Aura

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La luz del Sol bañaba el castillo de Hades. El amanecer había aparecido entre tanta confusión entre los espectros que nadie hubiera esperado tal desenlace de acontecimientos.

Solo la puerta del castillo era la única división entre los espectros y los Santos de Plata, ninguno de los dos bandos conocía lo que sabia el otro.

Los hijos del shinigami comenzaron a abrir la puerta lentamente y parte del aire viciado por la presión de Alone por la sentencia de Thanatos comenzó a salir al exterior.

Por otro lado los santos de Athena trataban de destruir las puertas con todo su poder, pero cuando vieron la intención de que los espectros finalmente darían batalla se alejaron un poco, pero fue inevitable que algunos sintieran el aura asesina de los espectros como el incremento de su cosmos.

— No dejen.... ¡ NO DEJEN QUE SE ABRAN LAS PUERTAS ! — grito uno de los santos ante esa aura imposible de repeler.

Describir la sensación es imposible, era como sentir 10 veces la barrera de Hypnos junto a un aura color violeta traspasando el exterior. Varios santos se sintieron obligados a arrodillarse. ¡ No porque quisieran ! ¡ Era como sentir un pie haciendo presión en su cabeza de una forma abrumadora ! ¡ Estaban paralizados como si detrás de aquella puerta estuviera la peor de sus pesadillas ! ¡ Y estaban en lo cierto ! ¡ La muerte era un animal con sed de venganza sin estar pleno en sus facultades mentales, un instinto voraz cuyas zarpas desgarrarían a los santos de Plata haciéndolos presas de un amargo final, debido al atentado que efectuaron contra el Rey de los Infiernos !

Los espectros dejaron de utilizar sus manos para abrir las puertas, desde ese momento el aura se volvió mucho mas densa que las puertas se abrieron solas.

— ¡ Se abrieron solas ! ¡ Y el aura invadió todo el campo de batalla ! ¡ Sintieron en carne viva el odio de los espectros, sus miedos, su desesperación, su venganza contra todo lo sucedido en el castillo en todas esas horas de incertidumbre !

Alguien atravesaba el umbral de la puerta, en mil vidas podrían explicar la belleza de ver a un dios en su apogeo. Pues Hades, era el, apareció vistiendo su omnipotente armadura con unas alas aterradoras como aquella pintura de la catedral, y la Espada de la Maldición se encontraba en su mano, cubierta por la sangre del Shinigami.

El cosmos de aquel dios era abrumador, detrás de el apareció Pandora ofreciéndole un lugar para sentarse y luego aparecieron Aiacos de Garuda con Rhadamantys de Wyvern.

— Uno de un lado y otro del otro — dijo Hades refiriéndose a los jueces del Inframundo.

Los jueces obedecieron y se arrodillaron esperando sus ordenes.

Hypnos fue el cuarto en aparecer, colocándose cerca de Hades como su consejero.

— ¿ Acaso planean matar a un dios ? — pregunto dulcemente a los santos de plata que se encontraban abrumados por toda el aura demoniaca.

— ¡ Hades ! ¡ Todavía no es el momento de anticiparse a los acontecimientos ! ¡ El señor Odysseus esta a punto de reencarnar ! ¡ La luz del Sol es tan intensa como para destruir el muro de los lamentos ! — dijo uno de los jefes de los santos de Athena pudiendo levantarse.

— ¿ Escuchaste eso, Hypnos ?

— Si, mi señor. Es posible que los movimientos del Sol estén reaccionando a la llegada del decimotercer santo dorado.

— Hagamos una apuesta Hypnos. Si sobreviven mas de 15 espectros será que la muerte de Thanatos no ha sido en vano e iras a Italia para ocupar su lugar en la búsqueda de la Athena de este tiempo.

— ¿ Mi señor ?

— Tengo recuerdos de ese niño y sus pinturas. Pero todo dependerá de la victoria de Thanatos, pero si llegan a sobrevivir menos de 15 espectros significara que su sangre no valió nada contra la regla de los santos de Athena.

— Comprendo, a un santo no se le puede atacar dos veces con la misma técnica.

— Así es, quiero ver a los espectros pelear sin ayuda de los Jueces.

— Así será.

— Ahora mira conmigo la batalla.


La Caja, La Espada y La ArmaduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora