Capítulo 35

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Derek

¿Qué demonios?

Parpadeo y ella ya no está. Estoy  congelado por lo que acaba de suceder. Es decir hemos compartido uno de los mejores besos de mi corta existencia, algo tan perfecto que incluso en este momento podría morir siendo totalmente feliz y dichoso.

Mi auto aún está encendido así que lo apago. Me ha tomado por sorpresa, no me esperaba para nada ese beso. Alzo mi mano hacia mis labios y los toco suavemente, aún siento un pequeño hormigueo en mis labios, la verdad es que tengo una sensación muy extraña en todo el cuerpo, casi como de nerviosismo. El beso de Alice ha despertado cada terminación nerviosa de mi cuerpo y eso está causando esta sensación extraña.

Creo que es hora de organizarme y saber que, a pesar que el beso me haya dejado sin aliento alguno, y a pesar de que aún no pueda recuperarme de lo que estoy sintiendo en estos momentos, ella ya no está aquí. Tengo que procesar sus palabras una a una para poder entender el significado de las mismas. Es casi como que fuera un mensaje oculto.

Ella dijo que me perdonaba, obviamente por mi comportamiento de completo gilipollas. Odio tener que ser imbécil con ella, de sólo pensar que ella creyó que yo dejaría que su vida estuviera en riesgo por un insignificante juego, me causa un enorme escalofrío. Me he comportado como un idiota y lo acepto, acepto que me encanta hacerla enojar y hacerla exasperar.

Pero de esto a poner su vida en riesgo, jamás. No soy un monstruo, al decir verdad me molesta un poco el hecho que ella crea que soy tan vil. Pero sé que no tengo derecho alguno de molestarme, si yo mismo he causado que ella piense lo peor de mi. Si quiero que la perspectiva que ella tiene de mí cambie, entonces tengo que dejar de ser un idiota con ella, tratarla tal y como ella se lo merece. Ella merece todo lo mejor en el mundo y estoy seguro que podría hacerlo mil veces mejor que el idiota ese que dice ser su novio.

Dijo que su deuda estaba saldada, pero no tengo idea de a qué se refiere con ello. Es decir, que yo sepa ella no me debe nada, sin embargo, yo sí le debo todo. Empezaré por unas disculpas. Sé que ella dice que me perdonará pero me aseguraré de explicarle que estuve actuando como un imbécil porque simple y sencillamente no sabía como más comportarme sabiendo que la deseaba con tanto y no podía tenerla.

Sus últimas palabras son las que me dejan más desconcertado, ella quiere tener un trato profesional conmigo. No sé a qué se refiere con profesional, no veo nada de profesional al hecho de atacarme y besarme apasionadamente y de la manera en la que ella lo hizo. Es decir ella se abalanzó sobre mí yo no tuve nada que ver en cuanto a nuestro primer beso. Ella lo pidió y lo obtuvo.

La euforia que siento en estos momentos al recordar sus ojos y la forma abrazadora con la que se lanzó a mi boca me hace querer más, mucho más de ella. Ese beso me ha dejado tan estupefacto que no encuentro aún la fuerza en las piernas para salir del auto. Aún así no puedo evitar preocuparme, es decir ¿Habrá ella sentido lo mismo? y de ser así entonces, ¿Por qué huyó? ¿Por qué habría de irse? ¿Cuál es la verdadera razón detrás de todo esto?

Por mi parte yo me hubiera quedado así como estaba, perdido en su boca y en sus deliciosos y suaves labios por una eternidad. No puedo evitarlo y me frustra el hecho que ella se haya marchado sin más. Pero luego pienso que quizá, todo esto fue planeado por ella para hacerme desearla aún más. ¿Qué tal si ella solo quería ese beso para escapar de mí y dejarme aturdido? ¿Regresará a los brazos de ese idiota y le dará los besos que no me está dando? ¿Habrá sido un beso común y corriente para ella?

Nunca antes me había sentido igual de inseguro con nada en la vida. No estoy seguro si pensar bien o mal. Pero sus palabras se repasan en mi cabeza y mientras más las analizo, más y más me molestan. Hasta que estoy seguro que así es. ¡Soy un estúpido!

Estoy en el borde de la ira justo en este momento, y necesito golpear algo así que me desquito con mi auto, tomo el volante y lo golpeo una, y otra, y otra vez. En estos instantes podría incluso arrancarlo y me importaría un maldito carajo. Pero no puedo dejar las cosas como son, no puedo dejar que ella se salga con la suya y tome todo lo bueno que sentí hace unos momentos y le dé vuelta a todo.

Soy un idiota, he pasado estático y como un completo imbécil por más de una hora. Salgo del auto y voy en su búsqueda, no sé si aún estará aquí en el campus, pero no voy a dejar de buscarla hasta encontrarla. La conozco tan bien, que sé que si quisiera escapar el último lugar al que iría sería a su habitación, ella es muy apegada a la música así que primero me dirijo al teatro al aire libre. Pero no está, voy hacia la alberca y tampoco. Comienzo a desesperarme y me voy a buscar  por los campos de fútbol y tenis. Pero parece no haber rastro de ella ni de nadie más en este maldito campus. Me rindo un poco resignado me dirijo hacia los apartamentos, necesito ducharme y tranquilizarme.

Llego a mi habitación, voy directo a la ducha y me aseguro de relajarme lo más que pueda el agua está deliciosamente caliente, justo en su punto. Cuando termino, pongo una toalla alrededor de mis caderas y salgo a buscar mi ropa interior. Recuerdo que justamente mi ventana está frente a la suya, así que me dirijo a ella, la abro y me paralizo por completo. Es ella, viendo justo en la misma dirección que yo. No distingo mucho su expresión pero veo que tiene los brazos cruzados. Mi corazón late tan rápido. Estoy completamente concentrado contemplando su hermosa silueta y luego mi corazón se detiene una vez más.

Ella voltea y veo como unos brazos se encierran en ella y en su cintura,  ella voltea y ahora los brazos están  llegando a su redondeado trasero y palpando. ¡No, no, no! ¡Esto debe ser un maldito mal sueño! ¡Una maldita pesadilla! ¡No puede ser real! Llevo ambas manos a mis ojos y los presiono para limpiarlos y aclarar mi vista. Cuando volteo a ver... Ella ya no está ahí. ¡Debo de estar malditamente loco!

Digo no hay manera alguna de que justo en el momento en el que creo que la puedo tener, el maldito de Jake la toma de mis manos y me la arrebata. ¿Podrá ser cierto? ¡Tiene que ser una estúpida broma!

Me termino de vestir apresuradamente con las primeras prendas que encuentro y luego me dirijo hacia el edificio de chicas. No sé en realidad porque me dirijo hacia ahí, pero sólo se que entregó que estar ahí. Tengo que comprobar por mi mismo  si solo estoy teniendo malditas ilusiones o si lo que vieron mis ojos es verdad.

Llego justo frente a su puerta, pero  no toco, en lugar de ello presiono mi oreja justo en la puerta para intentar escuchar algo... Pasan unos dos minutos y nada... No hay nada.

Siento como una mano se posa en mi hombro y mi primer instinto es apartarme de un brinco. Cuando volteo, veo que ahí está él...

―¿Se te ofrece algo?― dice el idiota de Jake con su rostro muy molesto. ¡Claro, para nada intimidante!

―¿Sabes si esta es la habitación de Marce?― digo haciéndome el loco. Aclaro no es cobardía, es saber jugar mis cartas bien.

―No hermano, y no tengo idea de quién hablas...― dice cruzándose de brazos.

―¡Oh bueno, quizá es en la otra planta!― y me despido con una mano y hago como que voy a bajar las escaleras.

Justo en ese momento veo cómo él entra a su habitación. Y siento el estomago en mis talones. ¡Todo, todo se fue a la mierda!  

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jajajajaa pobre Derek!!!!!

La melodía del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora