LA TRAICIÓN SE PAGA

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Después de una larga espera en el aeropuerto por las lluvias, por fin tomamos nuestro avión privado.

-Vaya, esto es... —Aarón trata de buscar una palabra adecuada al entrar en el avión—, lujoso.

El G450 es uno de los aviones privados más costosos con un precio de €27,9 millones - $30 millones de dólares, pero vale cada centavo. Este avión puede viajar de Londres a Seattle sin recargar tanque.

Después de su comentario nos ubicamos en uno de los asientos de cuero blanco. La luz del ocaso se filtra a través de las 12 ventanas ovaladas que ilumina de un preciosos naranja la cabina. Julieta por su parte decide acostarse en uno de los sofás grandes en la parte de atrás, desde ayer no me habla y trata de evitarme.

Una de las azafatas nos trae unos aperitivos y dos copas de vino blanco.

La familia de Aarón irá en otro avión así que no me preocupo. O tal vez si, nuevamente tendré que aguantarme a la hermandad en un desastre que no volvería a ocurrir si ellos no tuvieran la brillante idea de ir encontrar del plan.

—¿Aún sigues molesta por contarle a mi familia sobre Báthory?

—No, no estoy molesta —respondo con falsa empatía—, estoy furiosa.

—Lo lamento, pero tenía que hacerlo.

—¿Sabes que por culpa de ellos estamos en este problema? Si esa estúpida guardiana hubiera tenido una pizca de sensatez habría dejado que le borrara de la maldita cabeza la condenada ubicación de donde escondimos a una de las más desquiciadas mujeres de la historia.

—Ella no confiaba en ti, por eso escondió una pulsera en su tobillo. Creyó que cuidaría bien del secreto.

—Se supone que un secreto es entre dos y me hubiera encantado que se lo guardara para ella y no lo pasara a la siguiente generación. Créeme nos ahorraríamos todos estos líos —lo único que hacía es alterarme cada vez más.

—Cálmate —me toma de la mano sobre la mesa que nos separa—, hablemos de otra cosa.

—¿Qué quieres saber? —cuestiono de manera calmada viendo como su pulgar acaricia mi mano.

—Sobre tu vida humana.

—Mi pueblo era judío migratorio, mi padre era guiado por un ángel, él debía esparcir la vida de Cristo, pero se enamoró de ese ángel y ella de él así que decidieron estar juntos, tuviera tres hijos, el ángel cayo, así que quedaron a la deriva, en una isla perteneciente a Roma, Cerdeña, su gobernador era Ettore, muchos le decía Zanetti, aunque nunca supe porque pero lo tome como apellido. Cuando Claudio se enteró de que posiblemente el pueblo cristiano se estuviera levantando, revelando contra su mandato mató a varios. Muchos lo malinterpretaron, creen que solo por ser cristianos eran asesinados, en realidad Roma tenía varios pueblos bajo su mandato por lo tanto tenían que lidiar con varias religiones, así que no los mataban porque si, el único que pedía a cambio era que hicieran sacrificio, estaban en tiempos de guerra así que necesitaban ayuda a sus dioses y todo romano tenía que ofrecer sacrificios.

—Pero para los cristianos ya había existido uno —termino por mí.

—Así es, así que por eso morían. Claudio quería una prueba de nuestra lealtad así que me tenía que casar con Ettore, creando una alianza, tanto a mí como a mi familia nos empezaron a llamar con el Zanetti probando que éramos Romanos —de nuevo me persigue en ese recuerdo—, y en una fiesta por la visita del emperador a Cerdeña conocí a Marcius iniciando mis desgracias.

LA ORIGINAL °SIN EDITAR°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora