CAPÍTULO 33

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MARÍA

Estos días han sido raros, muy raros. Es un poco difícil de explicar pero lo voy a intentar.

Pedro y yo cada día somos más inseparables, me entiende y me apoya, que para mí eso es lo más importante, pues saber que tengo un hombro en el que llorar me hace sentir bien, era algo que realmente necesitaba.

Ahora me encuentro sentada en la silla de mi cuarto con la foto de Jesús sobre mis piernas. Desearía poder verla. Poder verlo. Poder ver lo bonito que es, el maravilloso novio que tenía.

Lo echo tanto de menos que día a día pienso en que estará haciendo. Si se acordará de mí, si pensará en nosotros , si estará sufriendo.

Tengo miles de preguntas en mi mente pero a veces simplemente desconecto por no sentir el dolor de mi pecho que sale cada vez que pienso en él. Me dolería saber que está conociendo a otra chica o peor aún que está saliendo con una. Pero quien soy yo después de dejarlo para pedirle explicaciones. Dolería, mucho.

X: señorita desea alguna cosa más?

La mujer que día a día me ayuda a bajar las escaleras, que me hace el desayuno, la comida, que me ayuda a moverme por la casa cuando Pedro no está, se está volviendo una segunda madre para mí. Le agradezco tanto o que hace por mí. No me ve como una inválida que es incapaz de hacer cosas, si no como una adolescente que quiere su vida de nuevo.

Y: podrías traerme un zumo de naranja por favor?

Amo los zumos de naranja, los adoro. Sobretodo para merendar, sé que por la mañana es lo normal. Pero desde pequeña después del colegio mi madre me hacía uno y deseaba salir pronto para poder disfrutar de su sabor. Me encanta.

X: por supuesto señorita

Noto sus pasos alejarse pero la llamo antes de que sea tarde porque una vez más voy a repetirle lo que tantas veces le he dicho pero que aún así no hace.

Y: y como te he dicho miles de veces, quiero que me llames María , nada de señorita, por favor, me haces sentir vieja

Noto su risa porque sé de sobra que eso se dice cuando alguien te llama señora pero a mí señorita tampoco me gusta. No soy superior a ella, somos iguales, no quiero que me trate como si fuera una diosa. Simplemente trabaja para mis padres, nada más.

X: lo intentaré María

Sonrío al escuchar cómo me ha llamado. Es la primera vez que lo hace desde hace mucho tiempo y me encanta. Me siento mucho más cómoda.

Odio que me trate con formalidades cuando me conoce desde que era un bebé. Era mi nana cuando era pequeña y desde luego que es alguien que siempre recordaré por formar una parte importante de mi vida. La respeto muchísimo, mucho más que a ciertas personas de mi propia familia y todo.

Sigo acariciando la fotografía hasta que noto de nuevo alguien a mi lado y sé a la perfección quien es.

X: aquí tiene María, si deseas cualquier cosa ya sabes dónde estoy

Antes de que vuelva a irse le pido ayuda, ayuda con las fotografías porque realmente lo necesito. No veo nada al fin y al cabo.

Suspiro al imaginarme la sonrisa de Jesús frente a mí. He mantenido la foto que sé que es de él pero aún así me gustaría encontrar otra donde está de perfil mirando por la ventana.

X: vaya esto es impresionante

Sonrío con orgullo. Hay que decir que se que la fotografía es mi pasión y que además lo hago muy bien. También tengo que agradecer al modelo claramente.

POLOS OPUESTOS-Jesús Oviedo {ACABADA} EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora