Capítulo 18

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Vuelve a narrar Willow

Después de que Michael y yo termináramos el baile, el concurso se acabó y salimos afuera, donde nos esperaban los demás. Nos fuimos en el coche de Nick, ya que así fue como llegamos.

Las chicas y yo ahora mismo estamos en casa de Vanessa, tras que su madre le pidiera que si nos podíamos quedar a dormir, que ya era tarde. Y los chicos...pues ellos se fueron cada uno a su respectiva casa.

-¡Yo me ducho primero!- digo nada más entrar a su cuarto.

-¡Oye, que es mi casa!- grita Vanessa detrás mía.

-Niñas, no hagáis ruido- nos riñe divertida Gina, la madre de Vanessa, desde abajo.

Le saco la lengua y me meto en el cuarto de baño.

-No tardes, que te conozco- dice Ele al otro lado de la puerta.

-Que sí- respondo frustrada.

Me quito la ropa y me meto en la ducha. El agua fría cae bajo mi cabeza y es en ese momento, cuando pienso en todas las emociones vividas hoy. Las miraditas entre Austin y Vanessa, el beso de Ele y Nick. Y es ahí cuando te paras a pensar, ¿tendré yo a alguien que me quiera de verdad alguna vez?

Tras ver que ya llevo como diez minutos bajo el agua, salgo. Me enrollo en la toalla y tras secarme, me pongo uno de los pijamas que nos ha prestado Vanessa, ya que toda mi ropa está en mi casa.

Salgo y las veo desparramadas en la cama jugando a las cartas.

-Guarra, te queda mejor que a mí- dice Vanessa.

Les hago un pase de modelo hasta la estantería, donde dejo doblada la toalla.

-Bueno, os toca ducharse- digo.

Ele da un paso hacia el cuarto de baño pero se detiene tras escuchar la amenazadora voz de Vanessa- No te atrevas a dar un paso más.

-Vane- la llama así porque sabe que lo odia- Quiero que sepas que te amo, pero estoy demasiado sudada. Si quieres bañarte primero, adelante, pero que sepas que después te daré un abrazo de oso que te dejará toda pringada.

-Me encantan tus amenazas- respondo guiñándole un ojo.

-0-

-Oye, ¿qué pasó al final con el viaje de fin de curso a Londres?- dice Vanessa confusa.

-No sé, creo que el lunes iba a explicarnos ya todo lo que íbamos a hacer, el coste y eso- intento recordar.

-No sé si lo sabéis, pero mañana es lunes y no sé vosotras, pero yo tengo sueño. Así que, hasta pronto- Ele responde y se recuesta en la cama.

-Oh, no, no, señorita. Hoy es día de chicas y como tal, hay que acostarse a las cuatro de la madrugada- digo levantando el dedo.

-Dios, ten piedad y sálvame- susurra Ele agarrándose a las almohadas.

Vanessa y yo la cogemos de las manos y la hacemos levantarse.

-¿Y tu madre no le molestará un poco nuestro ruido?- pregunta Ele sarcástica.

-Nah, mi madre tenía hoy una cita con uno de sus amigos de la infancia. El chaval es muy bueno conmigo, así que, le permito entrar en nuestra familia- dice Vanessa orgullosa.

-Bueno, ¡que empiece la fiesta!- digo fiestera.

-Yo iré a por los micrófonos, Ele, tú irás por el altavoz y Willow, tú vete a por comida.

-Con comida te refieres al frigorífico, ¿no?- pregunto con ironía.

-Sí, pero mi madre está harta de volver a poner el frigorífico, así que, tráete solo palomitas- me sigue Vanessa el juego.

-0-

Llevamos dos horas cantando y comiendo palomitas como gordas.

Ele vuelve a pulsar el altavoz y suena la canción Adore you, de Miley Cyrus.

Empieza a cantar Ele.

Baby, baby, are you listening
Wondering where you've
been all my life
I just started living
Oh baby, are you listening

Después, le sigo yo.

When you say you love me
Know I love you more
And when you say you need me
Know I need you more
Boy, I adore you, I adore you

-¿Te gustó el beso de esta noche?- dice Vanessa mirando a Ele con cara pícara.

-¿Hm? ¿Beso? ¿Qué es eso?

-No se come- la interrumpo yo- Bueno, si lo haces de manera salvaje, sí.

-Pues... no sé, es que tuve una sensación extraña. Me gustó el beso, pero no sé si fue el beso o él.

-Cada día te entiendo menos. Vamos a ver, ¿te gusta Nick?- interrumpe Vanessa.

-Es que es eso. Que no sé. Quizás es porque tengo miedo a enamorarme de él. Quizás tengo miedo a que juegue conmigo.

-Hey, cálmate- le digo- Nick podrá ser muchas cosas, pero nunca le ha roto el corazón a nadie. Él no es así. En tal caso, le hubiera pasado al revés.

-Pues entonces, ¿qué hago? Porque no sé si me quiere...

-Por el Ángel, Ele, está más que claro que lo pones a mil por hora. Se te nota en la mirada, que vives enamorada.

-¿Eso no es la letra de una canción?- le digo divertida.

-Cállate. No interrumpas el momento- dice ella con orgullo.

Mientras tanto, Nick

El joven se encuentra boca abajo en la cama. No puede parar de pensar en lo ocurrido esa misma noche. Millones de preguntas se arremolinan en su cabeza y no puede esperar para escuchar la respuesta.

"Dios, cuán difícil es el amor", piensa el muchacho.

No sabe si Ele sentirá lo mismo que él. Lleva semanas preparándole una carta, pero todas acaban siempre en la basura. No sabe cómo expresarle sus sentimientos. Desde el primer momento que la vió, se derretió su corazón. Sacude la cabeza para alejar los pensamientos por un rato y coge la ropa para encaminarse hacia la ducha.

Abre el grifo y espera hasta que ésta queda fría. Se mete bajo ella y, tras aparecérsele una imagen de Ele en su mente, sonríe.

 Se mete bajo ella y, tras aparecérsele una imagen de Ele en su mente, sonríe

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