CAPÍTULO 44

2K 106 13
                                    

"NARRA JESÚS"

Hoy es el día en el que descubriremos si mi chica va a poder hacerse la operación o no.

Y qué queréis que os diga estoy de los nervios.

D: necesito que la paciente pase a consulta y si es posible que solo entre una persona como acompañante

Cierro mi puño al escucharlo. Yo quiero estar con ella. Quiero darle mi apoyo. Quiero que sepa cuánto la amo.

Se va de allí y deja la puerta abierta invitándola a entrar.

Y: esperaré aquí fuera

Estaba por irme a los asientos cuando una mano cubrió la mía por completo.

M: entra conmigo Jesús

Fue un simple susurro, un susurro que hizo a mi corazón latir a mil por hora.

No voy a negar que saber que ella quería que yo estuviera allí hacía que por un instante me sintiera importante.

Y: pero muñeca tus padres..

No me dejó acabar la frase.

M: por favor necesito que entres tu, ellos lo comprenden. Entra conmigo Jesús

Volvió a pedírmelo pero esta vez como si me estuviera rogando. Y ella no necesitaba rogarme nada para que yo lo hiciese por ella.

Y: está bien nena, vamos

Juntos pasamos por la puerta, la puerta al lugar donde todo puede hacernos cambiar. El lugar donde nuestra vida puede dar un giro de 180 grados.

D: usted siéntese por aquí joven y señorita usted venga conmigo

Me siento donde el doctor me ha indicado pero mis ojos no dejan de mirar a la chica frente a mis ojos y a los movimientos del doctor.

D: muy bien, túmbese aquí y relájese de acuerdo? Le pondré unas gotas y miraremos como dilatan sus pupilas, según como estén pasaremos a la segunda parte o desgraciadamente no podremos hacer nada más por usted.

Vuelvo apretar mis puños al darme cuenta de la última opción. Quiero lanzar un puñetazo a la cara de ese doctor pero por educación voy a mantenerme callado y al margen.

M: agárrame la mano

Mi chica está mirando al frente pero se de sobra que esas palabras están dirigidas hacia mi.

J: estoy aquí nena

Uno nuestras manos y apoyo mi mejilla en ellas para que todavía sienta que estamos más cerca.

Veo como el doctor pone unas pequeñas gotas trasparentes en sus ojos y como ella los cierra por el fuerte escozor que siente.

Su rostro de desencaja en una mueca y juro por dios que en ese momento haría lo que fuera por cambiar de posiciones con ella y ser yo quien está pasando por eso.

D: debemos de dejar esas gotas en tus ojos por dos horas. Sé que escuece, sé que duele, y sé que lo estás pasando mal, pero solo piensa en que cuando luchas por algo es por qué vale la pena.

POLOS OPUESTOS-Jesús Oviedo {ACABADA} EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora