Capitulo 83

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La horrenda voz de la locutora que al parecer cocinaba filetes para un programa de cocina, era como estar tranquilamente en tu habitación, cuando de repente tu mejor amigo te envía una de esas cosas online que gritan frente a tu pantalla y hacen que te desmayes momentáneamente. Harry extendió su mano hacia el control remoto, y luego de presionar varios botones a ciegas, la televisión fue rápidamente apagada, y entonces todo quedó a oscuras. Sonreí a mitad del beso. Él era un chico listo.

-Deberías compensarme tantas noches de suspenso –besó mi cuello salvajemente, interrumpiéndose para hablar. 
-¿Qué quieres decir? –musité, intentando sonar igual de sexy que Cher Lloyd con su acento británico. Sólo que, obviamente, yo no tenía acento británico, o un peinado de diva, ropa perfecta, ni millones de dólares. Pero, obviando eso…
-¿Quieres que lo diga con todas sus letras? –bromeó. Gemí con el contacto de sus dientes contra mi cuello caliente. Apreté los labios, y de repente fue como si yo me cansara de que él me hiciera parecer débil en esto. Subí la mano por su espalda, acariciando su piel desnuda y suave, y empujé su costado con mi pie, colocándome encima. Esbocé una sonrisa victoriosa, y él se mordió el labio inferior. “Santa vaca, amo cuando hace eso”. 
Colocó sus manos alrededor de mis caderas, apretándome contra él. Sus labios estaban a sólo milímetros de mi oreja, donde él había dicho las cosas más amorosas, apasionadas, y ciertas, que todavía recordaba perfectamente.
-¿Acaso no eres una niña muy tierna? –él susurró, y no pude evitar soltar un leve chillido. Yo encima de él, y él aún tenía la delantera. Su erección debajo de mí me aceleraba la respiración, y sus manos volaron subiendo su camisa por encima de mis hombros, desvistiéndome por completo. Por último dejé que me despojara de mis bragas, y entonces ahí estaba yo. 
Mientras me cernía en sus labios algodonosos con un leve sabor a vodka, me di cuenta de que volví a estar debajo de él, y que él sonreía victoriosamente contra mis dientes, y que luego siguió apoderándose de mí, fervientemente. Abrí los ojos durante el beso apasionado, porque quería ver el color de sus ojos cuando me besaba, pero entonces me di cuenta de que era de ésos de los que aún cerraban fuertemente los ojos cuando besaban. Nuestras pestañas chocaron por un segundo, y entonces él abrió los ojos, los cuales brillaban entre lujuria y ternura, y me dejó respirar, mientras se apoderaba de mi cuello.
-¿Qué esperas? –él susurró.
-¿Eh? –gemí.
-Quiero que tires de mi ropa lo más suave que puedas –masculló, con voz arrulladora.
-¿Qué…?
-Sólo hazlo.

Besó mis párpados, y entonces deslicé su camisa ya desabotonada por sus brazos musculosos y definidos, acariciando su piel suavemente. Sentí que su piel se erizaba, y entonces la mía también lo hizo. Juntó su pecho con el mío, y acarició mi muslo, mientras mordisqueaba mi labio inferior con un ritmo pegajoso. Su corazón palpitaba salvajemente, retumbando en mi caja torácica. 
Obedecí sus órdenes retirando sus ropas con lentitud, cuando me di cuenta de que mis manos temblaban, y que él de repente sonreía con suficiencia. Sólo quería hacerme enloquecer. Gemí patéticamente, y sostuve su rostro entre mis manos, plantando un delicado beso en su mejilla. Cuando volví a verlo, sus ojos estaban abiertos como platillos; sus cejas arqueadas, y un esbozo de sonrisa pasaba por sus carnosos labios.
-¿Me prometes que no me vas a dejar nunca? –musité, tragando saliva con fuerza. El sólo hecho de ver las noticias y escuchar que podrían atrapar a Harry, simplemente… me torturaban. Si ahora él me decía que eso no iba a pasar, sin duda, yo le creería.
-¿Por qué crees que voy a dejarte? –inquirió, sosteniendo su peso en sus codos.
-Tengo mucho miedo de lo que pueda pasar –respondí con voz pastosa. Mi labio inferior temblaba, intentando sostener dentro un sollozo. 
-Nadie lo sabrá –acomodó un mechón de mi cabello tras mi oreja, y besó mi cuello. –Te lo prometo.

Levanté mi mano temblorosa, y entrelacé sus dedos con los míos, apretando.

-¿Contra todo? –mascullé. 
-Y contra todos –sonrió aniñadamente. 

LOST  | HARRY STYLES |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora