Capítulo 33

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Los pasos encima del sótano hacen Adela mirar al cadáver frente a ella.

Trata de limpiarse el rostro, pero lo único que logra es embarrar la sangre.

«No, no, esto no puede estar pasando».

Contiene la respiración como si eso la fuese a desaparecer, los pasos se acercan, la maldad de Evandro Barker no tiene límites.

Después de lisiarla, la meterá en la cárcel. De eso no hay dudas...

-Por precaución debemos revisar todo ¿qué hacía en el sótano?, ¿por qué está abierto?

-No lo sé, acabo de llegar.

Los oficiales se miran, Adela escucha los pasos y su corazón bombardea frenético en su pecho, sintiendo que podría perder la conciencia en cualquier momento.

-Echaremos un vistazo al sótano.

Evandro que teclea algo en su celular, alza la vista para ver a los oficiales quietos frente a él, tras una mueca hacer, sonríe.

-Adelante, pueden pasar.

Adela cierra los ojos, no hay tiempo para esconderse, la única salida esta encima por donde mismo bajarían esos hombres.

Sin poder moverse de manera normal será un desastre estar en prisión «No es mi culpa... no es mi culpa» responde no muy convencida de tal cosa.

Bajando las escaleras en ese oscuro sótano, uno de los oficiales busca los interruptores.

-Encienda las luces, está muy oscuro aquí.

-Hay un problema con los interruptores, lo resolveré pronto, revisen los otros lados-Evandro exclama en voz alta tanto que uno de los oficiales se sobresalta al no espera su comentario, revisa su celular al recibir un mensaje.

Al otro que, dándole una mirada llena de complicidad, le deja caer unos billetes y este enseguida los recoge antes que el otro oficial pueda ver.

-¿Pasa algo? -ese le susurra al oficial que distraído frunce el ceño viendo su celular.

-Venga a ver esto.

El silencio que repentino se formó en el piso de arriba hace que Adela se inquiete viendo hacia las escaleras, suspira evitando ver el cadáver.

Pero esto provoca que se fije en el repentino ingreso al sótano de una serpiente larga y gruesa.

Tragándose un jadeo retrocede de forma brusca cayendo precipitadamente al suelo, buscando la forma de sostenerse a algo agarra el cuerpo tieso haciendo que cayera junto a ella.

El pesado cuerpo del fallecido explorador, Adela no puede mover encima de ella, en un ataque desesperado por apartarse ve a la serpiente acercándose.

Empieza a faltarle el aire, la cabeza le palpita con fuerza.

-Qué pasatiempos tan extraños tienes-la voz grave de bajo barítono resuena en el lugar.

Adela no podía escuchar nada, comienza a balbucear viendo al hombre encima de ella.

-Hey.

-Está muerto... esta muerto... lo asesine.

-¡Hey!

La voz de aquel hombre suena lejos, ella con fuertes temblores siente que el aire le falta. Evandro se apresura a sacarla debajo del cadáver, sus balbuceos hacen que apriete los dientes.

-Déjate de estupideces, abre los ojos lo que hiciste no tiene reversión y no sé si esconderte de la policía... no me gusta relacionarme con criminales.

La ruta de escape, no funciona. +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora