Capítulo 9

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Sorpresa oportuna

El domingo, adopto el mismo tipo de rutina, me dirijo a la biblioteca a estudiar la mayor parte del día y por la tarde me aseguro de colarme al teatro al aire libre el lugar está desierto. En el escenario se encuentran varios instrumentos y llama mi atención un chelo. Toda mi vida me he dedicado al violín, se poco del chelo, no es que sea de otro mundo pero no tengo la misma facilidad que tengo con el violín.

Soy auto-didacta siempre me gusta aprender por mí misma el cómo hacer música, lo que más me gusta es notar como las notas fluyen armoniosamente y se mezclan una con la otra creando algo que puede alterar tus sentidos. Una de mis piezas favoritas es Suite No.1 de Bach, aún no la domino completamente para chelo. En violín la puedo dominar completamente, pero estoy consciente de que esta pieza es hermosa en chelo. Pocas veces he tenido la oportunidad de ensayar en un chelo, esto también tiene mucho que ver el hecho de que no podría costearme otro instrumento musical. Todo lo que tenía en la vida y me pertenecía era ese violín que tan feliz me había hecho, o al menos de esta manera me gustaba verlo.

Subo al escenario, el chelo se encuentra en la parte izquierda al fondo de este y tiene un banco de mediano tamaño ubicado detrás, seguramente alguien había estado ensayando antes y no ha tenido la cortesía ni el respeto de guardarlo. Me cabrea un poco el saber que no les importa que se pueda estropear. Hay personas que simplemente no tiene el mismo cuidado con los objetos que no les pertenecen. No dejo que me afecte demasiado porque la verdad estoy muy emocionada de estar aquí y tener la oportunidad de hacer esto.

Tomo asiento y me coloco en la posición correcta, tomo el arco y comienzo a ensayar. El sonido llega el lugar, pero reconozco que se escucha un poco oxidado, no he practicado en mucho tiempo, intento componer la entrada pero no me sale nada bien.

Alejo el arco, tomo un respiro y visualizo las cuerdas, me aseguro de colocar bien mis dedos. Intento una vez más el repertorio. Esta vez no sale tan mal, estoy haciéndolo muy despacio. Tengo que intentar que salga a un solo tiempo.

Vuelvo a colocar mis dedos en las posición inicial y me aseguro de contar mentalmente los tiempos para asegurarme de hacerlo bien. Vuelvo a equivocarme.

Sé cómo suena, y lo que estoy haciendo está mal. Intento una vez más y me aseguro de acercarme lo más que pueda, tomo el arco de mejor manera y esta vez me sale bastante mejor. No pasa más del minuto sin que me equivoque otra vez. No me gusta esta sensación definitivamente he perdido práctica. Así que decido rendirme y guardarlo.

Me levanto para colocar el chelo en su maleta, estaba tan concentrada en la tarea que no noté que había alguien que me observaba desde la entrada del teatro.

Una figura masculina estaba con los brazos cruzados era alto. No podía visualizar quien era pero tenía una idea debido al cabello rubio. Evito darle importancia, no creo que sea él.

Terminé de guardar, el chelo y se aseguré de dejarlo junto con los demás instrumentos correctamente apilado.

Cuando me volteo, Jake aparece delante del escenario, como es alto sus brazos están encima del escenario, tiene una pequeña sonrisa en el rostro y está observándome fijatemente con su mentón apoyado en uno de sus antebrazos.

Se ve guapísimo. Va vestido con una polo verde oscuro, sus hermosos ojos café parecen cálidos y confiables. Tiene un rostro muy masculino, una de las cosas que más me gusta es su mentón muy firme, él podría tener una barba perfecta si quisiera, pero siempre lo he visto afeitado. Y es por eso que puedo observar que tiene esa hermosa hendidura en el mentón. Sus labios son de un rosa muy pálido. Su tono de piel lo definiría como bronceado, es de un tono claro pero aun así no es rojiza sino más bien de un tono por el que muchos pagaríamos sesiones carísimas en una cama solar. Su cuerpo está bastante bien formado, no es muy musculoso pero tiene brazos fuertes y firmes, y sus abdomen es plano y trabajado. Tiene estos finos bellos rubios cubriendo la mayor parte de su cuerpo, casi pareciera que está depilado. Se todo esto, porque lo he estado observando desde lejos, durante las clases y cada vez que puedo. "Soy una maldita acosadora y cobarde" lo reconozco.

La melodía del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora