LA ORIGINAL °SIN EDITAR°

MI ADORADA HERMANA

Me inquietaba la idea de matar a otra persona la próxima vez que tenga que alimentarme, debía aprender a controlarme sino quería convertirme en el monstruo que tanto deseaba Lilith. A mi cabeza llega el recuerdo de mi hija viendo con horror como su madre es asesinada delante de sus ojos. ¿Cómo estará ella después de ver eso? no puedo verla. Probablemente dijo todo y todos pensaran que estoy muerta, pobre de mi niña, tan solo con 8 años y es huérfana de padre y ahora de madre. Necesito ayuda, no puedo con esto sola, no puedo controlar mis poderes, ni siquiera sé cuáles son esos poderes. Así que me desvío y camino sin que nadie me vea hacia la casa de la persona que más me ha apoyado y entendido en toda la vida; mi hermana Julieta.

Al llegar al jardín de su casa la veo alimentando a las aves., ella siempre fué el ángel de la familia, ya que era la que ayudaba a los de demás sin importar su lugar en la sociedad. No es que quiera decir que yo maltrato a mi servidumbre, solo que ella ve la bondad de todos por igual, a pesar de estar tan loca como ella misma.

Al acercarme y verificar que estamos solas, llamo su atención. Al verme, salta hacía mi con una alegría contenida, como si nunca me hubiera visto.

—Pensé que estabas muerta —Tiene los ojos rojos como si hubiera llorado—, Sofía estaba como loca gritando que habían asesinado a su madre.

—De eso te quería hablar —continúo mirando a todos lados para asegurarme de estar completamente solas—, pero no aquí. Nadie se puede enterar de que estoy viva.

Me mira extrañada pero me sigue al lugar donde siempre íbamos de niñas y donde nadie nos molestará.

—Me puedes explicar eso de "nadie puede saber que estoy viva" —Está malhumorada.

—Cometí el peor error de mi vida —Llorando me recuesto en un árbol.

—Dime qué pasó, sabes que me puedes contar todo —Se acerca y me abraza con el cariño de una hermana —, primero creímos que Sofía murió y al otro día está viva, pero repitiendo que su madre la asesinaron.

—Sofía murió y revivió —Julieta deja de abrazarme para mirarme a la cara—. Para que mi hija volviera tenía que hace un pacto. Y para eso tenía que morir.

— ¿Qué has hecho, Caterina? —Por la forma en que me mira es que ya lo sospecha.

— Le vendí mi alma al diablo —Mueve la cabeza negándose a la idea de que su hermana sea un monstro.

— No, no, no. Pero ¿qué hiciste, Caterina? —Me grita.

— No lo puedo remediar, estaba destrozada y quiera a mi Sofía de vuelta y ella llegó... —Ni siquiera me dejo terminar.

— ¿Quién es ella? —Pregunta, pero yo me quedo sin repuesta. Así que grita de nuevo— ¿Quién es ella?

—Lilith —Cuando pronuncio su nombre ella se asusta tanto que abre sus ojos como platos.

— ¿Qué eres? —Pronuncia como si nunca me hubiera visto. Como sino nos hubiéramos conocido de toda nuestra vida.

—Por favor, hermana ayúdame —Ella se aleja de mí, sin quitar sus ojos color verdes de los míos.

—Yo no soy tu hermana —Y sale corriendo. Yo la sigo en una velocidad sobrenatural y la rebaso, parándome frente a ella.

—No me hagas esto, Julieta. Sigo siendo tu hermana aunque haya cambiado —Me mira de arriba a abajo—; te juro que nunca te haría daño. Primero moriría.

— ¿Cómo puedo confiar en ti? —Cada palabra que pronuncia me hiere. Eso pasara si le digo a todo el mundo que soy ahora. Y ni siquiera le he contado lo que le paso a esa chica.

—Mira —Le entrego la daga— esto es lo único que me matara, nada más. Ahora poseo el don de la inmortalidad.

— ¿Cómo puedo confiar en ti, sabiendo lo que eres? —Toma el objeto como si lo fuera a utilizar.

—Porque soy tu hermana, crecimos juntas —Noto que no surge efecto mis palabras, así que agrego— y no crees que si quisiera matarte ya lo habría hecho ya.

—Solo una cosa —Afloja el agarre con la daga— ¿Por qué lo has hecho?

—Por mi Sofía, sabes que la amo, hice esto sin saber las consecuencias. Ahora tengo que pagar por cometer ese error —Lágrimas brotaron de mis ojos—. Tú aun no lo sabes por qué no tienes hijos, pero cuando los tengas vas a saber lo que una madre hace por sus hijos.

—Sé que tienes 25 en cambio yo solo 18 años y que lo hiciste por amor a tu hija, lo sé, ya me lo has dicho. Pero entiende el error que acabaste de cometer —Esta vez ella tiene la razón. Y me doy cuenta que tengo que convertirme en un mounstro controlado por Lilith. Odio eso.

—Lo sé, no lo puedo corregir, solo te pido que no me dejes sola —La abrazo.

—Jamás te dejare sola —Me devuelve el abrazo.

Cuando dejamos de abrazarnos, vi como en gran parte se parece a mí: cabello oscuro y ondeado, labios rojos y carnosos, carita delicada. Nuestra única diferencia es el color de los ojos, ella los tiene de color verde brillante y lleno de vida en cambio yo los tengo marrones.

— ¿Qué es lo que hacen los demonios como tú? —Veo su temor, aunque lo trate de ocultar.

—Según Lilith soy la primera y única, o al menos hasta ahora —mi mente llega donde está la niña de hace rato... más bien el cadáver de hace un rato - habló algo sobre animales que se alimentan de sangre.

— ¿Animales que beben sangre? - el horror estaba impregnado en sus rasgos. No pude evitar imaginarme a mí misma con esa misma expresión cuando le preguntaba a Lilith

—Para alimentarme necesito sangre —Veo que le produce terror que su hermana ahora se alimente de sangre—; y antes de que salgas corriendo te juro que no te hare daño.

— ¿Y qué harás cuando te de hambre? —Sigue desconfiando de mí.

—Después te lo explico, primero necesito tu ayuda —Tengo que deshacerme de la chica antes de que alguien la vea, así que emprendo rumbo donde deje el desastre que hizo Lilith.

Al llegar al lugar del crimen Julieta pega un grito de horror. Ve espantada el cadáver sin cabeza y el corazón en lugar de estar en su pecho está a un lado.

— ¿Tú le hiciste eso? —De nuevo me ve como un demonio.

—Claro que no. ¿Cómo se te ocurre que haría algo así? —Me ofendió profundamente que ella creyera eso de mi. aun que no la culpaba— Fué Lilith.

—Lo siento, sabes cómo me pongo con los muertos —Señala a la chica— ¿Qué hacemos con ella?

—Quemarla, antes de que alguien la encuentre —Con unas ramas le prendo fuego a la chica que se consume al instante con el fuego mas rápido de lo normal.