Capítulo 8

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¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?

¿Por qué tendría que enamorarme?

Me preguntaba una y otra vez.

Maldito amor, maldito corazón, maldito todo.

Me pongo boca abajo en la cama y me tapo la cabeza con la almohada.

-¿Se puede?- da alguien golpes en la puerta.

-¿Quién es?- pregunto con voz adormilada.

-Soy yo. Mamá.

Mamá...¿Mamá?

-¿Qué quieres?- digo seca.

-¿Puedo pasar?- pregunta ella.

-Supongo que sí.

Asoma la cabeza y tras localizarme, entra en el cuarto y cierra la puerta. Avanza a paso lento y se sienta en la orilla de la cama.

-¿Y bien?- pregunto.

Me mira como si intentara adivinar qué me pasa con solo mirarme a la cara.

-¿Te pasa algo?- dice con un tono de preocupación.

-¿Desde cuándo importa si me pasa o no algo? Que yo sepa, hasta hace poco hacías como que no existía.

Se queda callada pero al final, responde.

-¿Sabes, Willow? No es fácil despedirse de un ser querido o de la persona a la que amabas. Ocurre sin planearlo, así, de la nada. Y sé que me he comportado mal este tiempo desde que murió tu padre. Pero,  entiéndeme, no podía con toda la presión, todo me recordaba a él, a su físico, a sus caricias, a su amabilidad. Y no podía ni mirarte a la cara. ¿Sabes por qué?- veo cómo se le cristalizaban los ojos- Tu padre se parece tanto a ti,cariño...Sois dos gotas de agua por dentro. Y lo siento mucho, de veras, mucho, y ojalá pudiera volver al pasado para cambiarlo.

La miro incrédula tras contarme todas las cosas que nunca en su vida ha contado a nadie.

-Y-Yo...tampoco fue fácil para mí. No sabes lo que es que tus amigas te digan que sus madres le dan consejos y las miman y les cuentan cosas y llegar a casa y ver cómo me ignorabas, cómo pasabas de mí. Ha sido muy duro.

Rápidamente me acorrala entre sus brazos y me abraza muy fuerte, como si fuera a desaparecer en cualquier momento.

-0-

-Debería hacer más amigos-suelta Nick mientras que salimos de clase.

-Pero nos tienes a nosotras-digo sonriéndole.

-Ya lo sé y os lo agradezco. Pero vosotras sois mejores amigas y eso y necesitáis espacio. A parte,  es mejor que haga más amigos para integrarme mejor en la escuela. Me van a tomar por gay por estar sólo con chicas-suelta una carcajada.

Ruedo los ojos y hago una media sonrisa.

-O por un mujeriego que sólo quiere estar con chicas- digo mirando al frente con superioridad.

-Mierda. No lo había pensado. Bueno, luego nos vemos, voy ha hacer amigos- tras esto,sale corriendo.

-Pe-pero...¿Ahora?- grito pero sé que no puede oírme.

Bueno.

Seguiré sola.

Paz.

Tranquilidad.

Sin nadie que me moles...

-Hola, Willow- dice alguien detrás mía susurrándome en la oreja.

¿Por qué has tenido que cantar victoria tan rápido?

Me doy la vuelta.

Oh.

-Saul...¿qué haces aquí?- pregunto confusa pero a la vez nerviosa.

-Como ya me rechazaste dos veces, quería ver si ese dicho es verdad, que a la tercera va la vencida. ¿Vas a salir conmigo ya?- pregunta seco.

Willow, venga, di que no.

No te quiere.

-De verdad que gracias por invitarme, pero no puedo.

-Mira niñata, a Saul nadie le niega una salida. Y tú no vas a ser la excepción- me dice mientras se acerca peligrosamente.

No, no, no.

Este no es el chico del que me enamoré.

Si es que me lo dijeron, que no me conviene.

"Eres tan inocente, Willow", replica mi consciencia.

Pero, al llegar en frente de mí, me coge de la cintura con fuerza y me besa.

Intento apartarme y hacerle la cobra pero es imposible, es más fuerte que yo.

-¡Ayuda!- logro decir tras separarme un poco.

Pero antes de que pueda besarme otra vez, alguien irrumpe en medio de los dos.

-¡Aléjate de ella!- grita alguien.

Alzo la mirada.

¿Michael?

Sí, es él.

-¿Quién se supone que eres tú? ¿Su guardaespaldas?- ríe.

-No, pero soy alguien mejor que tú.

Saul lo mira con mucha rabia y finalmente, me mira.

-Esto no ha terminado.

Tras eso, se va.

Michael se gira y se agacha hasta quedar frente a mí.

-¿Estás bien?- pregunta preocupado.

-S-Sí...muchas gracias, de verdad.

-No me tienes que dar las gracias-responde con una gran sonrisa.

Se levanta y estira la mano, para ayudar a levantarme.

La cojo y me levanto.

-Espero que algún día pueda compensarte, gracias- digo sonriéndole pero todavía un poco asustada por lo de antes.

-Ojalá. Adiós, Willow- me da un beso en el dorso de la mano y se va.

Para Siempre®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora