Psicópata //Terminada//

Capítulo 7

-¡Marie! -Exclamó Izzy abrazándola.
-¡Izzy! -Correspondió al abrazo.
-¿Que tal va tu primer día? -Preguntó Slash.
-Mm... -Recordó lo que había sucedido en el salón hacía unos minutos, fuera de eso todo iba bien.- Muy bien. ¿Y Axl?
-Esta en detención. -Contestó Steven riendo.
-¿Que hizo? -Cuestionó Izzy.
-Le lanzó un libro al maestro de biología. -Respondió Slash, todos rieron, excepto Marie, estaba pensando si Winona era capaz de dañarla, parecía muy seria cuando hizo aquella amenaza.
-¿Pasa algo, Marie? -Cuestionó Slash.
-No, nada, estoy bien. -Sonrió.
-Si es por Axl, descuida. No lo estamos encubriendo mientras esta con otra. -Soltó Izzy.- Creo que eso no sonó muy bien.
-¡Tonto! La haces sentir mal. -Exclamó Steven.- Vamos, Bubblegum, será mejor que nos apresuremos para llegar a clase de gimnasia.
-Genial, amo gimnasia. Hasta luego chicos. -Siguió a Steven.
-Nos vemos en la salida. -Escuchó decir a Slash.
-Y bien... ¿donde queda el gimnasio?
-Bubblegum, tengo algo para ti. –Dijo buscando algo en su bolsillo.– Toma. –Le entregó un papel.– Es de Axl.
-¿De verdad? –Lo desdobló rápidamente.
     "Siento no haber estado en el receso, pero seguro ya sabes que estoy en detención. Quería hablar contigo sobre lo de anoche, pero creo que será cuando salgamos del colegio. Nos vemos después. Manten tu hermosa sonrisa."
     No pudo evitar sonreír al leer la última frase. Dobló nuevamente la hoja con cuidado y la guardó en su mochila. Esperaba que gimnasia fuera como en su antiguo colegio, hacían equipos en quemados y jugaban justamente. Steven se había ido a cambiar a los vestidores de hombres mientras Marie apenas entraba a los vestidores de mujeres. No le gustaba vestirse con todas esas chicas a su alrededor, pero no le quedaba opción. Se colocó la blusa sin mangas blanca con el emblema del colegio, una falda roja deportiva y unos tenis blancos. El uniforme de deportes de su nuevo colegio era mucho más bonito que el anterior. Se miraba al espejo verificando que su uniforme estuviera bien acomodado.
-Hola, Jones. -Saludó Winona.
-Hola, Winona. -Pronunció Marie recalcando el nombre de la chica.
-Entonces, ¿has pensado en lo que te dije?
-No me interesa lo que digas. -Contestó.
-Pues que pena, pudimos ser amigas. -Chasqueo los dedos.- Ruth, Wendy. Metanla al casillero.
-¿Que? ¡Sueltenme! -Protestaba Marie. Buscó con su vista alguien que pudiera ayudarla, pero los vestidores ya estaban vacíos. En pocos segundos, Marie estaba adentro de aquel apretado casillero.- ¡Son unas locas!
-¡Tu te lo buscaste! Y te quedaras ahí las tres horas de gimnasia. -Escuchó decir a Winona.
-Perra. -Susurró Marie.- ¿Hay alguien ahí? ¡Ayuda! ¡Estoy atorada! ¡Steven! ¡Popcorn!
     Nadie respondía a sus suplicas. Su única opción fue quedarse ahí adentro por tres largas horas. Todas las chicas entraron de nuevo a los vestidores para cambiarse e irse a casa. Habría pedido ayuda, pero había visto por una rendija como Winona hacia el gesto de que se quedara callada. No habría obedecido de no ser por los dos mastodontes femeninos que tenia como guardaespaldas, no quiso ni pensar lo que podrían hacerle. En ese momento deseaba no ser tan pequeña y delgada, así hubiera sido imposible entrar en ese casillero.

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-Tardaste mucho en salir. -Se quejó Izzy.
-El director me estaba sermoneando. -Dijo bajando las escaleras.
-¿Viste a Steven por ahí? -Preguntó Slash.
-No, ya no hay nadie ahí adentro. Todos los alumnos salieron. -Respondió.
-Demonios, ya se tardó. -Pronunció Izzy.
-A ver, ¿que se traen? -Cuestionó Bruce.
-Steven no vio a Marie en todas las tres horas de gimnasia, ni siquiera cuando todos los alumnos estaban saliendo. Así que entró a buscarla. -Informó Slash.
-Y no la encontré. -Avisó Steven saliendo de las instalaciones.
-Quizás salió temprano. -Opinó Izzy.
-Eso fue lo que me dijo Winona, pero saben que esa chica no me agrada para nada y no confío en ella. -Soltó el rubio.
-No se preocupen, iré a buscarla de nuevo por si sigue por ahí. -Pronunció Bruce, a lo que los tres chicos asintieron.
     Entró nuevamente al colegio, dudaba que Marie siguiera ahí. No había absolutamente nadie, solo el conserje, quien dormía cómodamente sentado en una silla en el pasillo de los salones de primer grado. Avanzó hasta el gimnasio y entró a recorrerlo, no había nadie. Decidido a salir de ahí y buscar en el segundo piso, caminó hacia la puerta. Sin embargo, el sonido de alguien golpeando lo que parecía ser un casillero o un cesto de basura, se hizo presente haciendo que se detuviera antes de salir. Tenia que aceptar de que el hecho de que ese sonido inundaba el lugar y que estaba, quizás, completamente solo, le erizaba la piel. No era fiel creyente de las cosas paranormales pero tampoco negaba que existieran. Decidió seguir el sonido, venía de los vestidores de mujeres. Abrió la puerta lentamente y entró, con su vista pudo divisar como uno de los casilleros estaba siendo golpeado desde adentro. Algo o alguien estaba ahí, y eso le causaba una mínima sensación de pánico.
-¿Quien esta ahí? -Preguntó un poco temeroso.
-¡Ayudame! Estoy atrapada. -Reconoció esa voz al instante, era Marie.
-¡Marie! -Corrió adentrándose completamente en los vestidores y se acercó al casillero.
-¿Bruce? ¡Gracias a Dios! -Lo abrazó fuerte una vez que pudo salir.- Creí que estaría ahí toda la tarde.
-¿Que hacías ahí adentro?
-Me atore por accidente. -Bajó la mirada.
–Sonrió de lado.– No te preocupes. -Acarició su mejilla, esta sonrió.- Es hora de irnos.