Derek
¿Una inocente broma?
En cuanto salgo a la superficie, lo único que distingo es su larga cabellera negra del otro lado de la alberca, maldición, sigo sin poder alcanzarla. Se ha dado cuenta, ha descifrado exactamente lo que quería hacer y ha conseguido escapar de mi. Ahora mismo quisiera estallar en una carcajada, este juego me divierte, a ésta mujer causa sentimientos demasiado contradictorios en mi.
Veo cómo se dirige hacia la salida de la alberca, y soy un maldito hombre con suerte, al presenciar éso. Veo, como su trasero, empapado en ese traje de baño que le queda tan a la perfección, se marca tan deliciosamente y de una manera absolutamente perfecta. Logro distinguir el hermoso contorno de su cuerpo, y ése traje azul marino, sólo hace que su piel se vea más clara y hermosa de lo que es. Creo que suspiro fuertemente cuando lo veo. Pero ella no voltea, no denota ninguna preocupación por voltear a ver.
No sé cómo sentirme, tengo mi cabeza malditamente llena de muchas cosas. Solo quería divertirme un rato. Cuando entre y la vi, me senti… no sé de alguna manera ¿feliz? o no se bien, si ese sea el sentimiento. ¡Diablos esto me resulta tan malditamente confuso! Ni siquiera la conozco y… ¿me siento feliz al verla? Sumerjo mi cabeza en el agua una vez más y luego la sacudo para olvidar esa estúpida idea.
Pero viéndolo desde otro punto, quizá solo me sentí de ésa forma porque sé que tengo el plan exacto para arruinar de alguna manera su día. ¡Oh Vamos! después de todo, sólo iba a hacer una simple e inocente broma en la alberca; algo como no sé, cargarla y tirarla sin que estuviera lista, o tomar su tobillo y sumergirla en el agua hasta que estuviese a punto de ahogarse. Algo que yo haría con muchos de mis camaradas, después de todo, no siempre se puede compartir la alberca con una de las chicas, y tienes permiso de hacer todas la bromas que hacemos entre hombres. Pero luego, ella vio mis intenciones y huyo de mí como una cobarde.
No, noo… esta muy equivocada si cree que tiene la última palabra… “El que rie de ultimo, rie mejor” Y yo voy a asegurarme de tener mi concierto de carcajadas.
Salgo de la alberca, y me seco el pecho hasta quedar lo más seco posible en lo que espero por ella. El espacio en donde me ubico, queda justo en un punto ciego para desde donde ella saldrá. Así que no me verá venir… Toma poco tiempo, no tanto como el que creería que se toma una chica normal, en los vestidores y la escucho venir cuándo sus sandalias andan y resuenan en el suelo debido al eco que hay en éste lugar.
Tiene puestos unos diminutos short de mezclilla que hacen ver a su trasero aún más redondo, si es que éso es posible. Aún va con el cabello empapado, y lleva una pequeña maleta con sus cosas. Voltea a ver hacia donde estaba hace unos minutos, y mira alrededor un poco pero sigue caminando tranquilamente. Debido a que voy descalzo, no logra escuchar cuándo salgo desde mi escondite y me lanzo a tomarla en mis brazos con tan solo un “Hey”.
Es un poco pesada, no es tan ligera como creería, pero no es un peso terrible para no soportar. Su aroma es cómo a fresas, huele como a gomitas de fresa. Pero pasa menos de dos segundos en mis brazos porque tomo el impulso que es debido y me tiro con todo y ella al agua.
No me sumerjo del todo, he elegido la parte menos profunda así que el agua me llega un poco más allá de la cintura. Ella sale del agua tosiendo y limpia su rostro y sus ojos del agua para poder verme con claridad. Verla hacer esto me causa una gracia inmensa y estallo a carcajadas. Se ve tierna, pero muy muy torpe. Juro que ella no tiene una pizca de maldad en su mente. Digo, ¿Quién en su sano juicio, no busca por él psicópata que la perseguía, antes de salir de un lugar? ¿Es en serio así de inocente? ¿O más bien, es así de descuidada y estúpida? Sigo riendo porque todo ha sido tan fácil. Juro que estoy apunto de llorar…
Pero luego siento como me quedo sin aire, y como mi garganta se llena de agua y el líquido quema al entrar a mis vías respiratorias. Ahí es donde me preocupo, y por acto reflejo mi cuerpo comienza a intentar deshacer la intrusión que el agua significa en mis vías respiratorias. Intento respirar pero es demaciado difícil, cada vez que intento tomar aire, siento como mi garganta quema y aunque sigo tosiendo no consigo deshacerme de esta molestia. Poco a poco siento cómo puedo comenzar a inhalar de una manera más profunda. El agua clorada ha entrado en mis ojos, y me arde como el infierno. Todo esto, pasa sólo por un par de segundos pero justamente cuando estoy logrando tranquilizarme escucho su voz por encima de todo.
―Eres un idiota, déjame malditamente en paz, no entiendo ¿Qué he hecho para que te metas conmigo?― Dejo mi faena de intentar respirar y la veo. Su rostro es rojo, me imagino que es porque está muy, muy molesta. Su labio inferior tiembla, no sé si esta al borde de las lágrimas o apunto de comenzar a gritar como desquiciada.
Pero luego veo su cuerpo, su top y rosa sin mangas, se ha pegado tan perfectamente a su cuerpo que es como si fueran la misma piel, puedo ver sus pezones rojizos, pequeños y erectos a través de esa fina tela y sólo se me antoja una cosa.
Doy pasos inconscientemente, pero no sé verdaderamente porqué lo hago. Sé que ella no puede ser mía. ¡Maldita sea!
―Existir, éso es. Necesito que te largues... sólo uno de los dos puede estar aquí, y ése voy a ser yo… quiero que te largues.―
Esto, la lastima mis palabras definitivamente la hieren, lo puedo ver porque en sus ojos se forma una pequeña capa de lágrimas sobre sus ojos hermosamente verdes. Y la su labio inferior sigue temblando…
Siento un golpe en lado derecho de mi cabeza y cuándo volteo ella tiene en la mano un recipiente de champú. Pienso en borrar el daño que le hice estampado mi boca en la suya. Pero antes de que ella derrame una sola lágrima, o que yo me mueva un sólo centímetro, escucho un silbato...
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¡Sorpresa! :) ésta es la parte en donde el loco ese trama el plan. Pobre Alice... Jajajaja :3
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La melodía del corazón
RomanceAlice ama la música y a su violín más que cualquier otra cosa en el mundo. Ella cree, que la música es el lenguaje de todas las almas... ya que no hay ningún ser humano que no caiga rendido a los suaves tonos de una hermosa melodía. Cuando Alice...