PRISIONERA

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Antes de dar cualquier protesta fuimos arrastrados fuera de ese mundo, en un abrir y cerrar de ojos estábamos de nuevo en la oscuridad del sótano de la condesa.

—Debes estar jugando —me quej{e al darme cuenta de lo cerca que estaba de Ettore. Estábamos en la misma situación que cuando fuimos llevados a ese mundo. Nos alejamos como su fuéramos radioactivos para el otro—, no se suponía que se estaba muriendo.

—Solo obligué a que el propietario del cuerpo lo tratara de sacar, créeme cuando te digo que las almas son muy territoriales —explica antes de agregar—,. ¿No son marido y mujer ustedes dos?

—Lo éramos, hasta que ella se acostó con mi asesino —remarcó con tristeza "ella".

—¿Que acaso no pusiste atención a la historia? Todo fue una cadena de hechos para convertirme en la original —justifico.

—Intimar con mi enemigo no afectaba mucho el que seas la amante del diablo.

—Estamos teniendo esta conversación, es obvio que sí.

—¿Eso es relevante?

—Estás aquí —grite frustrada—, no es natural tener esta conversación cuando deberías estar en cenizas.

—técnicamente lo estoy, mi cuerpo lo está, es mi alma lo que se refleja en este cuerpo y le da mi apariencia... —entrecierra los ojos molesto—, y estoy aquí por mi hija, no por ti.

—Vaya, me siento tan herida —dije exagerando—, mi esposo, el hombre me engañó en la guerra, se siente decepcionado de mí.

—Es diferente —dice entre dientes.

—¿Por qué? ¿Por qué soy mujer? Actualízate, mi amor.

—No, mi amor —pronunció en el mismo tono—, el problema está en que para nuestra época es completamente normal durante la guerra...

—¿Cómo me explicas la vez que llegaste con perfume de mujer cuando tenía seis meses de gestación?

—No podía tocarte mientras estuvieras embarazada.

—Tuvimos intimidad cuando no sabíamos de su existencia.

—Comprende que...

—No, Ettore. Siempre traté de ser la esposa perfecta, toleré todos tus errores y cuando moriste lloré tu muerte no porque te amara, sino porque me quedaría sola a criar a nuestra hija. No deseé a otro hombre por fidelidad a ti, pero cuando me convertí me sentí estúpida por semejante pensamiento y no dude en sentir las caricias de un hombre que si me amara. Ahora me doy cuenta de que era una novata que no se había dado cuenta del poder que tenía y que podía haber hecho toda esa hazaña por si sola. Pero no me arrepiento de lo que hice.

—Me siento conmovido por tus palabras, mi adorada Caterina —una de las ventajas de ser vampiro era la habilidad de ver en la oscuridad, algo que también poseía nuestro oportuno invitado.

—Vete a la mierda, Marcius —solté.

—Parece una telenovela —dijo la demonio con aire jovial.

—Agradece que fueron descubiertos por mí.

—¿Qué haces aquí de igual forma?

—Bárhory me tomó como sirviente y me ordenó llevar a tus amiguitos a sus celdas.

Estaba dispuesta a cualquier cosa con tal de liberar al mi amigo el brujos, mi hermana y a los oscuros, pero sobre todo a Sebastián. No me importaba si tenía que torturar aquí mismo a Marcius para que los dejara en libertad. Pero una mano en mi brazo me impidió dar un paso hacia el vampiro.

LA ORIGINAL °SIN EDITAR°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora