4.-Él.

4.9K 423 12
                                    

-¿Siempre caminas sola por esta calle?-indagó Anwar.

-Si siempre es cada vez que regreso del instituto, entonces sí.- respondí con una sonrisa.

Anwar se ofreció para acompañarme a casa, no desprecie la oferta. Asi tenia a alguien con quien platicar en el trayecto.

-¿Siempre es así de frío?-frotó sus manos para luego abrazarse. Sonreí con gracia.

-No siempre, según las noticias del clima este lugar ha estado cerca de los cero grados.- amplió sus ojos.

-¿Cero grados?-preguntó sorprendido, este efecto es normal en personas que no viven aca. Nadie se imagina que llegue a ser tan frío como algún estado de USA.

-Dije cerca, no exactamente cero grados.-expliqué.

-¿Que ha sido lo más cerca?

-Doce grados.

-¿Hace cuanto?

-Unos años atrás...- alce mis hombros.

-¿Cómo estás segura?-arqueó una ceja.

-Ese día me encontraba en el auto de mi madre y el reloj que marcaba la hora también medía la temperatura, estábamos a doce grados, algo menos y nos encontraríamos en los cero grados.

Se detuvo en seco, eso me sorprendió. Fruncí el ceño y lo observé.

-Me tengo que ir.- apretó sus puños.

-¿Estas bien?- me preocupó su estado tan repentino.

-No hay problema que te deja acá, ¿verdad?- negué. -Bien, hasta mañana.- giró y caminó por el lado contrario.

Me quedé observándolo. Hasta que se echó a trotar y se perdió por la calle que estaba cubierta de árboles.

Giré sobre mis talones y reanude mi camino a casa.

>>>

Abrí la puerta y lo primero que me encontré fue con Nath en el sofá. No me sorprende que su vida dependa del sofá. Cerré la puerta. Caminé hacia las escaleras, subí una grada, me disponía a subir la otra cuando Nath habló.

-Mamá quiere que cenemos juntas.-soltó sin más. La observé por encima de mi hombro.

-Dile que ya bajo. Solo me cambio.-sin esperar respuesta decidí avanzar.

Llegué a mi habitación y me despojé de mi ropa. Tomé unos pantalones de algodón y una sudadera a juego. Salí de mi habitación y trote escaleras abajo. Nath ya no se encontraba en la sala, seguro estaba con mi madre en el cuarto de cocina. Llegué a este y ellas estaban en la mesa. Un plato se encontraba servido al lado de mamá. Me apresure y tomé asiento. Ya no recordaba que era comer en familia.

-¿Qué tal la escuela chicas?-preguntó mi madre llevando un trozo de carne a su boca.

-Tengo un promedio de 7.6.-alzó sus hombros mi hermana.

Desde que Raúl no está mi madre cambió totalmente. Ahora es un poco desinteresada en todo, ejemplo de ello, en nuestro estudio.

-¡Tienes que mejorar!-animó con una sonrisa.-¿Qué tal vas tú, Ayleen?

Sonreí con malicia. Estaba segura que mi respuesta afectaría a Nathalie.

-Tengo un promedio de 9.1-no se si es el reflejo de la luz o es que en realidad le brillaron los ojos a mi madre ante la mención de mi promedio.

-¡Excelente!-felicitó. Sonreí con satisfacción.

Observé a Nath y no dudó en sacarme la lengua junto con su dedo mayor. Por debajo de la mesa le di un pequeña patadita.

BLACK EYESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora