一¡Taehyung! ¡No sé qué regalarle!Mañana sería el cumpleaños de Jungkook. Aún no éramos pareja oficialmente porque lo estábamos intentando. Él, luego de decirle que tenía miedo y que era una inexperta en todo conforme a relaciones, dijo que iríamos con calma. Eso era la ideal, además desde que las cosas habían mejorado con él días atrás todo marchaba bien. Observé una cadena plateada, no era ni tosca ni tan finita. Era sencilla y hermosa. Volteé a mirar a Taehyung para que le dé el visto bueno.
一Podrías regarle unos pendientes. Tiene muchos huecos.
Negué, me iba a demorar más buscando unos bonitos modelos, además ni yo tenía tantos como él, con la justa uno, en cambio él tenía tres en cada oreja, por lo tanto era un dolor de cabeza escoger algo conforme a pendientes. Decidí comprar aquel collar y fui a ver, luego, otras tiendas, donde Taehyung compró unos lentes de sol y yo una casaca color caqui. Cuando llegué a mi casa dejé el regalo en la mesa. Me dirigí al baño y comencé a arreglarme. Jungkook me había invitado a cenar hoy en su casa, de paso para que conociera a sus padres. Sentí que eso no era parte de ir "lento", pero él realmente se veía emocionado que no pude decirle no, además era su cumpleaños, de seguro más gente iría, aunque también puede que no, porque ninguno de los chicos de la facultad sabía. Ni siquiera Taehyung o Jimin que eran los más cercanos a él.
Me coloqué un pantalón negro y un suéter crema, luego unas zapatillas altas y me amarré el cabello en una cola. Esta vez mi cabello ya daba más abajo de mi busto, había crecido rápido desde abril, desde el día que conocí a Jungkook, hace cinco meses. De alguna forma, ver mi cabello largo solo me hacía acordar más y más a Jungkook. Cerré la puerta de mi departamento y tomé un taxi hacia la casa de Jungkook. Estaba nerviosa, puesto que no sabía si Jungkook le había dicho a sus padres que estábamos saliendo desde hace unos días o solo era una compañera de clase. Le mandé un mensaje diciendo que estaba a punto de llegar, así que para cuando llegué a la dirección que él me dio, me esperaba en la entrada de su casa. Al verme, sonrió, guardando su móvil en su chaqueta jean que tenía y se acercaba a mí, con lentitud. A penas estuvo frente a mí, depositó un beso en mis labios.
一Hola preciosa.
Lo adoraba.
La cena surgió armoniosamente. La madre de Jeon me adoraba, puesto que decía que Jungkook había hablado maravillas de mí, incluso desde antes que nosotros saliéramos. De hecho, se alegraba mucho más que su hijo sea mi saliente. Muy contrario a su padre, que no decía nada, pero al menos no se oponía a lo que teníamos. Después de todo ¿por qué se opondría?
Cerca de las 11 nos dirigimos a su terraza y nos sentamos en un sillón, con el viento del inminente otoño cayéndonos. Jungkook a mi lado, empezó a contarme sobre las experiencias que tuvo durante sus 17 cumpleaños previos, sin embargo terminó confesando que sería la primera vez que cumpliría con su cumpleaños con novia.
Sonreí torpemente ante eso, pero tomando de su cuello le dije 一Pero yo no soy tu novia.
一Lo serás así que cuenta.
Jungkook dijo acercándose a mí, besándome de paso y por un momento sentí que tocaba el cielo. Su cumpleaños caía sábado, por lo que no tendría que levantarme temprano al día siguiente. Siendo viernes 31 de agosto casi ya medianoche fuimos al balcón para tomar aire. Nos quedamos mirando las luces de la calle, Jungkook vivía en Itaewon, la calle donde la mayoría de las casas estaban en pendientes. La casa de Jungkook estaba justamente en la parte superior de una colina por lo que podíamos pretender que estábamos en un edificio alto y ver las luces amarillentas de los faroles y muchos techos.
Era en cierta forma romántico.
Jungkook rodeándome por la espalda, besó mi hombro sobre el suéter que tenía, de manera fugaz. Él empezó a jugar allí, cerca de mi oreja, puesto que sabía que esa zona era la más sensible de mi cuerpo, por lo que empecé a encoger y quejarme para que parara. Al final terminó sosteniéndome, frente a frente, por la cintura.
Estar así con él era bello. Sin embargo, ese momento dulce se interrumpió cuando él recibió una llamada. Pude ver de quien se trataba fácilmente. Hikari. Jungkook, por suerte, decidió ignorar su llamada, cortándole.
一De seguro quería felicitarte antes de las 12. 一 le dije, encogiéndome de hombros. No me molestaba Hikari, simplemente sentía un poco de pena por ella. Ella debía estar sufriendo, pues si ella había venido a Seúl era por Jungkook. Solo por él y supongo que ahora se marcharía, a menos que se quedara viviendo con sus tíos tal como Jungkook había comentado alguna vez.
一No importa, además no dejaré que ella sea la primera.
A pesar que no quise sonreír por sus palabras, lo hice. Me decía prácticamente que quería que yo fuera la primera ¿Por qué era tan dulce? Esta vez fui yo quien le robó un beso.
De alguna forma pensé, ¿esto hubiera conseguido de haber seguido teniendo miedo? ¿Esto era lo que me estaba negando por semanas? Es decir, aún tenía miedo de ser herida o de perder la cabeza muy feo por Jungkook, pero estaba feliz de estar con él. Recordé de repente que su regalo estaba en mi bolso, en el asiento donde habíamos estado sentados, así que lo dejé ahí por un momento, antes de salir trotando hasta dicho lugar. Luego regresé sosteniendo la pequeña caja que ocupaba toda mi mano, mientras le observaba mirar hacia el horizonte. Pensé que de tarde sería bonito ver el atardecer ahí. Jungkook giró a mirarme cuando me coloqué a su lado y torpemente le enseñé su regalo. Adoraba este momento, él abriendo la boca por la sorpresa, como si realmente no esperaba que le diera un regalo y luego sonreír lleno de amor.
一Feliz cumpleaños, Jungkook.
Dije, antes que él me abrazara y me llenara de besos.
Sí, estuvo bien ser egoísta...
ESTÁS LEYENDO
Lo siento + Jjk » Book 1 ✔️
FanficLas decisiones parecen ser más difíciles de hacer cuando se involucra lo que más amas y el riesgo de perderlo en el proceso. Jeon Jungkook no quería intervenir en las decisiones que marcarían el futuro de su novia, aun si tenga que dejarla de la peo...