Capitulo 78

6.7K 263 5
                                    

-¡¿Qué?! –Harry frunció su entrecejo, apretando tanto el arma que sus nudillos se volvieron blancos. –Eso no va a pasar.
-Entonces despídete de tu hermana.
-¡No! –él gruñó, y una lágrima se desplomó de su ojo izquierdo. A continuación, Harry saltó afuera, inclinando su espalda al escuchar un disparo, e inmediatamente vislumbré su arma soltar dos balas más fuera.
-¡Encárame, hijo de puta! –Harry escupió. Y entonces pensé que nunca pude verlo tan furioso como ahora. Las luces negras y blancas daban a su rostro oscuridad y misterio, justo como… como la primera vez que lo vi.
Él había lucido incluso tan hermoso como ahora, y no podía creer que habíamos llegado hasta aquí. Juntos.

Otro balazo. Harry se agachó y yo grité, cubriendo mi boca de inmediato, sintiendo que las lágrimas iban a desplomarse de mis ojos. No quería que lo lastimaran. La mano que sostenía esa… horrible arma, estaba temblando. Dentro de él, miles de partículas de culpa se estaban uniendo lentamente, aumentando su velocidad cada vez. Yo lo sabía. Era una bomba de tiempo.

-¡Dame a mi hermana! –él gritó, y la lágrima terminó de correr por su rostro de ángel, de ángel furioso. Smith soltó una carcajada y Harry se echó hacia delante. Entonces supe que Smith estaba frente a él, quizá con Gemma entre brazos. Yo quería salir a ver, y no sólo a ver, sino a intentar hacer algo. Me había estado sintiendo como un parásito al no poder hacer nada más que observar cómo mi vida pasaba frente a mis ojos durante los últimos meses. 
-¿El pequeño amante va a llorar? –gritó Smith. Y su voz estaba llena de una increíble… satisfacción. Entonces, no pude aguantarlo más. 

Mientras mi cabeza zumbaba, me deslicé gateando por entre los espacios cubiertos de latones gigantes y de ruedas de autos viejas, sintiendo mis manos tan secas como si tuviese dos pedazos de papel pegados a ellas. Tropecé contra un latón que inmediatamente cayó junto a mí. Apreté los párpados y me mordí el labio, pero luego supe que tenía que continuar.

Una sombra atravesó los latones por detrás, deslizándose fantasmagóricamente, emanando un perfume dulce cítrico que resaltaba entre la pólvora que me ahogaba lentamente, obstruyéndome los pulmones. Tosí amargamente y los ojos se me nublaron en lágrimas. Me paralicé. La sombra siguió avanzando. Y era una chica. Sus piernas estaban desnudas, sólo cubiertas por unos diminutos shorts de encaje desvaído y sucio. Agitó su cabello fuera de su rostro, enarcando una ceja con suficiencia y miedo a la vez.
Reconocí unos ojos grisáceos y una piel aceitunada, cuya capa de sudor resaltaba con la luz de fuera. Becky.
Ella miró mi mano, y abrió los ojos como platos, seguidamente, salió sin dejar rastro por algún lugar, escabulléndose y desapareciendo por completo. Ella creyó que tenía un arma, y entonces ella huyó. 
Giré la cabeza en la pared de donde imaginé que podría Smith haber salido, pero nada estaba allí. Entonces, salté ante el roce de algo contra mi hombro. Me levanté y me llevé una mano al corazón. Era sólo una chica… amordazada. Tenía que ser ella. Quizá Becky hubiera sido la que la mantuvo ahí todo este tiempo. Pero, en dado caso, ¿por qué ella no sólo se había abalanzado hacia mí? Era corpulenta, podría haberme matado con su peso. ¿Por qué no sólo lo hizo?

Todavía escuchaba a Harry gritar maldiciones por todo el almacén, y entonces comencé a escuchar gruñidos y puñetazos. Con rapidez, rompí mi pulsera de alambre dorado, y las cuentas cayeron rodando por el suelo, causando leves piquetes contra el suelo de madera. Ella se retorcía, y sus ojos verdes iban a la deriva. 

-Tranquila. Voy a ayudarte –suspiré hacia ella, y continué intentando desatarla. Sus manos y pies habían sido atados con nudos de tela que mi alambre puntiagudo podría romper. “¡Ja! Toma eso Smith”. Era un idiota. De seguro que él no veía CSI. Por supuesto que no.

Desaté a Gemma, y ella bajó la tela que cubría su boca con sus manos temblorosas. Ahora Harry sólo tenía que acabar con Smith… eso no sería muy agradable de ver. Jalé su mano hasta arrodillarla junto a mí, y gateé precariamente hacia asomarme por uno de los latones. Me había pinchado con algo en el dedo, y ahora sangraba. Desvié la vista. Harry estaba debajo de él, sosteniendo la mano de Smith, que tenía una… navaja… gigante, en su mano. Harry estaba forcejeando. Gemma dejó salir un chillido, y entonces Smith levantó la vista hacia mí. Él nos había visto.
Esbozó una sonrisa macabra, y entonces golpeó a Harry en el rostro, rodando su cuerpo hacia un lado y precipitándose hacia nosotras. Vacilé antes de levantarme y echar a correr hacia el otro lado, sosteniendo la muñeca frágil de Gemma. ¿Dónde coño estaba Matt?

Alguien tomó a Gemma. Un grandulón sin pelo. Se parecía a Pitbull. Entonces, tan rápido como puedes pestañear, Smith me aprisionó contra la pared, clavando una navaja justo al lado de mi cuello, en la pared. Bueno, ahora podía decir en una forma bastante no-literal que me encontraba entre la espada y la pared.

-Te tengo –él sonrió con cinismo. Miré a Harry. Él estaba tratando de levantarse. Su labio sangrando bestialmente, y la furia impotente ardiendo en sus ojos, mientras sus cejas se arrugaban. 
-No –forcejeé, pero él era más fuerte que yo. 
-Pobre de tu papi –él hizo una falsa cara de lástima. –Perderá a su única hija ahora mismo. Aunque… Oh, espera. Es cierto. ¡Es él el que me ha enviado!

Mi boca se abrió, y sentí el color huir de mi rostro. Ser un criminal. Esconderlo. Golpear a mi madre. Y ahora esto… Esto… Esto era insoportable. Escuché los lloriqueos de Gemma al ser aprisionada de nuevo. El grandulón estaba apretándola demasiado.

-…A matar a tu lindo novio –él susurró muy cerca de mi rostro.

Fue entonces cuando Smith dejó escapar su aliento muy cerca de mí, y el tono brilloso de sus ojos azules se desvaneció por completo. Entonces él cayó a un lado, ante mis pies. Intenté retroceder, pero la pared estaba justo detrás de mí. Levanté la vista. Niall… el chico lindo que me había traído al almacén el otro día, en la noche. Él sostenía un arma. Había herido a Smith. O, quizá… ¿Niall había matado a Smith ahora?

Harry observaba desde el otro lado. Su labio había empeorado tanto que yo no podía mirar sin sentir punzadas fuertes en el estómago. Sostenía el arma con el brazo tembloroso, mirando a Smith inmóvil en el suelo. Entonces, entendí que habían sonado justo dos disparos, y él grandulón cayó inmediatamente, también. Gemma juntó sus palmas contra la pared, aterrorizada.

Me di la vuelta hacia él, observándolo con ojos abiertos. Entonces, Harry miró por debajo de mí, y propinó un disparo que pasó entre mis piernas. Ahora sí Smith estaba muerto. Tragué saliva, sintiendo que se me revolvían las tripas. 
Aún guardábamos silencio cuando Matt entró corriendo y dejó caer su arma al suelo, observando con sus ojos de gato amarillos el cuerpo inmóvil de Smith en el suelo. 

-Man, me perdí lo mejor –él dijo, con sus ojos aún abiertos. Miré a Niall.
-Vete –él susurró. –Váyanse de aquí.
-La policía vendrá en unos minutos –Harry masculló muy cerca de mí. Él estaba parado justo a mi lado, rozando su mano con la mía. Miró a Gemma, y ella dio unos pasos hacia él, pero en realidad se paró al lado de mí.
-Ven con nosotros –musitó Harry hacia Niall, quien luego de vacilar por unos instantes, luego se encontró corriendo con nosotros hacia la salida, donde el auto de Anne estaba justo allí, con ella dentro.

LOST  | HARRY STYLES |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora