CAPÍTULO 46

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"NARRA JESÚS"

Hoy si, hoy si es la gran operación. Y me siento extraño.

Miles de emociones se amontonan en mi interior. Quiero llorar, reír, saltar, no se, solo quiero que todo salga bien.

Es lo único que pido.

Estamos a la espera de que llamen a María y cada segundo se hace más eterno que el anterior.

Su mano está entrelazada con la mía y cada cierto tiempo apretamos nuestras manos para darnos fuerzas uno al otro.

La amo y quiero que todo salga perfecto.

Una voz me saca de mis pensamientos.

X: María pase por consulta tres por favor

No hace falta decir el apellido pues esta sala está vacía, son casos difíciles y únicos.

Me levanta de mi silla pero mi chica parece star pegada a ella pues mantiene su vista en frente pero no se levanta.

Y: muñeca nos toca, vamos

Intentó ayudarla para que se levante. Pero es inútil.

M: tengo miedo

Es apenas un susurro, un susurro que ha roto mi corazón.

Y: ya estamos aquí nena, esto es lo que te va a devolver a felicidad completa, este es el momento de enfrentarlo todo nena

Suspira y sé que ha escuchado mis palabras de la manera en que quería que lo entendiese.

M: vamos

Se levanta y entonces yo sonrío. Ahora sí. Todo va a mejorar.
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Después de la charla con el doctor ya era la hora de la verdad.

María sale de una habitación con una bata blanca larga de esas típicas que se usan en los hospitales.

D: pues si estás lista te dejo que despidas de tu familia que voy hacer hasta lo imposible por qué cuando vuelvas a salir de aquí sea para mirarlos a los ojos y poder ver sus rostros.

Noto la esperanza en el interior de mi cuerpo y sonrío con fuerza aunque María no pueda verme.

Quiero darle fuerza, energía, apoyo, que sepa que voy a estar siempre para ella.

M: gracias doctor

El doctor abandona la sala y veo los ojos de Lucas y Julia, mis suegros llenarse de lágrimas. Es su hija, la única y no se como se tienen que sentir.

Pero si a mí me duele no quiero ni imaginarme a ellos.

Los veo acercarse a mi chica hasta refugiados en sus brazos, un abrazo que hace a mi corazón ablandarse un poco y darle cuenta de que yo lo único que tengo es a ella y a mi hermano como familia.

L: te amamos hija

Deja un beso en su frente y María le sonríe con tristeza.

M: y yo os amo a vosotros

Julia se derrumba en los brazos de su marido y María solo suspira y baja la cabeza.

M: Jesús?

Veo como quiere dirigirse a mi pero no sabe dónde estoy.

Y: aquí nena

L: os dejamos un minuto a solas, ahora venimos

Lucas me da una sonrisa triste y tensa y se va con su mujer unos metros alejados, donde prácticamente no pueden vernos.

POLOS OPUESTOS-Jesús Oviedo {ACABADA} EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora