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Capítulo final.

La noche había hecho presencia y sé que no demoraba que mis padres me dijeran para irnos a casa, ya que íbamos a salir muy temprano en la mañana para ir al aeropuerto. Sabía que Jungkook iba a venir con nosotros, a pesar de ser su cumpleaños. Sus padres no le habían dicho nada porque era su deseo, así que no había problema.

Miré mi reloj. Cerca de medianoche. Quería que llegase ya y a la vez no. Quería porque era su cumpleaños número 20 y no quería porque era doloroso el hecho que en su cumpleaños me iría.

Nos iríamos pasando medianoche y mi corazón dolía con cada segundo.

Era muy sensible, pero creo que a cualquier persona le dolería estar en mi situación. Parecía estar más triste por irme que emocionada.

"Cuando llegue el momento, no mires hacia atrás"

Eso me había dicho mi hermana unas horas atrás. Decía que si miraba hacia atrás, me iba a arrepentir. Sabía que hacía referencia al momento en el que esté en el aeropuerto y cruce la puertas que me separarían de mi familia, casi-novio y amigos.  No iba a voltear, no podía flaquear y me tenía que mentalizar eso.

La hora llegó luego de que medianoche se marcara y todos los presentes comenzaran a celebrar el cumpleaños número 20 de Jungkook. Todo el mundo sonreía y yo no dejaba de hacerlo tampoco. Ver a Jungkook soplando la vela de su torta y sonreír ante los flashes de los celulares de sus padres era una completa ternura. Él se veía muy feliz.

—Es hora de irnos, Haera. —Mi padre me dijo poco después, aproximadamente a las dos de la mañana. Hice una mueca, pero asentí. Jungkook había dejado de reír de repente al escuchar eso. Me miró a los ojos y pude ver su horror.

Me despedí de los padres de Jungkook, que eufóricamente me abrazaron, pues no los vería por mucho tiempo. Ellos me apreciaban, después de todo. Su madre siempre me decía que era la hija que siempre había querido y su padre siempre recalcaba que era muy bonita para Jungkook, en broma claro está.

Ambos subimos al auto que mi padre había rentado, pues el suyo estaba en Busan aún. Él decía que era más económico alquilar uno en todo el tiempo que estaría en Seúl que estar gastando en taxis. Tenía muchísima razón.

Mis padres fueron adelante y yo atrás con Jungkook y mi hermana, que no nos dejaba de mirar con ternura y pena. Me acurruqué en Jungkook todo el tiempo inclusive hasta cuando llegué a mi habitación, porque él dormiría ahí. No podía soltarlo ni él tampoco a mí.

Recordé que tenía que darle algo antes de irme. Era un detalle que le iba a dar por adelantado, pues en cierta forma... Dentro unos días, ambos íbamos a cumplir dos años. Aunque no estuviésemos juntos, sentí que sería algo bonito regalarle todas las fotos que tenía de nosotros en un álbum.

Yo solo me iba a llevar una foto conmigo.

Jungkook acariciaba mi cabello y de repente se detuvo antes que me quede dormida  por su caricia. —¿Haera?

—¿Hmmm?

El sueño me vencía, pero a la vez quería mantenerme despierta por él.

Sentí que él acarició mis dedos y de repente abrí los ojos cuando sentí el metal chocando con mi piel. Era un collar con un anillo colgando allí. Ese anillo lo recordaba. Se lo había devuelto cuando habíamos roto meses atrás por su infidelidad.

No pensé que le conservaría.

—Tal vez no seamos novios ahora, pero quisiera que lo conserves.

Lo siento + Jjk  » Book 1 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora