Todos creen que pertenecer a un fandom es, relativamente sencillo. Pero no es así, y Leila lo sabe a la perfección.
||Obra de autoría mía. Prohibida la copia o adaptación||
Lunes, un nuevo día de clases y un día menos para el nuevo episodio (siguiendo la línea de tiempo de la historia).
Leila estaba un poco nerviosa y más cuando entró al instituto y más cuando vio a Roberto. El solo recordar que le había dicho 'te amo', hacía que quisiera irse. Al parecer el universo se puso de su lado ese día, ya que el profe Bustamante la llamó.
—Oye Leila, ¿si desayunaste? Laura me llamó diciendo que habías dejado casi todo el desayuno.
—Oh —habló y luego sonrió nerviosa—, es que no tenía mucha hambre en realidad.
—Aunque no tengas hambre debes comer, sino quieres que te de gastritis. Ven, te invitaré el desayuno.
—Pero... tengo que ir a clases —murmuró mientras señalaba el salón al que debía ir.
—Eh. Olvidas que soy profesor, y puedo hacer que te dejen entrar. No te preocupes y ven a desayunar —insistió.
Leila, lo siguió, porque en realidad si tenía hambre. Logró ver a un confundido Roberto en su camino, y ella solo sonrió tímida.
Antonio y Leila entraron a la cafetería. Leila esperó, suponiendo que debían hacer la larga fila, pero Antonio siguió con su camino como si nada. Así que ella lo siguió, y por primera vez en toda su vida entró a la verdadera cafetería, dónde solo atendían a maestros, directores y algunos alumnos destacados.
—Oh. Antonio. ¿Tú trajiste a Jaramillo? —preguntó la profesora Montoya, la que se parece a Perla.
—¿A limoncito? Sí, ¿por? —respondió despreocupado mientras iba a la cocina a pedir la comida, obvio.
—En las últimas semanas la has tratado... bien. ¿Se puede saber la razón? —preguntó y puso una cara de desprecio. Leila supo entonces que a Montoya le gustaba Antonio, y solo para hacerle la vida imposible dijo:
—El profe Antonio ahora es mi papá, ¿algún problema?
Al principio Antonio se mostró un poco confundido pero solo le siguió el juego.
—Así es Montoya. Vamos, limoncito. Ven a desayunar.
Y la versión chibiada de Perla quedó sin palabras y muy sorprendida mientras que Leila y Antonio se alejaban entre minúsculas carcajadas.
(...)
Chicoooooooos!!
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VEN ESO?!
ES MI NOMBRE! MI NOMBRE! ARGAKDHDJSMWEHZJSNJ!! SAPPHIRE TIENE MI NOMBREEEE!
Bueno ya. Este... como casi muero de un ataque al corazón al ver las leídas de la historia que son como catorce mil y no sé qué. Ufff. Los amo ❤ he decidido que cuando lleguemos a las quince mil publicaré un capítulo especial donde Leila y Roberto entran en el mundo de Steven (idea por Curly_Chloe si no me equivoco ❤)
