Capítulo 12

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-No- explica Austin intentando convencerme- Es así.

-Pero, ¿cómo? Si esto se multiplica por esto y luego, el resultado, se divide entre la suma de la resta de los otros dos.

Suelta una risotada- Te complicas demasiado, Willow. De la otra manera es más fácil.

Llevamos aquí más de una hora intentando entender algo de matemáticas. Tal como habéis visto, no es que me vaya muy bien.

-No puede ser porque...- me detengo- Oh. Oh, oh. ¡Ya entiendo!

Me aplaude varias veces mientras sigo concienzándome de que lo he entendido.

-Eres un genio, amigo mío- le digo abrazándole.

-Hay un genio en mí- dice cantando la famosa canción de Toy Story.

-¡Así no es!- digo riendo y dándole un golpe suave.

-¿Por qué no vamos a una heladería?

Nos giramos a la vez y vemos a Vanessa apoyada en el marco de la pared.

Austin y yo nos miramos con cara cómplice y asentimos.

-0-

-Para mí de fresa- digo.

Ahora mismo nos encontramos en la heladería "Love myself" de al lado de mi casa. También están Michael y Nick, de encalomados.

-¿Y tú, Nick?- pregunta Austin.

-Chocolate- responde con voz de niño chico.

-Hay de dos bolas, ¿de qué quieres la otra?- sigue preguntando Vanessa.

-Mmm...chocolate- dice sin pensarlo.

Vanessa y Austin se marchan para pedir los helados.

-¿Qué te pasa con el chocolate, tío?- dice Michael riéndose.

-Tiene una ligera obsesión por ese sabor- respondo con una sonrisa.

-Pero mira a quién tenemos aquí-dice una voz a nuestras espaldas.

Me giro y lo veo.

Él no, por favor, mundo.

¿Qué tienes contra mí?

Nick se levanta y se pone frente a él.

-¿Qué quieres ahora, Saul? ¿Pretendes insultar a alguien más o ya no te queda a nadie?

Saul suelta una carcajada para añadir- Creo que me quedas tú.

-No me das miedo- escupe Nick.

Todo sucede a una velocidad inimaginable. Saul alza el puño para darle a Nick pero Michael rápidamente lo empuja y recibe él el golpe.

Saul alza la vista en mí y me mira con una media sonrisa.

Los miro aterrorizada y me voy alejando poco a poco hasta que, me giro y salgo corriendo hasta meterme en un callejón.

Me acurruco junto a la pared con la cabeza sobre las rodillas y las manos rodeando a éstas.

La cabeza me da vueltas. Los recuerdos vienen a mí otra vez y por un momento, tengo ganas de vomitar.

"Estúpida, estúpida, no sabes hacer nada bien", reprocha mi conciencia.

Lágrimas salen de mis ojos, pero las seco rápidamente con el dorso de la mano.

No puedo parecer débil, no ahora.

Escucho pasos rápidos viniendo hacia mí y sin quererlo, me tapo los oídos y cierro los ojos con fuerza.

Escucho a alguien hablarme pero no puedo oírlo ni verlo.

Reacciono cuando la persona posa su mano en mi cara y me obliga a mirarlo.

Reacciono cuando la persona posa su mano en mi cara y me obliga a mirarlo

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-Willow, ¿me estás escuchando?-me pregunta Nick.

-Nick...- lágrimas amenazan con salir pero las retengo-Déjame, quiero estar sola, por favor- digo con voz ronca.

-Y ahora es cuando me voy- dice irónico situándose a mi lado.

-¿No lo entiendes, Nick? Soy una estúpida y una inútil. No sirvo ni para defenderme. Y ahora Michael ha recibido un golpe por mi culpa. Yo debería de haberme puesto en medio. Yo debería de haber recibido el golpe. No él. No se lo merecía. He sido una cobarde y he huido para esconderme. Siempre he sido una niñata miedosa que le tiene terror a todo. Siempre han tenido que defenderme personas, en vez de yo misma. Quiero cambiar, en serio, quiero hacerlo.

No sé en qué momento me he echado a llorar en los brazos de Nick.

-¿Por qué eres así contigo misma? Eres la persona más valiente que conozco- silencio-¿Te acuerdas de Camila?

-Como para no acordarse de tu ex- digo obvia.

Cierra los ojos y cuando los abre, habla- Me rompió el corazón, Willow. Lo usó y lo rompió en pedazos como si fuera un juguete. Estuve tan triste durante tantos meses que ni mis padres se lo creían. Fue la única persona de la que me he enamorado de verdad. Pero ella se fue. Ella lo arruinó todo. Después, me di cuenta, que no valía la pena llorar por alguien a quien no le importas. Ya sé que lo que te estoy contando no tiene nada que ver con lo que ha pasado. Sólo quería demostrarte que llorar no sirve de nada, porque eres una gran persona, que no merece pasarlo mal. Si ese idiota la ha tomado contigo, ten por seguro, que la ha tomado con todos. Si sirve de algo, se ha llevado una buena paliza por parte de los dos- dice riendo.

Alzo la cabeza y lo miro sorprendida por sus palabras.

Me rio con él y tras ayudarme a levantar, lo abrazo con fuerza

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Me rio con él y tras ayudarme a levantar, lo abrazo con fuerza.

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