y Slash.- Ven acá. -Lo jaló.- Tienes que dejar de ser tan obvio, amigo.
-Si, si. Lo siento. -Se sentó en el sofá.- Es que no puedo dejar de pensar en que Axl esta en peligro.
-Izzy, calmate. Solo fue...
-¡No me vengas con que solo fue una opinión! -Lo tomó por la camisa.- Para mi es algo muy serio y algo en lo que nunca había pensado. Y si resulta cierto, haré lo que sea con tal de alejar a esa psicópata de Axl, daré mi vida si es necesario. -Habló por lo bajo hacia Duff.
-Esta bien, amigo. Pero no hablemos de muertes ahora, nadie de nosotros morirá, te lo aseguro. -Dijo tomando a Izzy por los hombros.
-¡Steven, ven acá! -Gritó Slash entrando a la casa.
-¿Que pasa? -Cuestionó saliendo de la cocina con una rebanada de pan.
-Iremos a prepararte para una cena. -Respondió alegre.
-¿Una cena? -Cuestionó Duff.
-¿Marie irá a la cena? -Preguntó Izzy.
-No. -Verificó que Steven no escuchara y se acercó a ellos.- Marie le preparó una cita con Charlotte. -Susurró.
-¡Vaya! Eso es genial. -Exclamó Izzy.- ¿Significa que Marie no estará en casa, verdad?
-No lo estará hasta dentro de una hora. Fueron al centro comercial, y yo estoy a cargo de Steven. -Sonrió.
-Yo te ayudo. -Dijo Duff.
-No, deja que lo haga solo. Tu me vas a ayudar a mi en otra cosa. -Comentó Izzy.
-Eres un amargado. -Se quejó.
-Si, lo que tu digas. Ahora vámonos. -Dicho esto, los cuatro chicos salieron de la casa de Izzy.

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-Izzy, esto no es una buena idea.
-Callate, Duff.
-Pero, ¿que tal si nos descubren? -Siguió quejándose.
-No lo harán, no hay nadie.
-Bueno, sigue moviendo esa cosa.

     La puerta se abrió después de tanto forzar la cerradura. No había nadie en la casa. Cerraron la puerta y ambos chicos entraron. Por ordenes de Izzy, Duff fue abajo a revisar cada habitación, mientras él se encontraba en el piso de arriba. Inspeccionaban cada rincón, pero no encontraban nada, era imposible seguir creyendo de Marie era la culpable de lo que pasaba. Y las sospechas de Izzy se apagaban a medida que seguía buscando sin encontrar una sola prueba. Entró a la habitación vacía que estaba justo al lado de la de Marie, supuso que era donde dormía su tío. Comenzó por abrir los cajones de la cómoda, no había nada. Se dirigió al armario, se topó con una pequeña caja de madera, la tomó y la abrió, se trataba de un revolver. Con una sensación de angustia y felicidad mezcladas, dejó la caja con el arma en la cama y corrió escaleras abajo.

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-Lottie -alargó-, ¿como es posible que hayas olvidado tu bolso en mi casa?
-Es que estaba muy emocionada. -Le dedicó una sonrisa.
-Bueno, bajaré rápido por tu bolso, ¿donde lo dejaste? -Cuestionó ya afuera del auto.
-Sobre la cómoda al lado de tu cama.
-De acuerdo, ahora vengo. -Cerró la puerta del auto y se giró para entrar a su casa.

     Algo estaba mal, la puerta no estaba con llave, y ella recordaba a la perfección que, en efecto, le había puesto llave. Entró sigilosamente para si alguien se encontraba adentro, no se percatara de su llegada. Recorrió el piso de abajo con cautela, pasó por la cocina, el cuarto de lavado, el baño y un pequeño armario. No había señal de que se hubiesen robado alguna cosa, o de que hubiesen movido algo de su lugar. Caminó hacia las escaleras y subió estas cautelosamente. Antes de que pudiese doblar el pasillo para ir a su habitación, notó que la puerta de la habitación de su abuela estaba abierta, y se escuchaban unos murmuros. Se acercó para poder percibir de quien se trataba, se había percatado de que eran dos personas, pero no lograba reconocer sus voces debido a que estos hablaban por lo bajo. No había otro modo. Entró rápidamente, simulando que no se había percatado de la presencia de alguien en la casa y fingiendo sorpresa al darse cuenta de que se trataba de Izzy y Duff. Ese par definitivamente había ido hasta su casa para buscar pruebas sólidas, se estaban convirtiendo en un estorbo, tenia que hacer lo posible para alejar toda sospecha o no tendría otra opción mas que deshacerse de ellos.

-¿Que demonios hacen ustedes aquí? -Cuestionó.
-¿Marie? -Se exaltó Duff.- Yo... Nosotros... -Comenzó a hablar torpemente.
-Izzy, ¿que hacen aquí? -Repitió. Se dio cuenta de que estos tenían en manos el revolver de su difunto abuelo, ni siquiera sabia que su abuela lo había traído consigo.- ¿Que hacen con el revolver de mi abuelo? -Se apresuró a quitárselos y guardarlo en la pequeña caja.
-Marie, lo sentimos. -Habló Duff de nuevo, mientras Izzy solo estaba parado, con los brazos cruzados y observando a Marie.
-¿Que tu no dirás nada? -Se dirigió a Izzy.- Izzy, ¿que hacen aquí y como se atreven a forzar la cerradura para entrar? ¿Qué es lo que quieren?
-Bien. -Suspiró pesadamente.- Estamos aquí por una simple y sencilla razón. -Habló Izzy mientras se acercaba a Marie.- Te estaba esperando.
-¿Para qué? -Preguntó a la par que retrocedía por lo cerca que tenia a su amigo.
-Tengo algo que decirte. -Dijo poniendo a su amiga contra la pared.
-Izzy, ¿que rayos te pasa? -Cuestionó tratando de liberarse.- Duff, no te quedes ahí, ayudame con Izzy. -Pidió al rubio alto, pero este solo alzo los hombros dando a entender que no podía hacer nada.- ¿Que es eso que quieres decirme? -Preguntó a Izzy dejando de poner resistencia a su agarre.
-Me gustas. -Susurró en su oído haciéndola estremecer.