Inhalar

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Kuradell abraza a su hija, la cual se encuentra en sus brazos aun vistiendo el cloth del Edén Positivo y negativo.

Detrás de ellos se encuentran dos grandes puertas que llegan hasta el techo del palacio. 

 Una de la puertas esta hecha de cuerno, mientras que la otra es una puerta hecha de marfil. 

Adelante de ellas la grieta que provoco Kuradell con las piezas que constituyen el guantelete izquierdo del cloth de su hija ceden al cosmos de un Kami.

La entrada es totalmente destruida, cayéndose el muro que antes de aplastarlas pierde sus propiedades transformándose en polvo.

Kuradell no pierde tiempo y carga a su hija para escapar saltando al vacio, pero en ese momento siente un escalofrió que recorre todo su cuerpo.

La presencia sofocante de la entidad no la hace flaquear, pero siente como el cuerpo caliente de su hija Yocasta comienza a descender.

Kuradell tiene miedo. No por ella, sino por una verdad que quiere callar.

Lentamente, comienza a hablar con aquel ser sin apartar la vista de la entrada destruida, deseando con toda su alma que lo que le esta sucediendo a su hija es por su causa.

En el Mundo de los Sueños, el Mukai, Phantasos mira la aparición del tercer ojo en una niña.

Pero la visión se desvanece comenzando a emanar sangre en la frente de la pequeña.

El proyectil que disparo  Morfeo  se ha hecho camino en llegar al Mukai.


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La Caja, La Espada y La ArmaduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora