Capítulo 21

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A solo unos centímetros del rostro de ese hombre, él le quita la pistola dándole un empujón a Wanda que le arrebata el aliento, mientras trata de reincorporarse con una fuerte opresión en el estómago.

Axel llega, colocándose frente a ella, interviene sintiendo el sudor correr por su espalda.

—Señor Evandro, por favor compréndela, está preocupada por su hermana.

—Poca cosa, ¡maldita rata tráeme a mi hermana!, ¡esto es un secuestro!, ¡bastardo!

—¡Wanda cállate! —exaltado Axel le ordena, en ese lugar no podía permitirle ser imprudente.

Al escuchar la fuerte voz de su novio, anonadada, Wanda abre la boca a punto de gritar cuando Evandro se acerca amenazante a Axel.

—Ponle un bozal a tu perra o si no, un día de estos la encontrarás flotando en un río, metida en una bolsa negra, ¿entiendes?

—Patrón no le haga daño, yo recibo el castigo por ella, esto no volverá a suceder.

—Por supuesto que no volverá a suceder—le asegura apretando los dientes y acariciando los anillos en sus dedos.

Le propicia un puñetazo en el ojo izquierdo y varios más por todo su rostro, en cuanto Axel no trata de defenderse, sería peor.

—Eres mi mano derecha, pero una mano que no sirve, ¿acaso no se desecha? Eres un hombre tan leal que el castigo irá suave esta vez, pongámonos a pensar ¿qué crees que hubiera pasado si esa perra me hubiese disparado? —le agarra la mano viéndolo arrodillado ante él.

—Quién me es fiel y eficiente, es premiado, ¿acaso no lo han visto todos cuando los premios con millones?

Nadie se atrevió a decir lo contrario, sabían que eso es cierto.

—Igual todos saben lo que les sucede a quienes traicionan mi confianza—tocándole el dedo anular de su mano derecha le susurra—¿Vale ella uno de tus dedos?

—No solo los dedos, le daría mi mano completa si con eso perdona su ofensa.

—¡Vaya!, ¡qué romántico! Me acabas de dar una buena idea, eres un genio... Lamento que esto tenga que pasar, pero, despídete de tu mano derecha por unas semanas.

Sin darle tiempo asimilar la información, fractura sus dedos uno a uno, Axel mordiéndose los labios resiste al dolor escuchando los gritos de Wanda, quien es retenida por uno de los hombres de Evandro.

Por otra parte, Adela, inconsciente, permanece atada a una de las camas de esa mansión, sin poder saber lo qué afuera está sucediendo.

•••

Las campanas de la universidad resuenan en los oídos de Candice, ella ve el reloj que anuncian las ocho de la noche.

Adela no apareció.

«¿Por qué no ha llegado si le dije a Wanda?» se pregunta así misma recogiéndose el cabello al ver que su prometido la llama.

Con una amplia sonrisa, se da cuenta de que mañana celebrarían su tercer aniversario. Cuando está a punto de tomar la llamada entra una de su madre.

—Hola, mamá, ¿qué sucede?

—Cariño ¿dónde estás? Ven a casa—al eso decir se voltea a ver al grupo de personas que preparan los globos para darle una sorpresa en ese día que está de cumpleaños su querida hija.

—Iré más tarde, más o menos en media hora.

—Está bien cariño, vuelve pronto.

—Gracias mamá, te amo.

La ruta de escape, no funciona. +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora