Prologo al asalto

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La Caja, La espada y La Armadura transcurre en un universo alterno al original, eso significa que existen otros universos alternos como también el universo canon de Saint Seiya.

Algunos personajes se ven afectados como lo es Phantasos por la existencia de estos universos, mientras que el personaje que aparecerá a continuación ya ha muerto, aunque logra transcender al universo de La Caja La Espada y La Armadura.


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Una mujer con todo su sapuris completamente destruido camina sin detenerse, como si estuviera poseída y concentrando todo el ultimo respiro en encontrar un lugar apropiado para fallecer.

Ella no se ha dado cuenta todavía, pero acaba de traspasar su propio espacio/tiempo después del gran enfrentamiento con Manigoldo de Cáncer en The Lost Canvas donde efectivamente ella esta muerta pero no lo sabe aun.

Antes de despertar y traspasar su propia dimensión escucha como en lo lejano el crujir de la madera partiéndose por un cosmos demoledor, tratándose de la destrucción de las piezas de ajedrez.


 

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— ¡ Los dioses gemelos son demasiado confiados al dejar abierto ese portal desde la colina de Yomotsu ! — grita Manigoldo de Cáncer partiendo en dos el tablero de ajedrez donde se encontraban jugando Hypnos y Thanatos.

— De modo que Verónica fallo, que desperdicio — dijo el dios de la muerte completamente despreocupado agarrando un peón negro de ajedrez que se encontraba intacto.

Verónica comprendió que esas voces provenían seguramente de la residencia de los cielos, una construcción localizada a varios kilómetros del castillo de Hades.

— ¡¿ Quien de ustedes, pedazo de basuras, es Thanathos dios de la muerte ?!

— Yo soy. Deberías tener un poco mas de respeto con tus superiores, ningen ( humano en japonés )

— Verónica era fuerte en verdad, pero su desempeño al final demostró su bajeza como espectro.

Hypnos se levanta de la silla, dirigiéndose a sus aposentos cuando un llamado de su hermano lo detiene antes de desaparecer.

— ¿ A donde vas, hermano ?

— A diferencia tuya odio la sangre y los enfrentamientos inútiles. Asume las consecuencias de tus actos Thanatos. Encárgate de el — dijo el dios de los sueños enfatizando esas ultimas palabras y desaparece.

— Claro que lo hare, Hypnos.

— Entonces eres tu el que dejo ese portal abierto, ¡¿crees que estoy pintado ?! — grita Manigoldo queriéndole darle un golpe al shinigami y este lo rechaza con el peón de ajedrez.

— ¿ Este es tu poder ? No puedes ni siquiera partir esta pieza de ajedrez.

— ¡¿ Y te crees tan poderoso ?! — grita el santo dorado del cangrejo envolviendo su puño con su cosmos mientras Thanatos activa por primera vez su cosmos violeta alrededor del peón y con la otra mano abre la palma agarrando el rostro de Manigoldo.

El santo logra hacer añicos al peón, pero recibe el cosmos del dios de los muertos que lo envía directo contra la pared quedando completamente herido.

— ¿ Suficiente ? — pregunta el shinigami.

— ¡ JAJAJAJAJA ! ¡ Yo no pienso morir....hasta acabar contigo !

— Estúpido.

— .........

Verónica pierde el conocimiento y despierta 2 horas después en una tierra árida alejada del bosque de la muerte, mas precisamente a 100 pasos del castillo de Hades.

— Necesito...necesito saber que ocurrió con Thanatos — dijo Verónica arrastrando sus cuatro alas negras cual ángel caído por aquella tierra árida.

El sapuris no ha podido resistir la técnica final de la constelación del Draj nasu ( la estrella regente de Verónica ) por lo que con un brazo se protege el hombro izquierdo mientras arrastra sus cuatro alas casi desintegradas hasta llegar a un árbol de cerezo.

Verónica apoya su espalda en el árbol teniendo una vista perfecta del castillo de Hades, su alas no retomaran el vuelo nunca mas pero morirá alcanzando la meta de ver a Thanatos una vez mas.

El tiempo se ha detenido, cuando de pronto aparecen diez personas vistiendo los cloth de plata que no reparan en la presencia de la espectro y van camino al castillo.

Los acontecimientos han sido torcidos por la muerte del shinigami, causando una aura asesina color violeta ni bien se abren las puertas de la residencia de Hades.

Verónica que esta a punto de morir siente esa aura levantando un poco sus alas y la hace sonreír reconociendo el cosmos de Thanatos, obligándola a acomodarse y mirar mas detenidamente lo que sucede.

Hades se hace presente junto a Hypnos y los jueces, pero no hay señales del dios de la muerte.

Cuando ella ve los sapuris de los espectros no puede reaccionar a la calidad que tienen esas armaduras, estas no tienes rajaduras, ni siquiera se encuentran oxidadas o con partes inutilizables.

El tiempo no ha estropeados esos sapuris, están reforzados como la vez que les fueron otorgados desde el mito.

Y siente algo que nunca sucedió, las constelaciones de Athena están ansiosas midiendo a las constelaciones de Hades, como si por primera vez se haya manifestado un motivo para justificar el seguir al portador de cada sapuris.

— Esos sapuris están vivos con la sangre de Thanatos.

— ¡ No mueras por favor, Verónica !

—¿ Quien eres ?

— Alguien que siempre estuvo contigo — dijo el sapuris de Draj Nasu.

— Jaja, no creo que pueda sobrevivir en estas condiciones.

— ¡ Te mantendré viva con el aura hasta que llegue el final !


Saludos a Estados Unidos, México, España, Venezuela, Colombia, Bolivia y Argentina que me están leyendo xD, y muchos mas.





 

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