¿De qué mal intentaban protegerla y por qué no hablan de una vez por todas?
Es lo que cruza por su mente al dejar caer el celular, Thomas sigue disculpándose, pero Adela no escucha, a ese paso la volverían loca.
«Fue para protegerte» esa frase le revuelve el estómago, tanto Lily como Thomas le han dicho eso.
Se le salieron las lágrimas, odia sentirse de esa manera, tener que depender de las palabras de otra persona y no recordar lo que realmente había pasado.
—Dime algo Thomas.
Este que creía ella había colgado, presta atención.
—¿Todos los recuerdos románticos que tengo son producto de mi imaginación o en verdad pasaron?
Afligido al escuchar su voz quebradiza, Thomas lamenta haber participado en ese «teatro».
—Fueron reales.
Esas dos palabras agitaron el corazón de Adela, se limpia las lágrimas con los trozos del vestido rojo.
—¿Quién?, ¿quién es ese hombre que me han ocultado?
Los pasos de regreso en el baño la hacen estremecer y le pone seguro a la puerta.
No recuerdo bien su nombre, supongo que era Brahim, Bertazal, Bartolomé, Brandon, no sé, lo único que recuerdo es que quisiste cambiar de carrera por que decías querer ayudarlo con sus problemas psiquiátricos—rascándose la nuca, guarda silencio al no recibir una respuesta.
Continua tras respirar profundo.
—Nunca admitiste que ese hombre era extraño ni que era anormal, te dije que me empujo por unas escaleras al verme cerca de ti... Adela te lo dije, pero él te puso en contra de todos... solo quedamos contigo Lily y yo.
«¿Brandon?, ¿cuál Brandon?» se lleva las manos a la boca imaginando la posibilidad de que se tratara del hermano de Evandro Barker. Esto no tenía sentido ¿tenía un novio psicópata?, ¿eso es lo que le quieren decir ahora?
—Quítale el seguro a la puerta—esa áspera voz masculina la sobresalta al ver mover la puerta con rudeza.
—¡Espera, espera, no me he cambiado!
—¿Adela?, ¿estás bien? —cuestiona Thomas antes de darse cuenta de que ella le colgó.
Evandro, con una muda de ropa nueva, nota en su reloj que han pasado más de los cinco minutos que le había dado.
—Por favor necesito toallas higiénicas—murmura rogando para que se vaya.
Escuchando su petición, Evandro cuenta hasta diez para no descontrolarse, recorre con la mirada cada rincón del baño al darse cuenta no hay ventanas por las que escapar.
Suspira.
—Por tu propio bien, no te muevas de ahí.
Dejando salir el aire que retiene, al borde del llanto, trata de asimilar la noticia que acaba de recibir y dándose cuenta de que si Evandro se entera de que le acaba de mentir podría hacerle daño... mucho daño.
Palpa su mejilla, que con maquillaje debió cubrir. El horrible recuerdo de la humillación que ayer pasó, hacen que baje la cabeza viendo la leve marca del grillete que sujeto a su pie tenía.
«No, no puedo quedarme quieta».
No conoce los planes de ese hombre, la manera en que se queda mirándola hacen que apriete los labios, observa su celular, es que aparte de Lily, no tiene amigos que llamar.
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La ruta de escape, no funciona. +21
Misterio / SuspensoEl frío metal de la pistola que se posa en la frente de Adela, le molesta cada vez más, el tiempo se acaba y no tiene muchas opciones. -¿Acaso me dispararás por una tontería como esa? -le susurra, tratando de ganar tiempo. Este sonríe de forma mali...