La Caja, La Espada y La Armadura

La ultima imagen del lienzo

Un mendigo se encontraba a escasos metros del castillo de Hades, los espectros no tardaron en dar a aviso a los dioses gemelos al no haber rastros de Pandora.

Thanatos e Hypnos salieron al encuentro, porque no temían represalias de un pobre viejo que estaba mas cerca de seguir al dios de la muerte en cualquier momento.

— Feliz encuentro señores altísimos, los espíritus malignos se hacen fuerte en esta región. Me dificulta respirar pero tengo que hablar con el amo del castillo.

— El no se encuentra disponible en este momento — dijo el dios de los sueños mirando al viejo con desconfianza, pero había algo que no dejaba de parecerle familiar al dios, por lo que anduvo con cuidado ante este individuo.

— Que pena que no me pueda recibir, pero al menos podrá mi hija transmitir el mensaje.

— ¿Tu hija ?

— Ella fue la ultima sobreviviente de la villa que aniquilo el rey del inframundo.

— ¡ Como te atreves ! — grita Thanatos apareciendo de golpe la estrella de cinco puntas sobre su frente, vislumbrándose atrás del sacerdote un terrible violeta sapuris como ningún otro. Parecía un acorazado envuelto en una terrible aura.

— Por favor, haz mi deseo realidad y te seguiré hasta mi ultima morada — pidió el mendigo tranquilamente. Ya nada lo ataba a este plano y el shinigami comprendió que era inútil luchar contra la calma producto de la experiencia y madurez de aquel individuo.

— ¿ Donde esta la niña ?

— Aquí, bajo mis ropas.

El mendigo tiro sus ropas y una niña miraba a los dioses gemelos. Su cabello era negro como el carbón y su piel blanca como la espuma. Pero lo que mas los confundió fue que portaba un perfecto sapuris violeta.

— Ella, esta muerta.

— No, cambie mi vida por la de ella. Ahora ten la amabilidad de llevarla ante su salvador.

Los dioses no pudieron oponerse al viejo, pues el signo de Hades estaba presente en la niña.

Los cuatro entraron al castillo, varios espectros miraban a la niña que a tan corta edad portaba un sapuris, mientras que en una desviación el shinigami se llevo al viejo a cumplir su promesa.

El dios de los sueños acompaño a la niña hasta Alone que se encontraba pintando la ultima imagen del lienzo, aunque era la primera vez que veía que tenia problemas con la pintura, todo el lienzo estaba desapareciendo.

Solo quedaban fragmentos de lo que una vez había sido la salvación, pero a pesar de eso los ángeles seguían alabando la obra maestra del siglo XVIII.

— Hades - sama...

— Hypnos, ¿ que noticias traes del santuario ? ¿ tus hijos han partido ?

— No, mi señor. Thanatos....

— ¿ Que fue lo que hizo ?

— Los envió a otra dimensión, dijo que en la situación que estaban no podrían superar las 12 casas.

— Ah, bueno. ¿ Cuando piensas que regresen ?

— .....en 12 horas.