Capítulo 24

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-Esto es mera coincidencia. -Pronunció Axl.- Steven, después hablamos.
-Como quieran. -Dijo para luego salir de la casa.
-Marie, algo esta ocurriendo. Personas cercanas a nosotros han muerto de formas extrañas. Y ahora te quieren tras las rejas. Necesitamos hacer algo. -Habló desesperado.
-¿Que podemos hacer? Además de esperar a que todo se arregle.
-Te diré que haremos. Nos largamos de aquí hoy mismo.
-¿Que? ¿A donde? -Cuestionó.
-No importa a donde, con tal de que sea lejos de aquí. -La miró a los ojos.- Prepara tus cosas.

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-¡No pueden hacer esto! No tengo nada que ver, ni siquiera es mi casa. -Se quejó. Reconocía esa voz.
-¿Duff? -Se acercó a los oficiales.- ¡Duff!
-¡Steven! -Se alegró al verlo. Dos oficiales lo llevaban esposado.
-¿Lo conoces? -Cuestionó uno de los oficiales.
-Es obvio, ¿no? -Pronunció Duff.
-No utilice ese tono conmigo jovencito. -Amenazó el oficial.
-Es mi amigo. -Habló Steven.- ¿Hay algún problema?
-Tu amigo es sospechoso hasta que se demuestre lo contrario. -Informó.
-¿Sospechoso? Duff, ¿que ocurre? -Cuestionó.
-La fiesta que dimos anoche, una chica murió en el baño. La encontré esta mañana y decidí llamar a la policía, ya que Izzy no estaba en casa. Pero ahora me tienen arrestado. -Se quejó de nuevo.
-¡Basta de quejas! Vas para adentro.
-Tranquilo, amigo. Todo se arreglará, ¡saldrás libre! -Gritó Steven a su amigo quien se alejaba custodiado por los policías.

     Después de aquella escena, un guardia lo guió hasta la celda donde tenían presa a Charlotte. Al verla ahí, desaliñada, privada de su libertad, sintió una opresión en el pecho.

-¡Steven! -Exclamó Charlotte.
-Hola.
-Ya te extrañaba. Creí que ibas a venir hasta la otra semana. -Trató de tomar su mano.
-Charlotte, quiero hacerte unas preguntas.
-Si, claro. Las que tu quieras. -Sonrió.
-Bien. -Se acercó mas a la reja.- ¿Alguien mas estuvo involucrado en lo que hiciste? ¿Alguien te dijo que lo hicieras?
-No, y no. Lo hice yo, todo.
Negó con la cabeza.- Encontré una nota anónima en la chaqueta que dejaste en mi casa, donde te aconsejaban matar a Wendy.
-Ah, si. Esa nota, nunca pude reconocer la letra. -Se acercó a él.
-Ya veo. -Agachó la mirada.- Charlotte, no sé cuando vuelva a visitarte.
-¿De que hablas? Tu vienes casi a diario.
-Me refiero a que, tal vez ya no venga. Prefiero no torturarme a mi mismo viéndote sufrir aquí. -La vio con pena.
-Pero sufriré mas si ya no te veo. Steven, por favor.
-Lo siento, es mejor para los dos. -Acarició su mejilla.
-No, no quiero que me dejes. -Protestó llorando.
-Charlotte, entiende por favor.
-¡No! -Tomó una pequeña vara que se había desprendido de la incomoda litera en la que dormía y la clavó en el abdomen de su amado.

     El guardia fue en su ayuda rápidamente, Steven trataba de no cerrar los ojos. Su vista se tornaba borrosa y parecía que a su cuerpo le abandonaban las fuerzas. Pensó en su madre, sus familiares, sus amigos, no iba a poder despedirse. Sintió como era levantado por los brazos del guardia, oía su respiración agitada por correr urgentemente por ayuda. Lo ultimo que vio, fue el rostro pálido de Duff seguido de un gritó de preocupación, estaba sentado con esposas en sus manos. ¡Mierda! Estaba perdiendo ya bastante sangre. Su amigo lloraba, apenas pudo susurrar su nombre. Y cerró sus ojos.

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     Bruce pisó el acelerador a fondo, iban demasiado rápido, Marie sentía que chocarían en cualquier momento. Pero no fue así, lograron llegar. Una vez adentro, ignoraron a los oficiales y doctores, y entraron directo donde su amigo se encontraba.

-Steven. -Susurró Marie.
-Maldita sea. -Se lamentó Bruce.

     Steven se encontraba tumbado en una cama, conectado a unas maquinas, luchando por su vida. Eso no se iba a quedar así, acabaría con Charlotte, tal y como lo había planeado al enterarse de lo sucedido. Pasaron un par de horas, Marie se levantó, tomó su bolso y besó la frente de Steven.

-¿A donde vas? -Cuestionó Bruce.
-Iré a ver a Duff.
-Esta bien, no tardes. -Volvió la mirada a su amigo.

     Entró a la delegación, un oficial la guió hasta su rubio amigo. Izzy y Slash estaban con él, sus caras mostraban que ya sabían lo de Steven. Voltearon a verla con cierta esperanza, esta se acercó a ellos.

-Marie, ¿Steven esta bien? -Cuestionó Duff.
-Esta muy grave. -Respondió con tristeza.
-No puede ser, ¡maldita sea! -Murmuró Slash molesto.
-¿Que hicimos para merecer esto? -Se cuestionó Izzy.
-Tranquilo, Izzy. Popcorn estará bien, ya lo verás. -Acarició su hombro.- Iré a traer algo de beber.

     Bien, su coartada estaba lista, sus amigos creían que ella había ido por bebidas, así que se dirigió a la celda de Charlotte sin perder tiempo. Estaba en un rincón, tenia sus brazos llenos de rasguños y lloraba de manera sucia.

-Lottie. -Se acercó.- Hola.
-Marie. Mi única amiga, al fin vienes a verme. -Mostró una sonrisa descuidada.
-Así es.
-¿Como esta Steven? -Cuestionó.- Dime como esta, ¡no aguanto mas!
-Tranquila, él esta... bien.
-No, no es cierto. Yo le hice daño. -Abrazó sus piernas.- No quería hacerlo. Lo siento tanto.
-Tranquila, Lottie. Ven, toma un poco de agua. -Sacó una botella de su bolso.
-Gracias, Marie. -La tomó y comenzó a beber.- Eres una buena amiga. Pero por favor, dile a Steven que no quería hacerle daño. -Dijo para luego tomar otro trago del agua.
-Yo le diré, Lottie. Y despreocupate, porque no volverás a hacer daño a alguien. -Pronunció Marie.

     Charlotte comenzó a toser bruscamente, cayó al piso y comenzó a sufrir convulsiones. Hasta que se detuvo. El agua contenía cianuro. Se dio media vuelta, era una suerte que el guardia no se hubiese percatado. Al final del pasillo pudo notar el cabello negro de alguien. ¡Mierda! La habían visto. Apresuró el paso haciendo resonar sus zapatos de tacón por el pasillo. Llegó al final, pero solo estaban los mismos oficiales en las mismas posiciones, eran unos holgazanes. Un ciudadano estaba luchando por su vida en el hospital y a ellos ni les preocupaba. Regresó con sus amigos, Izzy no estaba. ¿Habría sido él?

-¿Donde esta Izzy? -Preguntó.
-Pues debería estar contigo. -Habló Duff.
-Si, dijo que iría contigo. -Informó Slash.
-Oh, bueno. Entonces iré a buscarlo.

     Salió de la delegación apresurada. Tenia que encontrar a ese chico. Si había sido él quien la vio, tenia que callarlo antes de que hablara con Bruce. Vio a su amigo recargado en un árbol mientras fumaba un cigarrillo. Se acercó a él, este volteó y la miró fijamente.

-¿Que pasa? -Cuestionó.
-Nada, solo... ¿Que haces aquí? Los chicos me dijeron que irías conmigo.
-Si, solo fue por decir. Quería estar solo un rato, despejar mi mente. -Le dio una calada al cigarro.
-Ya veo. -Suspiró aliviada.
-¿Por qué saliste huyendo? -Preguntó después de unos segundos.
-¿Que? -Se tenso. Por un momento pensó que la había visto.
-Cuando te confesé lo que siento, ¿por qué huiste de mi? ¿Acaso tienes miedo de enamorarte de alguien que no sea Axl?
-No. -Dijo para luego soltar un suspiro.- Es solo que, no puedo amar a alguien que no sea Bruce.

Psicópata  //Terminada//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora