Todo julio fue lleno de reuniones, fiestas, llantos y risas.
Fue un mes de solo despedidas por parte de mi familia y amigos del colegio. En una ocasión, me topé con Yoongi y me pidió disculpas por lo que había hecho y lo perdoné en cierta forma cuando me di cuenta que era sincero y no una trampa para acercarse a mí una vez más. Es más, ahora él era feliz con una chica y me alegraba por él.
Sin embargo, en cierta forma yo no era feliz, extrañaba a Jungkook cada maldito día. A pesar que nos mensajeábamos a diario, todo era igual de doloroso. Aquel día, cuando me había despedido en su casa, en nuestro último día, le había visto querer incluso cuando me besaba por última vez, más no lo hice aunque su rostro muestre esas enormes ganas. Intentó llevarme a mi casa, pero lucía tan mal que simplemente no lo dejé salir de su casa a pesar que él insistía. Sin embargo, después de repetirselo unas cuantas veces, dejó que me fuera sola en un taxi.
Estaba segura que si él me dejaba en casa, la despedida sería mil veces dolorosa que en su cocina. De cierta forma, también, era una forma para llorar sola y no quebrarme frente a él, ya que esta despedida dolía mucho más que cuando rompimos.
Esto era mil veces peor.
Apesar que no lloré en el taxi, pues me controlé bastante, lo que sí causó lágrimas en mí fue su mensaje lleno de varios te amo. Yo también lo hacía con locura y ¿cómo no? Jungkook era mi primer enamorado, primer amor de verdad. Jungkook, definitivamente, sería muy difícil de borrar.
Por otro lado, la universidad ya me había enviado los boletos de avión y la fecha no pudo ser peor.
1 de septiembre.
El mismo día de su cumpleaños.
Mierda de vida.
Agosto empezó cuando regresé a Seúl. Todos los días fui a la organización para seguir con el trámite y porque debía seguir asistiendo a las clases de chino hasta que me fuera. Quería verlo, pero él en cierta forma no me respondía los mensajes. Llevaba cinco días en la ciudad y no había visto a Jungkook para nada ni siquiera cuando le iba a ver a su casa y su madre decía que no estaba.
Cada vez que decía eso, sabía que mentía, pero en vez de reclamarle, solo le decía que volvería al día siguiente
No sabía si era bueno o malo, después de todo, pero lo que sabía es que en cualquier momento lo vería y así fue. Lo vi en el centro comercial junto a la prima de Jimin y éste.
No dudé en acercarme, dejándole sorprendido por verme ahí después de un mes.
La pequeña prima de Jimin, llamada Jimin también, me abrazó muy feliz y comenzamos a hablar, entonces ella comentó que se había enterado de mí viaje, así que le afirmé aquella noticia al decir que me iría del país dentro de unos días Sin embargó, eso pareció alertarla de algo, pues inmediatamente ella miró Jungkook y dijo que no fue su intención mencionar eso.
No importaba si lo mencionaba o no, yo era la culpa, la de la debilidad de Jungkook. Sin embargo, apesar que la prima de Jimin pedía perdón, él solo se había dedicado a mirar su bebida, ignorándome.
—¿Qué día te vas? —preguntó Jimin, esta vez, luego de rodar los ojos hacia su amigo. Hice una mueca. Quería ser cruel, de repente, y decir "pasado mañana" para que así Jungkook reaccione, pero no quería ser mala con él, no después de todo lo que vivíamos. Ya la situación era dolorosa para nosotros.
Así que simplemente dije: —El primero.
Jungkook alzó su mirada, finalmente, abriendo sus ojos hacia mí, conmocionado. Jimin se quedó con la boca abierta. Sí, era sorprendente. — ¿Justo ese día?
Asentí de manera triste. Su pequeña prima cambió de tema al ver nuestro humor y agradecí enormemente por ese gesto ya que comenzamos a reírnos, pero a Jungkook no le llegaba la sonrisa a los ojos, menos a mí. Park Jimin notó aquello así que pronto se fue junto con su prima, dejándonos a solas en ese restaurante donde les había encontrado.
Me lo quedé mirando esperando una explicación al porqué me estaba evitando.
Jungkook se levantó de la mesa dónde estábamos sentados y comenzó a caminar hacia la salida, sin decir absolutamente nada. Decidí seguirlo, y agradecí que se pagara todo lo consumido antes, de lo contrario le hubiera perdido de vista por solo pagar la malteada que había pedido.
Caminaba lento, como si estuviera muerto. Yo iba tras de él.
—Igual pasaré tu cumpleaños contigo aún si pasamos la media noche en el aeropuerto. Estaré contigo ese día.
Le dije, con la voz bastante suave. No estaba llorando, pero igual me dolió el pecho decirlo. ¿Por qué tenía que irme ese día?
Jungkook volteó y no supe cómo interpretar su cara. Estaba conmovido o enojado. No lo supe.
Me ignoró y siguió caminando.
—Jungkook no hagas que esto sea difícil otra vez, estoy a unos días de irme...
Le agarré de la mano y él se soltó.
—Es difícil de por sí.
Soltó, bastante alterado.
—Lo sé, lo sé—.
Realmente lo hacía, lo entendía realmente. Continué. —Pero me lo prometiste ¿no? Dime que te acuerdas la promesa que me hiciste en nuestro primer aniversario.
Jungkook volteó a mirarme bastante triste y asintió.
—Te prometí estar siempre a tu lado.
Resumió nuestra noche de hace un tiempo atrás en esa oración.
— ¿Entonces porque me dejas en este momento?
Me acerqué a él, aferrándome a él con fuerza. Me prometió estar a mi lado incluso en el momento más difícil para ambos. Quizá antes no la hubiera cumplido, pero me lo volvió a prometer antes de irme a Busan. Busqué su boca y antes de atraerlo finalmente a mis labios le dije un te amo y lo besé.
Jungkook no demoró en responderme y devoró literalmente mi boca.
🌸
Las semanas siguientes fueron dolorosas. Era inevitable que al final de día nos acordáramos que era un día menos. Ahora estaba a días de irme a Shanghái.
Días. Dos malditos días.
El humor de Jungkook había decaído al igual que el mío, y me sentía mal saber el hecho de que también estaba emocionada de irme a China, por fin.
La noche del 30 de agosto Jungkook durmió en mi casa, junto a mí en la habitación. Había cambiado su expresión al ver mi maleta junto a mi cama, sin embargo se olvidó de la idea cuando lo tiré hacia la cama para hacerle cosquillas, pues yo también estaba haciendo mi esfuerzo para hacerle sonreír.
Es decir, yo era la que se iba, conocería gente, estaría con la mente ocupada tratando de adaptarme a otro país, socializando, en cierta forma yo tenía menos probabilidad de estar llorando todo el día en comparación con él... así que me había puesto de tarea hacerle sonreír cuando él estaba triste y aunque yo también lo estaba, podía fingir que estaba bien, solo por él.
Por él podía fingir ser fuerte cuando era muy débil.
Se retorció bajo de mí cuando le hacía cosquillas y amé verlo sonreír así.
Esa noche sólo dormimos abrazados.
Al levantarme observé su dulce rostro tan sereno. Lo acaricié y él sonrió cuando abrió los ojos. Me acerqué a besarlo ignorando mi aliento matutino y me subí encima de él.
Era nuestro último día y en su mirada pude notar la nostalgia crecer...
Era 31 de agosto.
—Te amo, Jungkook...
Se lo dije antes de besarle.
Este sería el día más doloroso de mi vida.
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Lo siento + Jjk » Book 1 ✔️
FanfictionLas decisiones parecen ser más difíciles de hacer cuando se involucra lo que más amas y el riesgo de perderlo en el proceso. Jeon Jungkook no quería intervenir en las decisiones que marcarían el futuro de su novia, aun si tenga que dejarla de la peo...