¿ Es que no te enseñe nada?

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Siglo XVIII

Caravana Próxima a llegar a Jamir 


— Acompáñame, Orpheus — solicito una Mayura ciega tratando por todos los medios de no ser una carga, encontrándose subida  en el lomo de uno de los bueyes.

— Mayura....   

  — Tus heridas... — señaló con indecisión el anciano de la caravana  — . No puedo dejar que se vayan hasta haberse restablecido totalmente. 

  — No se lo estoy pidiendo, se lo estoy exigiendo  — dijo Mayura tratando de seguir el sonido de la voz del anciano.  

   — De todos modos eres una santa, se que es imposible detener la lealtad que le tienes a la diosa.  Pero no estás en buenas condiciones para continuar a pie, al menos déjame llevarlos hasta  la casa más cercana que ya llegamos a Jamir  — dijo el anciano reflexionando sobre la terquedad de la santa, mientras su mujer le daba de comer a los bueyes dándoles un merecido descanso. 

  — Un santo vive por y para la diosa. Mi vida no esta entre los bueyes sino en el campo de batalla — respondió Mayura negando con la cabeza.

 — ¿ Hace calor, no ? Uff — dijo el hombre sacando un pañuelo de su bolsillo y pasándoselo por la frente.

Orpheus miro el cielo. El Sol  continuaba con sus movimientos erráticos mientras que el trayecto de una  estrella fugaz evidenciaba el fin de una era.

  — Esta cada vez mas cerca  — dijo Orpheus, y luego se dirigió a Mayura — . ¿ A donde quieres ir ? Si pudieras contemplar la llegada de Odysseus no tendrías dudas que el desenlace  en el castillo fue en vano. Odysseus no se vio afectado.

  Hubo un segundo, solo un segundo. Un abrir y cerrar de ojos donde el Sol cuyos movimientos fueron tapados por cuatro formas que parecían murciélagos. Bailaban contra el Sol, copiaban sus movimientos hasta que los cuatro desplegaron sus alas y lo taparon.

El Sol se oscureció y se escucho pánico en los alrededores, ¿ o eran gritos de jubilo ?   

— Rápido, vamos al palacio de los reyes de Jamir — dijo Mayura cambiando de parecer y aceptando la oferta de los ancianos.  

La Caja, La Espada y La ArmaduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora