Capítulo 29

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Me encuentro debatiéndome en el espejo qué hacer con mi vida. Hoy es la fiesta de fin de curso, pero por más que mire en el interior del ropero, no logro encontrar ningún vestido elegante que pueda llevar.
Las chicas parecen haber captado mi debate y me llamaron hace rato para que me fuera con ellas a comprar al centro comercial.

Les hice caso y me vine con ellas. Y aquí estoy. Y me arrepiento, la verdad. Me he probado como mil vestidos y ninguno me gusta. Hemos estado aquí toda la mañana, pero nada. Ele y Vanessa se compraron uno cada una en la primera tienda que fuimos. Y en todo el camino no han parado de quejarse de que en las siguientes tiendas que hemos visitado, había vestidos más bonitos.

-¿Qué te parece ese?- pregunta por décima vez Ele.

Echo un vistazo a dónde me ha señalado. Es un vestido rojo muy bonito, pero siempre hay algún defecto.

-Tiene demasiado escote- afirmo.

-Pues por eso, es la fiesta de fin de curso, hay que ir provocativa- dice obvia Vanessa.

-O no- digo volviendo a mirar al frente.

-Sosa- vuelve a hablar Vanessa.

-Vamos a entrar a esa tienda- digo.

Ojalá pueda encontrar ya algo aquí, estoy harta de estar en el centro comercial, de tienda en tienda.

A los veinte minutos de buscar, me canso. Hoy no es mi día. Resoplo frustrada cuando miro la última percha.

-¡Willow! ¡Willow!- empieza a gritar Ele.

Me doy la vuelta alarmada y camino hacia ella.

-Oh Dios mío, me encanta, es precioso- suelto.

Camino hacia los probadores.
Consiste en un vestido negro de encaje. Por la cintura es apretado, y luego es suelto por abajo.

-Por el Ángel, te queda genial- observa detenidamente Vanessa- Está echo para ti, es tu medida.

-Entonces, ¿ya podemos irnos?- pregunto esperanzada.

-0-

Camino de un lado a otro de la habitación. Son las ocho de la noche y todavía no sabemos a qué hora comienza la fiesta. Por eso, todavía estoy en pijama.
Ele ha ido a la escuela para preguntárselo a los profesores. Tengo el móvil sobre la palma de mi mano. De un momento a otro, el móvil comienza a vibrar en mi mano. Al principio, me asusto y casi se cae el móvil al suelo, pero logro cogerlo a tiempo.

Ele
Me han dicho que la fiesta empieza a las nueve y media, que vayamos cuanto antes.

Austin
¿Cómo?
¡Si son las ocho!
¡No me va a dar tiempo de peinar este increíble pelo!

Willow
Me cago en todo.

Subo las escaleras hasta llegar a mi habitación y de ahí, entro en la ducha.

-0-

-¿Qué os parece?- salgo de la ducha con el vestido puesto y cojo los pliegues del vestido moviéndolo mientras giro.

-¿Qué os parece?- salgo de la ducha con el vestido puesto y cojo los pliegues del vestido moviéndolo mientras giro

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-Wow, estás hermosa- dicen las dos a la vez.

-Vosotras no os quedáis atrás- les guiño un ojo.

Vanessa lleva un vestido rojo de palabra de honor encajado a su cuerpo y Ele un mono negro con un cinturón de flores blanco.

-Supongo que estamos listas- dice Vanessa mirándose al espejo.

-Entonces, vamos abajo a ver la televisión un poco-digo bajando las escaleras. Me doy la vuelta para ver si me siguen y las veo en la puerta mirándome confusas- ¿Qué? Los chicos tardarán mil años en venir a recogernos.

-Tienes razón- encogen los hombros y terminan de bajar las escaleras.

-¡No! ¡Eso no! ¡Idiota!- insulto nada más encender la tele y poner el Pasapalabra.

-Con la H, aparato que se utiliza para calentar alimentos- dice el que pregunta.

-Holla- contesta un hombre de pelo canoso.

Nos miramos entre las tres y empezamos a soltar carcajadas, hasta que llaman a la puerta.
Vamos las tres a abrir y vemos a nuestros chicos ahí parados.

-Volvéis a llegar tarde- dice Ele.

-Puedo explicarlo- aclara su garganta- Austin y su pelo, Michael y su ropa arrugada y yo y mi coche averiado- resume Nick.

-¿Algún imprevisto más?- pregunto divertida.

Nick empieza a contar con los dedos otra vez para asegurarse.

-Creo que no.

-Pues entonces, vámonos de fiesta- dice Vanessa fiestera.

-Solo puedo decir que estás hermosa- susurra Michael en mi oído.

Me sonrojo y le doy un beso en la mejilla.

-La próxima vez, podrías dármelo en otro lado- ríe y me toma de la cintura. Le cojo la cara y le doy un beso en los labios.

-Hey, tortolitos, es hora de irse- dice Austin desde su coche

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-Hey, tortolitos, es hora de irse- dice Austin desde su coche.

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