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Besé su boca, un tanto desesperada como calmada.

Era algo tan difícil de explicar porque mientras quería absorber todo de ellos, pues eran mis últimas horas saboreándolos, un lado de mí era demasiado suave porque se trataba de él y cuán frágiles éramos ese día.

Era el último día que vería a Jungkook y la última vez que quizá podría tenerlo así...

Quizá no, pero en ese momento solo quería aprovechar todo el tiempo posible así, a su lado, besándole cada rincón de su cuerpo, así como él con el mío.

Aún conmigo encima, Jungkook se sentó suavemente, mientras empezaba a acariciar mi espalda desnuda bajo mi pijama de osos. En ese momento, Jungkook bajó sus labios entre mi hombro y cuello, succionando fuertemente mientras yo me dedicaba a mirarlo, de reojo, como él me dejaba su rastro de saliva.

Un primer gemido salió de mí cuando sentí sus dientes en esa zona. Las cosas, una vez más, se estaban subiendo de tono con él.

Cada ocasión se sentía como si fuera nuestra primera vez, descubriendo cada vez más zonas más sensibles en nuestros cuerpos.

Por mi lado, yo no me quedé quieta. Luego de que Jungkook haya mordido mi piel de forma suave, busqué su rostro para besarle una vez más y posteriormente dedicarme a bajar para darle besos entre su manzana de Adán y su clavícula, su parte más sensible y que hacía que su erección fuera más dura en un dos por tres.

Pude escucharle gruñir y estremecerse cuando se lo hacía, y a la vez también sentir crecer algo bajo mío. Una vez más hice mi trabajo ahí y me dirigí a aquel lunar en su cuello a la altura de su oreja derecha.

Pude oírle, esta vez, reír por las cosquillas que generé esta vez y yo también sonreí con eso, alejándome para mirarle una vez más, acariciando su cabello negro y largo con mis dedos. Él tenía los labios húmedos y me miraba, con sus ojos hinchados, tan amorosamente.

Sus ojos me atraparon mientras él solo me acariciaba lentamente por la cintura.

-Te amo, Haera.

Jungkook dijo en un susurró. Sus pupilas parecían dilatadas y brillaban mucho, haciéndome ver con facilidad su sinceridad.

-Yo también te amo, Jungkook.

Lo amaba con toda mi alma. Eso era demasiado obvio. Él sonrió dulcemente y a la vez tan lleno de pena, más me dediqué una vez más a darle un beso, uno corto. -Eres el amor de mi vida, Jeon Jungkook.

Le dije una vez más.

Ahora mi pecho dolía.

No quería irme.

No quería irme y dejarle.

Jungkook parecía notarlo de repente porque mis ojos se llenaron de agua ligeramente y podía sentir mi labio temblar, aún cuando le besaba.

Él se dedicó a limpiar aquel rastro de agua antes de que realmente llore con ganas una vez que se alejó de mi boca.

Me dio una sonrisa bastante amplia y tiró de mis cachetes antes de darme un beso más diciéndome que yo también era el amor de su vida.

Pude sentir que Jungkook estaba siendo fuerte por los dos en ese momento, porque por primera vez ya estaba dejando caer la máscara que había traído todo este tiempo y mostrando que realmente me dolía separarnos, todo por mi decisión.

Ninguno de los dos sabía que podía pasar en ese año que estuviera lejos.

Ninguno de los dos sabía qué cosas podría cambiar entre nosotros

Lo siento + Jjk  » Book 1 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora