Capítulo 20

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Alice

Mi propia tortura

Estoy sentada en el desayunador, comiendo un poco de mi Cereal favorito. Mi tía se está dando una ducha en lo que yo desayuno. Estoy lista tengo unos jeans negros ajustados y un top de tirantes rosa pálido y mis zapatillas rosa, vamos a salir como lo hacemos todos los años, mi pierna no deja de temblar de arriba a abajo con la sensación de aflicción que siento.

Podrían pensar que soy egoísta por no querer pasar este día con Jake, y todo porque dije hasta el cansancio que necesitaba mi espacio, que aún estábamos empezando y todo éso... Pero la verdad es otra, y es que mi tía y yo no hemos faltado un solo día en esta fecha específica por cinco años consecutivos.

Cuando llegamos al lugar, mi tía toma mi mano y me da un ligero apretón intentando tranquilizarme. Sólo Dios sabe cuánto me duele estar aquí, cuántas lágrimas deje derramadas en este lugar. Al entrar siento como un sentimiento de dolor agudo invade mi corazón. Es casi como sentir una nube densa sobre mí, un sentimiento como de no poder respirar o de encierro y la aflicción de cuándo ves que va llover tanto que el cielo se caerá.

Mi tía parece reconocer esa nube oscura seguirme, puesto que me toma por los hombros y me da un apretón para hacerme saber que no estoy sola. Pero, ¿Cómo creerle? ¿Cómo hacer que mi corazón comprenda que lo que fue, jamás volverá? ¿Cómo arrancar de raíz este dolor y esta pena? ¿Cómo hacer que mi razón sobrepase al sentimiento de amor naturaleza?

No comprendo, no comprendo nada de lo que sucedió. ¿El amor de un padre o madre viene por naturaleza? ¿O no? Al igual que con tus hermanos y hermanas, y si es así... entonces ¿Por qué abundan en el mundo, seres sin escrúpulos que dejan abandonados a sus bebés recién nacidos, o violadores de sus propios hijos?

Cada vez que me encuentro aquí, repito esas preguntas una y otra vez. Me torturo a mí misma intentando encontrar otras respuestas. Respuestas que ya conozco, y esas son que todo fue debido a una enfermedad. Enfermedad que se llevó todo de nosotros, todo lo que fue y todo lo que pudo ser...

Me dejo caer de rodillas en el verde y cuidado césped, mis ojos pican y siento un nudo en la garganta cuando mis lágrimas se precipitan a mis ojos. Veo con el corazón roto los nombres en la fría piedra. Piedra que apareció en mis pesadillas, noche con noche por un año seguido. Sé que mi tia esta aquí, pero no me contengo y suelto el llanto. Hoy es el único día en el año, en el que no me esfuerzo por ser fuerte, hoy es él único día del año en el que me permito caer en el dolor, duele igual que hace cinco años. Dolerá siempre igual.

Me levanto y mi tía me abraza fuertemente durante unos minutos hasta que dejo de llorar, para luego llevarme al campus.
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Un día después...

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Derek

La distracción

He tenido un excelente fin de semana, lo mejor de todo ha sido el desenlace. Cloe, y yo hemos follado todo el día en la cama, en la piscina, en el baño y justo cuando pensé que tendría que soportar un incómodo regreso a la escuela acompañado de ella el domingo por la noche, ha recibido una llamada de su hermana mayor. Cloe me pidió, más bien me rogó para que la acompañara a visitarla y a cenar el sábado por la noche pero me negué rotundamente, tengo que comenzar a establecer los límites en esta relación.

Al llegar a mi habitación, lo primero que hago es deshacerme de la ropa, voy a pasar descansando lo que resta de mi fin de semana libre y lo haré lo más cómodo posible. Quedo en mis boxer CK negros y tomo mi guitarra. Últimamente no he estado lo suficientemente concentrado como para escribir una canción, me acerco a la ventana con el propósito de encontrar inspiración, cuando escucho una leve entonación, suena como música clásica. Deslizo mi ventana para poder escuchar de mejor manera y me llevo una sorpresa.

La melodía del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora