Alice
Amargo sentimiento
Cierro la puerta en su cara y me doy la vuelta para tirarme en mi cama, tomo una almohada y grito una serie de maldiciones en ella para ese idiota. Es un imbécil, un imbécil, idiota, gilipollas de clase A con un contrato discográfico niño consentido de papi y mami. Maldito egocéntrico endemoniado.
Aún no puedo creer lo que hizo, el hecho que haya venido a mi puerta a insultarme y a dejarme saber que tenía reglas para mí. No me había dado cuenta que era una molestia para él con el simple hecho de existir. Es un maldito niño mimado, egocéntrico, apuesto mis dos manos a que está acostumbrado a que le den de todo en bandeja de oro. Maldito idiota, es un estúpido no puedo creerlo aún, estoy entre enojada y sorprendida.
No entiendo porqué ha venido a buscarme a mí, de esa manera, jamás hemos cruzado una palabra, solo sé que me observa de una manera extraña pero ahora entiendo todo. Él parece odiarme de una manera intensa, quizá todo esto se deba Cloe, esa chica parece haber incrementado su odio hacia mí desde que ganamos el concurso de verano. Intento no prestarle atención porque la verdad no me gustaría llevarme mal con las personas, pero ésto es todo nuevo. Mira que hacer que el novio me odie profundamente con la finalidad de hacerme sentir mal.
No entiendo porqué siendo tan guapo y exitoso hace que deje de ser una buena persona, ya había escuchado varios comentarios acerca de él. Todos decían y afirmaban, que él era un maldito arrogante, no creía en todo aquello, es decir el chico es famoso, debería de estar acostumbrado pero también un poco cansado de la multitud de seguidores, en especial los de nuestra edad.
Pero jamás pensé que nuestro primer encuentro sería de tal magnitud, es decir el chico parecía odiarme verdaderamente. Lo peor de todo es que ya me conocía, porque lo primero que me dijo era "¡Ahhhhh... con que eras tú!" No sé qué le habrá dicho Cloe de mí, pero sea lo que sea hizo que me odiara verdaderamente.
Estoy sorprendida pero desilusionada, dolida la verdad, pensé que sería diferente, especialmente porque me gustaba este chico él, en cierto modo lo admiraba. Todo aquello se ha destruido desde el momento en el que él decidió venir y gritarme.
Ruedo sobre mi estómago para ver el techo de mi habitación. Es hora de la cena pero no tengo hambre, estoy muy molesta. Luego de regresar del cementerio con mi tía lo único que quería era ir a la playa una vez más y descansar, pero temprano en la mañana le he pedido regresar me he encontrado un poco deprimida en mi casa.
He recibido por la mañana un mensaje de Jake, diciendo que vendrá a buscarme hoy en la noche. En estos momentos lo extraño definitivamente se ha convertido en alguien muy especial, no puedo decir aún que lo quiero, pero me gusta de verdad pasar el tiempo con él. Él me hace sentir diferente y especial, tengo unas maripositas y me encanta en la forma en la que abraza mi cuerpo cuando me besa, es muy tierno conmigo. Me mira casi con adoración.
Espero que den las nueve de la noche, no me he movido ni un centímetro de mi cama, cuando oigo tres golpes secos en mi puerta. Salto de un solo golpe y me veo en el espejo mi cabello ya está seco. Corro hacia la puerta y al abrir me encuentro con un Jake cargando una osita de peluche gris con un moño morado en su cabeza, es una hermosa osita.
Siento una infinita ternura, tomo a la pequeña osita en mis manos y le doy un abrazo, luego me lanzo hacia los brazos de Jake. Deposito un beso en la base del cuello y luego busco sus labios. ―¡Alice amor! ―me saluda y me empuja levemente para poder entrar en mi habitación.
―Hola Jakie, está hermoso gracias― digo y estoy muy feliz, adoro el detalle. Nunca me regalaron un peluche antes.
―Te extrañé y pensé en tí al verlo así que quise traerlo, quiero que te haga compañia― dice tomando mi mano y para sentarnos a ambos en mi cama.
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La melodía del corazón
RomanceAlice ama la música y a su violín más que cualquier otra cosa en el mundo. Ella cree, que la música es el lenguaje de todas las almas... ya que no hay ningún ser humano que no caiga rendido a los suaves tonos de una hermosa melodía. Cuando Alice...