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Pronto sería Navidad. Tres meses habían pasado tan rápido, y es porque cuando uno está demasiado feliz los días parecen consumirse tan rápido, sin darse cuenta. Todo era tan bonito desde que estaba con Jungkook hace tres meses. Sin embargo, cada vez que mamá me llamaba sentía una enorme presión. Ella había conocido a Jungkook meses atrás y siempre me pedía que me cuidara o daba charlas sexuales, cuando Jungkook y yo ni siquiera habíamos llegado al siguiente nivel. Me había llevado inclusive al ginecólogo, aunque este fue por un problema de irregularidad, pero  ella había aprovechado para que me dé charlas sobre métodos anticonceptivos. Mamá realmente se preocupaba de mi salud sexual más que yo. Sin embargo, esta vez su llamada no trató de eso.

— ¿Ya fuiste a inscribirte para el examen escrito?

Preguntó. Los exámenes de la beca que postularía en Abril, dentro de cuatro meses. Hice una mueca. Sabía bien que solo eran exámenes, que la postulación era independiente de ellos, aunque vitales. De cierta forma no quería saber de ellos, todo eso de irme a otro país era incierto, quizá no rendía bien los exámenes, mis cartas de recomendación no eran buenas, etc. Cualquier cosa podría ir mal, en sí, pero en ese momento solo saber que de aprobar los exámenes y postular significaba estar lejos, lejos de Jungkook, era algo que me generaba ansiedad. Sin embargo, mamá insistiría en que me registre para esos exámenes de seguro, y efectivamente fue así cuando dije que no.

Quizá podría irme en mi último año de carrera. No tendría que ser el próximo año necesariamente, eso pensé en decirle, pero decírselo solo haría que ella más se encapriche con la idea de irme, así que sí o sí lo hice, pero para ver mi nivel.

Los días pasaron y estaba a dos días del 23 de diciembre, el día que rendiría el primer examen. De cierta forma, no podía decirle a Jungkook sobre la existencia de ese programa de becas, aún no. Por el momento sería generar un drama, tal vez se lo diría cuando haya aprobado ambos exámenes y mamá empiece a obligarme a postular. Porque tener los exámenes aprobados hacía que  dejara de ser tan incierto el irme.

Quizá él me ayudaría a buscar una excusa para quedarme...

Siendo 21 de diciembre, Jungkook tomó de mi mano para dirigirnos a una de las mesas apartadas del restaurante. Ese día... Ese día cumplía 18 años. Mis padres y mi hermana mayor habían estado tan ocupados con sus cosas en Busan que solo me llamaron por video llamada, diciendo que me consentirían cuando navidad llegase y ellos estén en Seúl. De cierta forma, extrañaba pasar tiempo de lujo como familia.

Era un restaurante italiano aquel, pues había oído de él con anterioridad y mis ganas de ir allí habían sido inmensas desde que supe de su existencia. Jungkook sabía claramente que era fan de las pastas, lasañas y todo tipo de comida italiana, y que me llevara ahí, significaba que me estaba consintiendo mucho a pesar que no quería que gastara mucho en mí. Sin embargo, cuando la aparición de un peluche gigante, rosas, chocolates y una pequeña caja con un brazalete dentro hizo que me sintiera un tanto culpable como sorprendida. ¿Por qué él tenía que gastar tanto así? Yo apenas le había regalado algo mínimo durante su cumpleaños, pero Jungkook me había dado un regalo perfecto. Más perfecto de los que mi familia me daba.

一Eso no importa, te lo mereces.

No dejo que le refutara más porque me dio un beso corto que me cortó las palabras. ¿Realmente me lo merecía? Jungkook me hacía creer que sí.

一Así que en dos días darás un examen para ver qué tal es tu nivel de chino. 一comentó, mientras cenábamos tranquilamente. Asentí, mientras me limpiaba la boca, luego procedí a responder.

一Espero, realmente, sacar más de 200.

一Oh, verás que sacarás los 300 puntos exactos. Eres perfecta.

Lo siento + Jjk  » Book 1 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora